Título original: 7 prisioneiros
Año: 2021
Duración: 93 min.
País: Brasil
Dirección: Alexandre Moratto
Guión: Thayná Mantesso, Alexandre Moratto
Reparto: Christian Malheiros, Rodrigo Santoro, Bruno Rocha, Vitor Julian, Lucas Oranmian, Cecília Homem de Mello, Dirce Thomaz
Música: Filipe Puperi, Rita Zart, Tiago Abrahão
Fotografía: João Gabriel de Queiroz
Productora: Noruz Films, O2 Filmes
Distribuidora: Netflix
Género: Drama social | Intriga
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La dura historia de unos ‘bichos do mato‘, término despectivo empleado durante la película que sería equiparable al de pueblerinos salvajes. Unos pobres «desgraciados» que emigran de sus pueblos del interior y marchan hacia la megalópolis de São Paulo para prosperar y poder ayudar económicamente a sus familias. Desgraciados desde el momento en el que caen presos de unos traficantes de personas que los embaucan para trabajar como auténticos esclavos: por una pésima manutención y alojamiento. Pero principalmente bajo amenaza del bienestar de sus familias. No les quedará otra que saldar una supuesta deuda contraída por el viaje y el lujo de poder trabajar.
Christian Malheiros repite como actor protagonista en 7 prisioneros, segundo drama social del director Alexandre Moratto tras Sócrates (2018). Aquí encarna a Mateus, uno de estos campesinos que ingenuamente se ven cautivos en las garras de una red de mafiosos y corruptos que los fuerza a trabajar de manera muy precaria y privados de libertad. Moderna, pero esclavitud pura y dura.
Una vez más se nos muestra una denuncia de esta parte de la realidad social brasileña. Todo bajo el amparo de la corrupción política y policial. Las condiciones de esclavitud moderna de inmigrantes (coreanos, haitianos, bolivianos) y gente del inmenso entorno rural. Pura trata de humanos. Son obligados a trabajar en un negocio de chatarrería coaccionados y violentados por Luca (Rodrigo Santoro, 300), un despiadado capataz.

Una temática de lo más habitual del cine brasileño como la de otros excepcionales ejemplos: Ciudad de Dios (Fernando Meirelles, 2002), Tropa de élite (José Padilha, 2007), Una segunda madre (Anna Muylaert, 2015), o la serie 3% (Pedro Aguilera, 2016). Grandes contrastes sociales, desigualdades muy marcadas y una crítica feroz al subdesarrollo de la sociedad.
Mateus y sus compañeros de travesía quedan endeudados para siempre, son claramente secuestrados por la pobreza. Y es que por intentar escapar de ésta, y aspirar a una vida con más recursos, se ven en la tesitura de enfrentarse a verdaderos dilemas. Sobre todo son patentes los dilemas en Mateus, que experimenta una especie de síndrome de Estocolmo, convirtiéndose en un aventajado aprendiz del desaprensivo y voraz Luca. Una verdadera lucha interna sobre qué determinación adoptar.
Supervivencia y pérdida de valores morales con tal de salvarse como se pueda. Censura de un sistema donde las personas intentan prosperar a costa de sobrepasar incluso hasta sus propios límites éticos. Sin más opción que engullir o ser engullido, como en la selva de la que proceden Mateus y los otros prisioneros. Pero en este caso la de asfalto y alambre, y quizá mucho más peligrosa. Sin duda, es este el aspecto más destacable e interesante de 7 prisioneros.
7 prisioneros se encuentra disponible en la plataforma Netflix.
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Lo mejor: el dilema moral y social encarnado en el protagonista, prosperar ¿a costa de qué?
Lo peor: puede resultar inconclusa para los amantes de historias más completas o cerradas.
Nota: 7/10
Una pésima película. Ya que manda un mensaje que promueve la delincuencia, sobre los valores, la valentía y la honestidad.
En esta película… en todo caso, triunfa el mal…. exteriorizado en una brutal traición.
Porquería de film.
Gustavo Bailey
Panamá
Muchas gracias por el comentario y la opinión, Gustavo.
Cuestión aparte de los muy respetables gustos de cada cual, sí es cierto que visibiliza varios de los problemas de la realidad social en Brasil. La pobreza, la corrupción, la mano de obra ilegal… Pero sobre todo, plantea un gran dilema ético con las decisiones de su protagonista.
Un saludo,
Una pésima película. Ya que manda un mensaje que promueve la delincuencia, sobre los valores, la valentía y la honestidad.
En esta película… en todo caso, triunfa el mal…. exteriorizado en una brutal traición.
Porquería de film.
Gustavo Bailey