- André Bonnet, abogado y fundador de la asociación Promouvoir, ha conseguido modificar el fallo del jurado tras una demanda de apelación interpuesta el año pasado
- El Ministerio de Cultura francés ha criticado la resolución y ha anunciado que recurrirá la sentencia
- El director del film, Abdellatif Kechiche, apoya el veredicto, el cual califica de “sano” ya que nunca se imaginó que su película “fuera a ser vista por niños de 12 años”
Tras la presión del grupo ultracatólico Promouvoir, el Tibunal Administrativo francés ha tomado la decisión de restringir la edad mínima que permite ver el metraje dirigido por Abdellatif Kechiche, La vida de Adele. Ahora se le pide a la ministra de cultura Fleur Pellerín que en el plazo de dos meses le asigne una más acorde con sus escenas, las cuales pueden “herir la sensibilidad del público joven”, según la asociación.
La película, que saltó a la gran pantalla en 2013 después de ganar la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, fue calificada entonces como prohibida para menores de 12 años. Sin embargo, la existencia de escenas explícitas de sexo lésbico ha provocado que el Tribunal reconsidere esta decisión dos años después de su estreno, cuando ya hace bastante tiempo que fue retirada de las salas.
El abogado defiende su conducta como una respuesta necesaria al intento de directores “sin escrúpulos” que tratan de “reintroducir la pornografía en los circuitos para el gran público”, como así lo declaró en 2014 en Allócine. Y es que no es la primera vez que consigue que una película sea recalificada. De hecho, ya lo logró con otras temática similar como Fóllame, Love o Nymphomaniac.
Por su parte, el Ministerio de Cultura -lejos de estar conforme con el fallo del Jurado- ha anunciado que tiene previsto recurrir la sentencia ante el Consejo de Estado del país. Además, numerosos personajes reconocidos del sector han mostrado su desacuerdo. “André Bonnet (fundador de Promouvoir) es el hombre que decide la clasificación de las películas en Francia”, criticó Vincent Maraval, productor y distribuidor de Love. “Sus acciones pueden desembocar en una autocensura”, sentenció Gaspar Noé, director del ya nombrado metraje.
Sin embargo, Abdellatif Kechiche, director de La vida de Adele, le ha mostrado su apoyo. “Personalmente, he desaconsejado a mi hija que la vea antes de los 14 o los 15 (años). […] Mis películas hablan de la adolescencia, pero se dirigen más bien a aquellos que sienten nostalgia por ella».