¡Al abordaje!

Crítica – ‘¡Al abordaje!’

Título original: À l’abordage!

Año: 2020

Género: Comedia

Director: Guillaume Brac

Reparto: Éric Nantchouang, Salif Cissé, Edouard Sulpice, Asma Messaoudene, Ana Blagojevic, Lucie Gallo, Martin Mesnier, Nicolas Pietri, Cécile Feuillet, Jordan Rezgui

Guion: Catherine Paillé, Guillaume Brac

Fotografía: Alan Guichaoua

Montaje: Héloïse Pelloquet

Productora: Geko Films

Distribuidora: Flamingo Films

Ficha en Sensacine

Salif Cissé en una "misión secundaria" de la película totalmente adorable.
Salif Cissé en una «misión secundaria» de la película totalmente adorable.

Escribo en mi habitación, con la persiana a media asta y las ventanas cerradas para que el terral horripilante que ha convertido la calle en un horno no se meta en casa. El ventilador está dándolo todo, pero a veces el ventilador no es suficiente. Me tiro en la cama y pongo ¡Al abordaje!, la nueva película veraniega del realizador francés Guillaume Brac, al que conozco solo de pasada por haber leído en algún sitio que era un heredero de Éric Rohmer (todos los directores franceses que hacen películas sobre gente existiendo durante una estación del año son herederos de Rohmer, a veces se puede uno confundir).

Cuento esto principalmente porque con cuarenta grados a la sombra fuera de casa, igual lo que menos me apetece es ver a tres chavales franceses cruzarse su país para que uno de ellos eche un polvo. Pero aquí estamos, hora y media después, con la sonrisa más estúpida en mi cara y queriendo volver a ver otras tres veces esta película.

Salif Cissé y Edouard Sulpice en un fotograma de '¡Al abordaje!'
Salif Cissé y Edouard Sulpice en un fotograma de ‘¡Al abordaje!’

Y es que ¡Al abordaje! es una de esas películas pequeñas que no van de nada más allá de ser joven durante el verano. Los chavales que protagonizan la quinta película de Brac (Éric Nantchouang, Salif Cissé y Edouard Sulpice) se encuentran en esa primera adultez en la que las responsabilidades no existen de verdad, que hay espacio mental para darle una importancia sobredimensionada a unas vacaciones de mentira y, sobre todo, en que quieres aprovechar el verano para conocer a cualquier persona que convertir en el amor de tu vida durante unas horas.

Con un estilo tranquilo y pausado, que recuerda a pasarse una tarde calurosa tirado en el césped (mucho más de lo que pueda recordar a ver una película), Brac crea en ¡Al abordaje! un mundo para que sus personajes lo habiten de una forma laxa y fluida: la razón por la que hacen el viaje, o los conflictos que aparecen a lo largo del metraje, no resultan relevantes de cara a las decisiones que toman. Todas las escenas parecen el desarrollo natural de la historia, pero ninguna mueve ningún tipo de argumento hacia delante, porque en verano… las cosas pasan, y ya está.

Me parece que es realmente complejo hacer una película que funcione así: el amor es importante, sí, pero aquí hay muchas más cosas pasando, mucho descubrimiento personal y mucha puesta en valor de la empatía y el buen rollo y el verano y el calorcito y darse un baño y el sol de la tarde…

Lo mejor: las vibes, el veranito, pasarlo bien…

Lo peor: el calor que hace ahora mismo, con el cerebro hecho potaje a veces cuesta echarle cuenta como se merece a la película.

Nota: 8/10