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Berlinale 73. ‘Sica’ o el (in)esperado comportamiento de la naturaleza

Si escuchan el nombre de Carla Subirana probablemente no sepan quién es, y permítanme admirarles por la suerte que tienen. Su descubrimiento en el Festival de Berlín ha sido una sorpresa tan bonita que ha dejado poca gente indiferente. La sección K-Plus Generation, una de las paralelas del certamen que muestra el talento emergente, ha proyectado su ópera prima de ficción titulada Sica, un drama adolescente que busca la figura del padre ausente.

«La adolescencia me parece una etapa fascinante. Es la perdida de la infancia porque estás en proceso de cambio y transformación. Me interesaba construir un personaje rebelde e inconformista que necesita ver las cosas con sus propios ojos para entender», explica Subirana que ya alberga una amplia trayectoria en el cine documental. Y es que la película sigue los pasos de Sica, una joven adolescente a la que la madurez y el temperamento le llegan sin avisar cuando su padre, un apasionado marinero, desaparece en una de sus largas travesías pesqueras.

Acertadamente desarrollada en la Costa da Morte gallega, el largometraje no solo es una constante búsqueda por encontrar esa figura paterna que casi nunca existió, sino que también es una inteligente alegoría al comportamiento de la climatología actual. «Sica también es un grito frente a la crisis climática y una muestra de que la naturaleza está por encima de todos nosotros. Es el reflejo de sus estados de ánimo, que al igual que Sica, la tormenta es la representación exterior del sentimiento», dice la directora catalana.

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Fotograma de Sica (Foto: Mario Llorca)

En Sica está ese amor por el mar y la naturaleza que su padre con su trabajo le transmitió. Esos pocos momentos que compartieron y que ahora ella rememora y honra. Para ella la búsqueda no cesa, al igual que para otras tantas familias vecinas que están en su misma situación. Son los hombres engullidos por el mar los que rigen las relaciones entre las familias en tierra. Y es quizás esa lucha insaciable con el océano lo que hace olvidar su origen, «Sica mitifica la figura del padre ausente y eso hace que no acabe de valorar a su madre. La película es ese viaje de descubrimiento hacia la figura materna».

Un relato sin la necesidad de florituras. Áspero y silencioso. Capaz de cautivar con esa niña en búsqueda de respuestas, que estudia el comportamiento de la naturaleza y que se mitifica con el mar. Que es la unión con su padre. Toda una carta de amor a la tierra y a la familia.

Sica se estrenará en cines el próximo 19 de mayo.