‘Valenciana’, la Valencia de los 90: corrupción, telebasura y bakalao

Título original: Valenciana

Año: 2024

Género: Drama. Años 90

Duración: 101 minutos

País: España

Dirección: Jordi Nuñez

Guion: Jordi Nuñez Obra de teatro: Jordi Casanovas

Reparto: Àngela Cervantes, Tania Fortea, Conchi Espejo, Fernando Guallar, Sandra Cervera, Jorge Silvestre, Héctor Juezas…

Fotografía: Daniel Moreno García

Música: Isabel Latorre

Compañías: Pegatum Transmedia, Dacsa Produccions, À Punt, TV3 Distribuidora: Carácter Films

Pienso en esos años, en los 90, los de mi ciudad: Valencia. Y numerosas veces deseo experimentar esa época, otras no tanto, pensando todo lo que hubo, que no fue muy positivo en lo imprescindible: política, televisión, salud… Evidentemente hubo cosas positivas, pero lo malo siempre llama más la atención. Y es que lo malo de todos esos años son tan zafios como perceptibles a día de hoy. El problema de esta película es y será la inevitable ignorancia de la gente actual y futura que evite saber sobre nuestro pasado, que incluso yo me culpo de tal cosa porque me cuesta conocer todo lo que pasó.

Y lo que pasó en esa Valencia de los 90 fue abrumadoramente cambiante: la política valenciana pasó a manos de la derecha (el PP) marcando la época más corrupta de la historia de la comunidad, que, en la película, se retrata en clave de humor y con elegancia sin entrar en la descalificación ni el insulto gratuito; el comienzo de Canal 9 con su telebasura, programas infantiles y despilfarro económico (programas como ‘Tómbola’ fueron pioneros en la prensa rosa) donde también se cebaron con la tragedia de las chicas de Alcàsser (en principio se informaba del caso, después de todo se siguió aprovechando la historia para aumentar audiencia y sacar beneficio económico); y los últimos coletazos de ‘La ruta del Bakalao’, el cual fue un movimiento festivo y cultural aderezado con drogas y alcohol —que han dejado secuelas— y la mejor música electrónica, dance, que jamás ha existido.

Foto: Carácter Films & Dacsa Productions

Y todos estos acontecimientos, Jordi Nuñez (El que sabem, 2021), director y guionista de la película la cual primero fue una obra de teatro de Jordi Casanovas, nos los quiere contar con la historia de 3 amigas desde la facultad que están en una fase de maduración en la adultez: Valèria es aquella mujer obsesionada con la fiesta cuya situación personal es un abismo lleno de apatía; Ana es esa introvertida periodista que experimenta esa televisión basura, cínica, con el caso de las chicas Alcàsser; y Encarna (la mejor), la típica, desafortunadamente, subordinada en la política, detrás de la silueta importante, del, justamente, malhechor (recuerda un poco al caso de Nevenka, Soy Nevenka, de Icíar Bollaín).

Valenciana’ es exageración y entusiasmo. Existe sátira y drama, feminismo y soledad. Pérdida, y no solo de la de un ser querido… El paralelismo (que sin venir a cuento me recuerda a Once Upon a Time in Hollywood, de Tarantino) entre las 3 amigas periodistas y el contexto histórico parecen ser dos cohesiones que cautivan en común aún siendo géneros diferentes que, de todas formas, cada una se alimenta de la otra: la ficción de las 3 amigas es algo tan real, algo que no hace falta subrayar, porque se sabe que ocurría; y el contexto histórico, que aún contándolo con pseudónimos se conocen claramente los nombres reales: Ricardo Zamora es Eduardo Zaplana (aunque Ricardo es más un conjunto de muchos: Albert Rivera, Bertín Osborne, el rey emérito, Pedro Sánchez, Pablo Casado…); Tele 9 es básicamente lo que era Canal 9 (cuenta, por ejemplo, el asqueroso caso de Vicente Sanz), el pueblo Alcàsser es nombrado, aquí, ‘Alcanya’ (imagino que se escribe así, soy un pésimo valenciano); la transfiguración del programa infantil A la Babalà; y —gracias a mi padre por decírmelo— la presentadora Nieves Herrero.

La segunda película de Jordi Nuñez, ganadora del premio del público en Cinema Jove, es una necesaria historia, que puede (des)romantizar(nos) la historia de Valencia, mi Valencia, aunque no mi época —(des)afortunadamente—, y se nota la dedicación y las ganas de romper con todo. Si bien intenta tragar los canapés de golpe, no hace que no quiera ver más veces la historia de las malas pasadas de mi ciudad, y de ver reflejadas las historias de esas 3 chicas de Alcàsser en Valèria, Ana y Encarna. En ver como estas 3 maduran, mientras que podamos siempre recordar a las nenas que le arrebataron un futuro.

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LO MEJOR: La sátira, el drama y los cuatro principales intérpretes, sobre todo, Conchi Espejo.
LO PEOR: la ignorancia del público y mucho canápe sin tragar
8.5