Hoy os traigo un concepto que tal vez desconozcáis o que tal vez seáis unos expertos (y tal vez deberíais estar quitándome el puesto para escribir este artículo). Sea como sea, hoy vamos a hablar del género “Battle Royale” en el audiovisual, concretamente con dos series asiáticas que pegaron el pelotazo en 2020 y 2021: Alice in Borderland y El juego del Calamar.
¿Qué es un “Battle Royale”´? La idea de este concepto, consiste en reunir una serie de jugadores en un campo de batalla hasta quedar solo uno de ellos. La clave de estos tipos de batallas es la supervivencia. La moral y la ética no existen, solo el poder de vivir un día más y evitar morir. Una vez el jugador sobrevive y se convierte en finalista, suele ganar un premio que se podría considerar como haber obtenido la mismísima gloria.
Ahora bien, cuando decimos “Battle Royale”, lo primero que se nos viene a la cabeza es videojuegos como Fornite, por ejemplo. Pero cierto es que este concepto se expande, llegando a ser representados en libros, como pueden ser Los juegos del hambre. En películas, como en Battle Royale, quien da nombre al concepto. En animes japoneses, como en Danganronpa, que están basado en unas “Visual Novels” con el mismo título.
Como hemos visto, más allá de lo que he comentado, hay bastante contenido de este género. Entonces, ¿por qué a la gente le ha parecido un “pelotazo” la salida de estas series? Como es una respuesta que no se puede dar en una sola frase, vamos a hablar un poco del contenido de cada serie. Y ya a partir de ahí, sacamos la lectura de su éxito y atractivo.
Empezamos con la serie que se estrenó en primer lugar: Alice in Borderland (2020, Shinsuke Sato), está basada en un manga que fue publicado por primera vez en 2010. En esta serie nos situamos en la capital de Japón, Tokio. Tres amigos, Arisu (Kento Yamazaki), Karube (Keita Machida) y Shota (Yuki Morinaga), se ven envueltos en una situación un poco extraña: mientras huyen de la policía, el Tokio bullicioso en el que viven se transforma en una ciudad desierta, donde, aparentemente, no hay nadie. Creyéndose los reyes de la ciudad, son alertados por una serie de señales y acaban en un edificio que les presenta un juego.
Una vez se enfrentan a él, descubren que estos juegos son de supervivencia y hay cuatro tipo de ellos. Solo los más hábiles consiguen sobrevivir. Así comienza una odisea de juegos de supervivencia. Tanto Arisu como sus compañeros deberán superar las pruebas, mantenerse con vida y encontrar las respuestas a todas esas incógnitas que se les han planteado desde que llegaron a este lugar.
En el caso de Alice in Borderland, el concepto de “Battle Royale” se encuentra dentro de cada prueba, donde los jugadores que se presentan a los juegos deberán cumplir las reglas establecidas para poder sobrevivir. Poco a poco, con el avance de la historia, vemos como muchos de los jugadores van cayendo al no superar las pruebas. Lo más gracioso, es que también podríamos considerar como otro tipo de «Battle Royale» el encontrarse en ese Tokio. Me explico: debes sobrevivir en un lugar sin muchos recursos, curarte de las heridas sufridas en los juegos, sobrevivir a la nueva mafia de este lugar… Por lo tanto hay dos tipos de supervivencia frente a otras personas: los juegos y la vida cotidiana.
Antes de pasar con la siguiente serie, me gustaría aportar mi opinión sobre esta serie. Yo, a diferencia de la gran mayoría de los usuarios, me la vi a finales de 2021. Así que yo ya venía condicionada por lo que ya había leído en redes. La gran mayoría ponía la serie por las nubes y claro, una iba con expectativas. La serie está chula y tiene cosas muy guays, sí. Pero también os digo, hay muchos aspectos que me hacían desconectar mucho de la serie. Los personajes, que no los veo como personas de verdad. No he empatizado con ninguno, todos eran personajes que cumplían un rol arquetípico en la historia y ya está. Por mucho que les pusiesen backstories, sentía que no eran reales. Me daba la sensación de que solo hacían cosas porque un guion lo dictaba.
Siguiendo con la línea de los personajes, otra de las cosas que me chirriaban, que incluso me hicieron odiar la serie por un par de capítulos, era cómo se comportaban. La mayoría son lo más machista del mundo entero. Luego tienen un concepto de violencia mafiosa que, a lo mejor a los japoneses les funciona muy bien, pero a mí había momentos en los que se me hacía bola a más no poder. Sinceramente, la serie se salva por el misterio de saber qué ha ocurrido en este lugar. Eso y las pruebas, porque muchas son muy chulas y te hacen pensar dónde está el «plot» de la misma.
Continuando con el “quid” del artículo, ahora vamos a hablar de El juego del calamar (2021, Hwang Dong-Hyuk). Aunque seguimos en Asia, en este caso nos trasladamos a Corea para presenciar un “Battle Royale” movido por el dinero y las deudas. En sus inicios, la serie nos presenta a Gi-hun (Lee Jung-jae), un señor de mediana edad quien descubrimos que está separado, su mujer tiene la custodia de la hija y está hasta el cuello de deudas. Para resolver sus problemas económicos, Gi-hun intenta conseguir el dinero en las casas de apuestas, pero la suerte nunca está de su parte, al menos por el momento.
