Fotograma de ´Barbarian' (Cregger, 2022)

‘Barbarian’, no digas nada

Título original: Barbarian

Año: 2022

Duración: 102 minutos

País: Estados Unidos

Dirección: Zach Cregger

Guion: Zach Cregger

Música: Anna Drubich

Fotografia: Zach Kuperstein

Reparto: Georgina Campbell, Bill Skarsgård, Justin Long, Matthew Patrick Davis, Richard Brake

Productora: BoulderLight Pictures, Hammerstone Studios, Almost Never Films Inc, Regency Enterprises, Vertigo Entertainment

Genero: terror, thriller

Ficha en FilmAffinity

Los amantes del terror ya habíamos escuchado comentarios de Estados Unidos donde se alababa mucho Barbarian, pero de la que decían que no se podía decir nada, que era mejor verla sin saber de qué va. Ahora ha llegado a España a través de Disney Plus sin que nos demos cuenta, muy de tapadillo.

Por preservar un poco el espíritu de lo que se ha ido diciendo desde el otro lado del charco -más campaña de marketing que otra cosa, también hay que ser sinceros-, tan solo se van a dar unas pinceladas sobre la trama de la película. Tess (Georgina Campbell) alquila un Airbnb en Detroit para pasar una noche y hacer una entrevista laboral a la mañana siguiente. Sin embargo, esta casa ya está ocupada por Keith (Bill Skarsgard) y deciden pasar juntos la noche.

En 1974, la América más salvaje y excluida de la civilización estaba en el mundo rural. Al menos, así se sentenció en la obra maestra del cine de terror La matanza de Texas (Hooper, 1974). Ahora Zach Cregger ha trasladado este mundo de marginados a las afueras de una de las ciudades más deprimidas de Estados Unidos -no es casualidad que sea el escenario de Robocop (Verhoeven, 1987)-, Detroit.

Así pues, como buena película de terror que se precie, tiene un mensaje social muy fuerte. Casi se podría decir que es una película de terror guionizada por David Simon, creador de The Wire (2002), Treme (2010) o la reciente La ciudad es nuestra (2022). Se muestra crítico ante la marginación y el deterioro de estos barrios que, en otros tiempos, fueron residenciales y tranquilos, y la ineficiencia policial.

Sin embargo, no solo tiene este mensaje social, ya que esta cinta se podría calificar como de terror feminista -aunque no haya presencia femenina ni en la dirección ni en el guion-. El realizador consigue crear en cualquier situación en la que Tess se encuentre con un desconocido una alerta, un momento de tensión donde la propia protagonista se siente insegura ante el temor de una posible violación. Este discurso se mantiene durante todo el metraje en otras tramas y personajes que se van presentando.

De esta manera, Cregger utiliza más el suspense que el jumpscare -lo cual es muy positivo, viniendo de la última década donde pasaba al contrario en la mayoría de películas comerciales de género-. Además, lo hace delimitando muy bien la casa y sus rincones, consiguiendo que conozcamos perfectamente cada uno de los peligros que acechan en cada uno. Así, plasma en la puesta en escena lugares vacíos más perturbadores que una escena de puro gore -que las hay también-.

La inteligencia y virtuosidad desde la cámara no se refleja en un guion un poco flojo. Hay que aceptar muchas decisiones poco creíbles, lo cual para el fan más acérrimo del terror no es problema, pero para el gran público puede que sí. Además, resuena en ciertos momentos a películas lanzadas este mismo año. Sin desvelar mucho, hay elementos compartidos con X (West, 2022), Black Phone (Derrickson, 2022), Smile (Finn, 2022), e, incluso, algún guiño a Nope (Peele, 2022); por lo que se puede sentir a ratos poca personalidad.

Aun así, al final de esta la sensación en el espectador es de satisfacción de haber disfrutado mientras se veía una buena película de terror, que, añadida a las anteriormente mencionadas, certifican un gran año para el género. Una pena que no se haya estrenado en la gran pantalla.

Lo mejor: su virtuosidad para generar espacios físicos de tensión

Lo peor: un guion en el que hay que aceptar muchas decisiones cuestionables

Nota: 7/10