‘Bliss’, el descenso a los infiernos del artista

Título original: Bliss

Año: 2019

Duración: 80 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Joe Begos

Guion: Joe Begos

Música: Steve Moore

Fotografía: Mike Testin

Reparto: Dora Madison, Tru Collins, Rhys Wakefield, George Wendt, Abraham Benrubi, Chris Mckenna, Graham Skipper, Jeremy Gardner

Productora: Channel 83 Films

Género: Terror. Fantástico | Pintura. Drogas

Ficha en Sensacine

Todo artista que haya pasado por un bloqueo creativo se ha visto envuelto en una espiral de desesperación y angustia. Pero, una vez superado, el resultado puede ser un reflejo de sí mismo y de ese momento. Sin embargo, en el camino hacia la consecución de la obra maestra, el artista puede vagar por esos rincones oscuros que logran mancillar el alma. Bliss, la nueva película de Joe Begos, muestra la creación como un viaje de autodestrucción lleno de mucha violencia y sangre.

Dezzy es una artista, venerada en su ámbito, que no pasa por un buen momento creativo ni económico. Presionada por su agente, la dueña de la galería y su casero, tras meses estando limpia, una noche decide ir a visitar a su camello. El reencuentro con las drogas y unos amigos, así como el descubrimiento del Diablo (una nueva droga), harán que Dezzy vuelva a pintar. Pero todo tiene un precio, ya que la creatividad vendrá de la mano de una vorágine de sexo, drogas y deseo por la sangre al que sucumbirá la artista.

Bliss
Fotograma de ‘Bliss’

Lo primero que hay que decir sobre Bliss es que no es para todos los públicos, así lo advierten antes de pasar a los créditos iniciales. La película de Begos es toda una experiencia visual, que muestra el descenso a los infiernos de la protagonista en la búsqueda y la creación de la obra que la convertirá en eterna. Porque Bliss habla del arte, de lo que el artista está dispuesto a hacer para conseguir su obra maestra, de llegar al punto de entregar su alma al diablo (en este caso, darse a esa droga) para conseguir ser inmortal a través del lienzo.

Pero Bliss no solo es esto. La película, que arranca de forma tranquila, pronto adquiere un ritmo rápido y arrollador en el que las dosis de violencia y sangre, el consumo de drogas y los asesinatos aumentan de la misma manera. Esta aceleración se consigue por medio del montaje de imágenes parpadeantes, las luces de neón y la música punk y metal. Begos nos introduce en el lado más oscuro y sórdido de los Ángeles, cuyo ambiente hostil y agresivo es conseguido gracias a la grabación en 16 mm.

Puede que al visionar Bliss vengan a la cabeza películas como Mandy o Clímax, ya que comparten la misma paleta de colores y no escatima en escenas violentas y gore. Pero Bliss se adentra en el vampirismo mediante el consumo de drogas, porque Dezzy ha encontrado la manera de volver a crear: esnifando polvo negro, asesinando y bebiendo sangre humana. Es una vampiresa sedienta de sangre e inspiración.

Bliss
Fotograma de ‘Bliss’

Y es aquí donde destaca la increíble y brutal interpretación de Dora Madison, porque se entrega de forma absoluta a esa espiral de perdición y autodestrucción en la que cae el personaje que interpreta. La cámara no se aparta en ningún momento de Dezzy porque todo el peso de la película cae sobre ella y en su manera de reflejar lo que siente en todo momento, desde el éxtasis del primer colocón hasta el terror al verse bañada en sangre. Y es que la tensión no solo se consigue por medio del montaje, sino también a través de la protagonista. Así es como este siniestro viaje termina con un apoteósico clímax, que supone toda una catarsis para la protagonista y así se ve reflejado en su obra.

Quizás la única pega se encuentre en los amigos de Dezzy, una pareja de vampiros inmortales que puede recordar a los protagonistas de Solo los amantes sobreviven, pero están muy lejos de parecerse a los personajes interpretados por Tom Hiddleston y Tilda Swinton.

Bliss es toda una locura, avanza con paso firme dejando por el camino todo un baño de sangre y vísceras, pero se reserva lo mejor para el final, donde Begos saca toda la artillería pesada y nos regala un gran espectáculo gore. La película puede no ser del gusto de todo el mundo, pero Bliss es una pequeña joya que nos ha brindado el terror indie, por lo que será de gran agrado para los amantes del género.

Lo mejor: el apoteósico clímax y la increíble interpretación de Dora Madison.

Lo peor: la película no es para todos los públicos, ya que el exceso de sangre y el montaje pueden no gustar a los que no estén familiarizados con el género.

Nota: 8/10