Esperando en una estación de tren, se encuentra con un señor que le hace una tentadora propuesta: Le entregará una atractiva cantidad de dinero si le consigue derrotar en un simple juego de niños. Gi-hun, con la gran deuda que tiene, acepta. Lo que no sabe es que cada vez que pierde, recibe una torta, pero, aun así, el sigue intentándolo. Tras una larga cantidad de intentos, por fin consigue ganar al desconocido y recibir el dinero. Este, junto al dinero le entrega una tarjeta. En la tarjeta hay un número al que si llama, podrá enfrentarse a juegos similares a este y obtener una mayor cantidad de dinero.
Ante la situación económica en la que se encuentra, Gi-hun no se lo piensa dos veces y acepta participar en esos juegos. Lo que no sabe este personaje es que tanto él, como los otros 455 participantes, no van a recibir una torta si pierden el juego, no, aquí se juegan la vida. El perdedor muere y el vencedor sobrevive para enfrentarse a otra prueba más. Si llega a sobrevivir las seis pruebas, conseguirá la mayor millonada del siglo que le permitirá liberarse de toda deuda posible por existir.
A lo largo de las seis pruebas conoceremos en profundidad al resto de participantes como: Il-nam (O Yeong-su), el anciano que, a pesar de su avanzada edad, da lo máximo de uno mismo en los juegos; Sang-woo (Park Hae-soo), el amigo empresario de la infancia de Gi-hun; Sae-byeok (Jung Ho-yeon ), la joven capaz de adaptarse a todas las circunstancias por tal de sobrevivir…
En el caso de El juego del calamar, el concepto de “Battle Royale” es aún más claro que en el ejemplo anterior, ya que en este caso siempre son las mismas personas las que están en los juegos, y que poco a poco van perdiendo y muriendo en esta batalla en la que solo uno puede salir victorioso.
Al igual que con la serie anterior, voy a dar mi opinión sobre El juego del calamar. En este caso, sí que me la vi prácticamente a la semana de haberse estrenado, por lo que las expectativas creadas por comentarios en redes no eran tan altas como con Alice in Borderland. Aunque tiene fallos de guion y la trama del policía me cuesta que se mantenga coherente, me parece que esta serie es bastante sólida. Tiene una narrativa que engancha y te mantiene en tensión en cada prueba. Sus personajes me parecen más reales, sus problemas son más tangibles que en la serie anterior. Y, aunque aquí también caen en estereotipos arquetípicos, como puede ser el del personaje que cumple el rol del mafioso más malo de los malos, son roles reales, de personas que ciertamente te puedes encontrar en tu vida cotidiana.
La evolución de los personajes es más palpable, Gi-hun aprende a tomar acción a ser consecuente de sus acciones. Sang-woo evoluciona a una persona más resolutiva y capaz de hacer lo que sea por sobrevivir. Sae-byeok aprende que no es malo rodearse de gente, que puedes encontrar a gente que merece la pena conocer… La evolución me parece algo muy importante. Primero porque demuestra que la serie crece y que tiene un motivo. Y segundo, porque ayuda también a que el espectador evolucione, le ayuda a usar el pensamiento crítico y a reflexionar.
Como guinda del pastel, voy a reflexionar un poco sobre las dos en conjunto, como os podéis oler por lo que habéis leído, soy más fan de El juego del calamar que de Alice in Borderland:
Siento que la serie coreana está mejor construida en cuanto a guion. Está todo más consolidado y soy capaz de empatizar más con una situación que con otra. Yo creo que la clave es que, mientras que a los chavales japoneses les ha pasado lo que les ha pasado “por infortunios de la vida”, lo que le pasa a los coreanos es porque ellos han ido ahí de “motu proprio”. Además, aprovechan para denunciar uno de los grandes problemas de Corea: las deudas que rodean a la mayoría de los ciudadanos. Y otra cosa que para mí le da más puntos a la coreana, es que no es tan machista como la japonesa. Que eso no quita que el calamar sea también machista, pero es que lo de Alice es descarado y llega a ser hasta violento.
Recuerdo cuando comenté que iba a verme Alice in Borderland que varias personas me decían que ahora iba a darme cuenta de cómo El juego del calamar era una copia versión coreana de la japonesa. Lo peor de todo es que es una reflexión que había visto y sigo viendo en redes. Queridos usuarios, como habéis podido ver por las premisas, para nada se copian. Lo único que comparten es el modo “Battle Royale” de supervivencia. Si nos ponemos así qué pasa, que puedo decir: “Bua, vaya cantazo estos japoneses y coreanos, haciendo una serie que copia totalmente a Los juegos de hambre”. No.
Ah y otra cosa, que las series no se sacan de la manga ni ocurren de un día para otro, muchas llevan su tiempo de desarrollo, como por ejemplo Alice in Borderland que fue un concepto creado inicialmente para manga en 2010. Y, por otra parte, El juego del calamar, es una serie que lleva escrita más de diez años. El problema es que el autor no conseguía encontrar ninguna productora o canal de televisión que le comprase la idea. Así que cada historia fue creada en su contexto y con sus tiempos y planes de producción. Dejad de repetir que una copia a la otra.
Una vez soltada toda esta purria, solo queda decir que vamos a estar a la espera de la segunda temporada de ambas. ¿Mantendrán la esencia del “Battle Royale”? Y bueno, ¿veremos pronto algún “Battle Royale” en occidente gracias al pelotazo de estas series?