“Aishwarya Rai es la mujer más hermosa del mundo”. Y no lo digo yo, lo dice la propia Julia Roberts. Sin duda alguna, es el rostro de Bollywood más conocido a nivel internacional: La Joven de las Especias, La Última Legión, La Pantera Rosa 2, Bodas y Prejuicios, Provoked… Sumado a sus celebradas apariciones anuales en el Festival de Cannes desde que en el año 2002 presentó allí su película Devdas, cinta que le lanzó al estrellato mundial.
Nacida el 1 de noviembre de 1973 en Mangalore, compaginaba sus estudios de arquitectura con trabajos de modelo, vida que cambió por completo en 1994 cuando se coronó como Miss Mundo, que le abrió las puertas de Bollywood. Aunque la mayoría de su cinematografía proviene de esta gigantesca industria, también ha tenido éxitos en otros idiomas, como el tamil, el bengalí o el telugu, por no hablar de sus incursiones en Hollywood. Ha rechazado hasta en tres ocasiones actuar junto a Will Smith (Hitch, Siete Almas y Hancock), que se confiesa fan absoluto de Rai, y fue la primera opción para la película Troya.
Más allá de su espectacular y reconocible rostro, Rai es una actriz con talento innato, que brilla especialmente con directores como Sanjay Leela Bhansali, conocido por su temperamento, y de esas peleas a gritos entre ambos (aunque son buenos amigos) resultan algunas de sus mejores actuaciones: Hum Dil de Chuke Sanam, la ya citada Devdas y Guzaarish.
Aishwarya Rai marcó un antes y un después con respecto al trato de las mujeres en Bollywood: fue de las primeras que exigió que se considerara a las actrices lo suficientemente importantes como para obtener un guión previo a la filmación, y trató de recortar el pay gap lo máximo posible con sus compañeros. Ella misma acude a las negociaciones de contratos y establece sus propias condiciones laborales, y no se deja manipular por los listos de turno. Precisamente por ser opuesta a las actrices que se conocían anteriormente, hoy en día es uno de los rostros más conocidos de la India.
A partir del 2011 se tomó un descanso para dedicarse a su hija, Aaradhya, fruto de su matrimonio con el también actor Abhishek Bachchan, y en 2015 volvió a las pantallas con Jazbaa, la adaptación de la película coreana Seven Days, en la que interpretaba a una abogada que se veía obligada a defender a un criminal para recuperar a su hija, víctima de un secuestro. La elección de estos papeles más maduros permite que admiremos su potencial actoral, y físicamente no ha envejecido un solo día.
Namaste, amigos.