Título original: Pan de limón con semillas de amapola
Año: 2021
Duración: 121 min.
País: España
Dirección: Benito Zambrano
Guion: Benito Zambrano, Cristina Campos. Novela: Cristina Campos
Fotografía: Marc Gómez del Moral
Reparto: Elia Galera, Eva Martín, Mariona Pagès, Marilu Marini, Tommy Schlesser, Claudia Faci, Pere Arquillué, Pep Tosar, Nansi Nsue, Ana Gracia, Hoji Fortuna, Toni Pons Vera, Joseph Ewonde, Carles Molinet, Luis Dyangani
Productora:Filmax, Castelao Pictures, Deal Productions, TVE, Movistar+, TV3, Luxemburg Film Fund
Género: Drama | Familia
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¿Puede una simple y tradicional receta servir de eje central para una historia de emociones y conflictos familiares? La última película de Benito Zambrano, titulada Pan de limón con semillas de amapola, es una adaptación de la novela de Cristina Campos con el mismo nombre. En esta ocasión, el director andaluz realiza todo un ejercicio de sencillez, pero consigue llegar a los más profundo de quien lo visiona.
La trama narra la historia de Ana y Marina, dos hermanas que llevan catorce años sin hablarse, pero que tendrán que reencontrarse por una curiosa herencia. A partir de ahí, los espectadores serán testigos del proceso que hacen ambas para reconstruir su relación y poner sus vidas patas arriba. Las dos son muy diferentes: Ana es una mujer adinerada y con poder, y la Marina es una doctora que trabaja como cooperante en África. Estas dos visiones de la vida hacen la obra más interesante.
La versión cinematográfica de la propuesta de Campos está protagonizada casi íntegramente por mujeres. Por eso, casi toda la totalidad del reparto está conformado por actrices que realizan un minucioso trabajo. Elia Galera encabeza el elenco con el personaje de la doctora, una mujer con una gran coraza que, poco a poco, se va a dejando llevar por lo que siente de verdad. Esta evolución que experimenta Galera en su interpretación traspasa la pantalla, tanto, que permite al público ver en sus miradas los miedos e inseguridades que experimenta su personaje. De hecho, aunque no sea oportuno desvelar mucho más, se dará cuenta de algunos asuntos que le ayudarán a entender el sufrimiento que vivió en su adolescencia.
Además de ella, destaca el gran trabajo de Eva Martín, quien encarna a Ana. A pesar de su aparente felicidad, el trabajo de Martín representa a una mujer con muchas heridas internas, las cuales acaban transformándola y volviéndola una persona más empoderada, aunque sus circunstancias cambien radicalmente. Destaca una secuencia que sorprenderá a los espectadores y en la que la actriz se deja la piel, casi literalmente.
El amor, la maternidad, la unión familiar o las relaciones tóxicas están presentes en la película de una forma muy evidente. Su montaje ayuda a ver el gran contraste que existe entre la personalidad de unos personajes y otros. Aunque no suceden cosas cada cinco minutos, esta disparidad de modos de ver la vida hace que el público no se aburra en ningún momento. Eso sí, la cinta tarda bastante en comenzar su conflicto principal.
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Lo mejor: La emoción que provoca en el espectador
Lo peor: Los minutos que tarda en arrancar la trama principal
Nota: 7,5/10