AVISO: Esta entrada puede contener SPOILERS
Todo empezó hace 6 años: 5 adolescentes en una alcoholizada fiesta de pijamas en un granero, una tormenta y una misteriosa desaparición de una rubia. Minutos después la serie nos traslada un año más tarde, cuando la policía descubre el cadáver de Ali (la rubia en paradero desconocido) en su propio patio. Pero, no, no iba a ser todo tan simple, sino ¿donde está la trama? En el supuesto funeral de su amiga, las 4 amigas restantes empiezan a recibir mensajes de texto de un misterioso -A (el cual parece ser un stalker profesional ya que conoce todos los secretos de las muchachas). Como -A es la firma que usaba Alison en sus mensajes lo primero que piensan las ‘inteligentes’ protagonistas es que se trata de ella, pero ¡oh vaya! los muertos no se dedican a mandar mensajes de texto, por lo que pronto deciden descartarla.
Esta primera temporada sirve para presentarnos a las protagonistas: Aria (Lucy Hale), la un tanto siniestra proto-hipster, proto-escritora y proto-fotógrafa con un sentido de la moda bastante malo; Hanna (Ashley Benson), la rubia con problemas de cleptomanía y autoestima (por un pasado depresivo de abandono paterno y sobrepeso) aunque siempre divina; Spencer (Troian Bellisario) el cerebro del grupo aunque adicta a los antidepresivos y con una extraña filia por los novios de su hermana (y según hemos visto en esta última temporada también de sus amigas) y Emily (Shay Mitchel) la deportista que aún está descubriendo su sexualidad (y que tiene más ligues por temporada que todo el resto durante la serie entera). Además descubrimos que Alison (Shasha Pieterse) no era tan buena como parecía: manipulaba a todas y cada una de sus amigas para hacer con ellas lo que quería, provocó a sabiendas y por envidia la ceguera de Jenna y la entrada en el reformatorio del bueno de Toby (Keegan Allen) y se sentía atraída por los hombres mayores que ella y con pareja.
Después de las muchas rupturas y reconciliaciones de Ezra (Ian Hardin) y Aria, el suicidio/asesinato de Ian (del que aún 6 temporadas después no tenemos una explicación razonable), el descubrimiento del lesbianismo de Emily, el nacimiento de Spoby y los muchos muchos muchos mensajes puteando a las liars, nos descubren la identidad de -A: la ingenua Mona. Y aunque su personaje nos encanta, era una de las teorías más sonadas, teniendo en cuenta como la habían tratado las ‘liars’ antes de la desaparición de Ali, cuando tan solo era una ratilla de laboratorio, y que ahora pretendían robarle la atención de Hanna, su mejor amiga. No engañaba a nadie con esa actitud de ‘hacerse la tonta’ cuando antes era una de las más inteligentes del instituto. Y aunque evidente por la coherencia de este final los fans de la serie aceptamos la elección de los guionistas y continuamos viéndola. Porque, claro aún no estaba todo resuelto, aún teníamos que saber quien había matado a Alison Di Laurentis. Pero ¡vaya! los guionistas creyeron que esto era demasiado simple y decidieron introducir a un nuevo -A, que supuestamente le había robado el juego a Mona en Radley (ese manicomio donde deberían de ingresar a la mitad de los guionistas de esta serie). Y no contentos con eso deciden incorporar a un nuevo y misterioso personaje: ‘Red Coat’, de la cual no sabemos si sus intenciones son ayudar a las ‘liars’ o a -A.
Unas cuantas idas y venidas de los ships, intentos fallidos de asesinar a los protagonistas y muertes después, descubrimos que ¡sorpresa! Ali estaba viva y que era otra la que ocupaba su tumba. La propia rubia nos cuenta todo lo que sucedió la noche de su desaparición. Pero ¡oh vaya! resulta que no estaba de espaldas y no sabe quien la golpeó e intentó matarla. Ali solo vio como después su propia madre la enterraba viva (que ya me dirás como te enteras de esto estando semiinconsciente, ¡viva la coherencia!). Así que vuelta a empezar, y ahora todo apuntaba a que el actual -A era la misma persona que había intentado acabar con Alison.
Toda esta trama dio para muchas más mensajes, más mentiras, más muertes (o falsas muertes), más amores y desamores adolescentes, unas cuantas visitas a la cárcel y el secuestro de las protagonistas en un enorme bunker subterraneo en forma de casa de muñecas gigante construido por -A (de nuevo ¡viva la coherencia!) nos prometieron que finalmente la identidad de -A sería revelada. Atónitos nos quedamos los espectadores cuando lo único que supimos que -A se llamaba Charles y que tenía algún tipo de lazo familiar con los Dilaurentis. Tras esto nos prometieron un #SummerofAnswers en el que se conocería toda la historia de -A (¡MENTIRA DE NUEVO!). En este punto de la serie los fans estaban ya cansados de romperse la cabeza tratando de descubrir la identidad de -A, pero las teorías más repetidas (aparte de la extraña obsesión de un sector de los seguidores con que Aria tiene algo que ver con toda esta historia) señalaban a un gemelo idéntico del propio Jason, Wren o Toby, pero 10 capítulos más tarde….
