Llega a cines una película que es un festival. Y algo a lo que, desgraciadamente, el cine español nos tiene poco acostumbrados. Lo nuevo de Paul Urkijo, que ya sorprendió en 2017 con su ópera prima Errementari, hace vibrar a cualquiera. Se llama Irati y es una superproducción en todos los sentidos.
La película, que narra la historia de los primeros reyes navarros desde una perspectiva mitológica, ya se ha coronado como el segundo mejor estreno en España en lo que va de año. Y tras su paso por el Festival de Sitges, entre muchos otros, solo ha hecho que cautivar al público con sus históricas fábulas. Hablamos con Urkijo de mitología, creencias y del arrollador mundo capitalista.
PREGUNTA: ¿Cine fantástico convertido en cine mitológico?
RESPUESTA: Irati habla de todo lo que yo amo de una manera muy sincera. Es mi más puro amor sacado directamente de las tripas. Solo así lo puedo defender a capa y espada hasta el final. Cuando era pequeño mis padres me llevaban al monte y me contaban infinidad de historias, así que he mamado la mitología vasca desde que era un crío.
P: Y ahora la recreas en tus películas.
R: Errementari era un cuento folclórico que bebía de la mitología cristiana pero Irati está más arraigada a una mitología telúrica y paleolítica. En las diferentes mitologías del mundo se encuentran símbolos que están conectados como en una red. No hay ninguna mitología “original” porque todas, al ser algo tan básico del origen del ser humano, conviven mutuamente.
P: ¿Qué diferencia la mitología vasca de las demás?
R: Ha sabido perpetuar y conservar símbolos muy antiguos gracias al idioma. Un ejemplo es la diosa Mari, que habita en todas las cumbres de las montañas vascas. Al fin y al cabo nuestra mitología está muy arraigada a la naturaleza de la cual vivía el ser humano.
P: Entonces, ¿es Irati una lección de historia?
R: Yo soy un eslabón más de una cadena de tradición oral. Me gustaría que la película sirviera de inspiración a los que quieran compartir su mitología y tradición con el resto del mundo.
P: ¿Cree que cada vez olvidamos más nuestras raíces?
R: La visión del mundo globalizadora hace que las pequeñas historias más heterogéneas vayan desapareciendo. Todo parte de un consumismo brutal por el egoísmo del ser humano. Cuando hay fuerzas mucho más mayores, las diferentes formas de entender el mundo o incluso las diferentes expresiones del arte se van viendo relegadas. Mi deber como cineasta es defender y proteger la tradición para que no desaparezca. En la mitología vasca hay una frase, que también aparece en la película, que dice: “Todo lo que tiene nombre existe”. Así que si nos olvidamos de esos nombres, esas deidades desaparecen.
Irati ya está en cines.