Un zumbido pesado se repetía por Sitges durante todo este fin de semana. Era el anuncio de la vuelta de Aritz Moreno a uno de sus festivales fetiches. Eran Moscas, que así es como se llama su nueva película. Y es que el cineasta donostiarra regresa para presentar su segundo largometraje como director tras triunfar con Ventajas de viajar en tren en 2019.
Por aquel entonces salió catapultado con esa mezcla ácida entre comedia y terror, pero ahora se revela radicalmente: Moscas es la indagación en la maldad de un director de empresa interpretado magistralmente por Ernesto Alterio. Un viaje sucio, retorcido e infernal pero un gozo de sufrimiento narcisista.
Adaptada de la novela de Kike Ferrari, Que de lejos parecen moscas, la película es un original de la plataforma de streaming VIX en la que se podrá ver próximamente. Desde Sitges hemos hablado con Aritz Moreno y sobre esas ‘moscas’ que sobrevuelan su cabeza.
PREGUNTA: Segundo largometraje y vuelves a confiar en la narrativa novelesca para adaptarla al cine ¿Qué encuentras en los libros que te hacen convertirlos en imagen?
ARITZ MORENO: Yo soy lector desde siempre. Con 14 años leía Stephen King como un demente. Un día cayó en mis manos esta novela de Kike Ferrari (Que de lejos parecen moscas) y me encantó. Y como no soy guionista pero todo lo que me gusta lo quiero compartir llevando estos libros a lo visual supongo que es la mejor forma de hacerlo.
P: En Ventajas de Viajar en Tren te arropa una coro actoral del que no encontramos pista en Moscas ¿Es momento de indagar ahora en un único protagonista?
AM: Me apetecía mucho esto que comentas. El desafío de Moscas era sostener una película de 90 minutos con un personaje absolutamente negativo y despreciable para el público. El protagonista tiene un carácter muy occidental porque occidente es exhibicionista a nivel emocional y sobre todo muy egocéntrico y narcisista. En Moscas, además, el personaje de Ernesto tiene muchos problemas de seguridad. Quizás causados por todo lo anterior, y esa mezcla hace que resulte atractivo. Yo quiero que el público disfrute viéndole sufrir.
P: El descendimiento a sus infiernos más absolutos en cierta forma.
AM: Muchas veces Ernesto tenía la tentación de justificar sus actos. Intentaba salvarlo, pero no queríamos ni buscábamos su redención. Es el retrato y destrucción de alguien totalmente despreciable. De hecho, me preguntaban hace poco cuál era su moral y yo contestaba que la moral era la suya como espectador. Tú eres adulto y entender dónde están los límites te hace capaz de juzgar al protagonista.
P: Parece que siempre tengamos esa necesidad de buscar un mensaje positivo en las historias que vemos en la pantalla.
AM: Totalmente, pero ya hay película así. A mí me gusta abrir el abanico. La diversidad en el cine también significa que existan películas donde los personajes sean desgraciados y no salgan de ahí. Pues tampoco pasa nada.
P: Buenos Aires es un protagonista más de la película ¿A qué se debe esta decisión de focalizar la historia en la ciudad argentina?
AM: Fue un poco accidental pero ha hecho crecer la película muchísimo. Las primeras versiones de guion se rodaban en España pero cuando se sumó Vix (el servicio de streaming hispano) se comenzó a barajar esa idea. Además, el origen de la novela era Argentina y sin duda caímos que sería el mejor escenario para contar la historia. Argentina, es un país muy excesivo en todo, tanto para lo bueno como para lo malo. Buenos Aires es una ciudad gigantesca, muy salvaje y muy política. Empiezas muy arriba en un country y terminas en el barrio marginal de la Villa 31.
P: Parece que ya comienzas a ser un habitual en la plantilla de directores de cabecera de Sitges ¿Te vas a establecer en el terror y fantástico para seguir abordando tu filmografía?
AM: Esto que dices son palabras mayores (ríe). Mis próximos proyectos no son para nada cine de Sitges. El terror me fascina pero me gustan muchas otras cosas y voy a comenzar a hacerlas.
Moscas se estrenará en la plataforma VIX próximamente.