Descubrimos que Charles/-A se había cambiado de sexo y era Cece. ¿WTF? Tanta expectación generada para salirnos con el final menos coherente de la historia. En este capítulo las incoherencias narrativas y temporales se iban amontonando al mismo tiempo que Charles/Cece/-A iba explicando las razones de su juego. Un final que dejo descontentos a muchos seguidores y del cual algunos consideraron que había sido cambiado en el último momento, al filtrarse unas semanas antes de la gran revelación que Wren era -A. Pero, no contenta con todo este desvarío, Marlene King (showrunner de la serie), decidió que un salto temporal y un nuevo ‘villano’ era lo que la serie necesitaba para continuar una temporada más. Y para abrir boca, nos dejo una desconcertante imagen de este flashforward al final de este episodio. Prometiéndonos un nuevo -A más aterrador y una temporada más madura.
Como era de esperar, haciendo honor al título de la serie, todo esto era de nuevo una gran mentira. La nueva temporada se abría también con un funeral y un asesinato, en este caso el de Cece (Vanesa Ray), tras una noche de embriaguez de las protagonistas. Parecía que la historia no hacía más que repetirse y que la serie nos había metido en un bucle interminable, similar al que vivía Bill Murray en Atrapado en el tiempo. Sin embargo, las expectativas eran tan altas que los espectadores de la serie decidimos darle unos capítulos de margen de confianza. No obstante, ahora (10 capítulos más tarde) puedo decir que el salto temporal solo ha servido para buscarles a las liars trabajo, nuevas parejas temporales (todos sabemos que finalmente volveran con sus amores adolescentes porque son los ships que los seguidores quieren) y cambiar la intro incorporando por fin a Ali a ella. Parece que lo más aterrador del nuevo -A es que usa estúpidos emoticonos en sus SMS, roba óvulos donados para que Emily no tenga descendencia indeseada e intenta quemar el horrible vestuario de Lucy Hale. Ante el hastío que estaban generando los nuevos capítulos en la audiencia, decidieron, de nuevo jugando con nuestro hype, crear expectación para el final de temporada anunciando que había un nuevo gemelo.
Por desgracia, una vez más habían jugado con nosotros. Tras hacer que elaborásemos mil y un teorías sobre quien tendría un gemelo, decidieron salir con la más absurda de todas. La madre de Alison (si esa que había sido encontrada enterrada en su jardín) tenía una gemela que, para más inri, resultaba ser la verdadera madre de Cece/Charles/-A. Como esto aún no era lo suficientemente disparatado resulta que estaba aliada con el marido de Alison, que en realidad está enamorado de Cece. Juntos buscan la ‘venganza’ de los Di laurentis que Cece no pudo conseguir. Para ello hacen que Alison crea que está loca y ve muertos e ingrese en un manicomio y así manejar ellos su herencia. Pero, esperad, aún no acaba todo así… no contenta con esto Marlene King decidió crear un nuevo Charles, en este caso A. D., que no tiene nada que ver con la gemela y el doctor y que es quien arrastra a una Hanna inconsciente al final del episodio.
Y finalizada la penúltima (de momento es lo que se cree) y decepcionante temporada de la serie nos dejan con más incognitas que antes. ¿Quién es A.D? ¿Que va a pasar con Hanna? ¿Quién mató a Cece? ¿Y a la madre de Ali? ¿Qué pinta Sara aka duchas Harvey en todo esto? ¿Es de Bethany realmente el cuerpo que estaba en la tumba de Ali? ¿De verdad nos quieren hacer creer que Ian se suicidó? ¿A quién pretende engañar Alison volviéndose tan buena de repente? ¿Qué ha pasado con Jenna? ¿Por qué no le sacan partido al personaje de Mona y la tienen de relleno? ¿Qué era el NTA club y que tiene que ver en todo esto? Y la más importante ¿por qué no dejan de desaparecer personajes secundarios de la serie sin darnos un motivo? Para esta séptima y última (espero) temporada solo te pido querida Marlene King deja de alargar la gallina de los huevos de oro, resuelve todas las dudas y dale un final decente a la serie de una vez. La verdad es que solo seguiré viendo la serie por el cariño que le tengo a los personajes, pero no aconsejaría a nadie que la viese y creo que ahora mismo esta es la opinión generalizada entre los seguidores de Pretty Little Liars. Porque por mucho que nos gusten las mamarrachadas (y a mí la primera) llega un momento en que acaban agotando la trama de una serie. Y sí Marlene, a tu serie ya le pasó esto hace un par de temporadas.