Título original: Il Nido
Año: 2019
Duración: 103 min.
País: Italia
Dirección: Roberto de Feo
Guión: Lucio Besana, Margherita Ferri y Roberto de Feo
Fotografía: Emanuele Pasquet
Música: Teho Teardo
Reparto: Francesca Cavallini, Ginevra Francesconi, Justin Alexander Korovkin, Maurizio Lombardi, Elisabetta de Vito, Fabrizio Odetto, Troy James
Productora: Colorado Film y Vision Distribution
Distribuidora: Vision Distribution
Género: Terror
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La maldición de Lake Manor es el primer título que llega al mundo del cine bajo la firma del cineasta italiano Roberto de Feo en solitario. Una interesante propuesta de terror aunque no especialmente novedosa, que incluye ciertos elementos narrativos atractivos, pero cuyo final resta valor a la experiencia de su visionado total.
En una aislada villa italiana a orillas de un lago, Samuel, un niño paralítico a raíz de un accidente que sufre de pequeño y en el que fallece su padre, vive junto a su madre y ciertos familiares y trabajadores. Estos quieren aislar al joven de todo contacto con el exterior, y este dedica sus días a estudiar y tocar el piano, y nunca ha abandonado los confines de la finca. Cuando una adolescente, Denise, llega a la casa y comienza a trabajar como sirvienta, la vida de Samuel sufrirá diversos cambios y se empezará a enterar de qué es lo que hay más allá de su casa, algo que no gustará a su pérfida madre. Es una trama que ya hemos visto anteriormente, algo que también hace que en ciertos momentos sea algo predecible.
De Feo utiliza de gran manera el recurso del sonido en la película, uno de los principales elementos que nos transmite tensión, miedo y hasta en ocasiones repulsión hacia lo que se nos muestra en pantalla y lo que podemos escuchar. Se agradece que la película no caiga en los clichés tan últimamente presentes en las
obras de terror en forma de screams, sino que el director barés logra sumergir al público en un clima de suspense más que atrayente de una forma algo más original.
La Maldición de Lake Manor guarda ciertas similitudes con Los Otros, la obra de Amenábar de 2001, en la que De Feo ha admitido haberse inspirado para la estética y ciertos personajes de su ópera prima.
Otro de los aspectos donde La Maldición de Lake Manor gana es en la trama romántica adolescente que protagonizan Samuel y Denise. El joven, que nunca ha tenido contacto con gente de su edad hasta la llegada de ella a la casa, muestra una tierna inocencia que contrasta a las mil maravillas con la forma de ser de Denise, quien le quiere dar a conocer las cosas de las que él nunca ha oído hablar y le hace descubrirse en muchos aspectos. La actuación del joven (Justin Alexander Korovkin) es también digna de destacar dentro del total de la película, cuyo reparto es algo ineficaz para algunas situaciones.
La película también cuenta con elementos macabros y realmente aterradores, que hacen que algunos momentos resulten realmente interesantes a nivel cinematográfico. Dicho esto, la obra se desmorona con su final, un final que parece no guardar relación alguna con todo lo que se nos ha mostrado en la hora y media anterior y deja un sabor de boca bastante amargo. A mayores, a lo largo del metraje se perciben ciertos hechos y elementos que parecen un tanto anacrónicos y que restan algo de verosimilitud a la historia.
La película fue presentada en España en el Festival de Sitges, y ha pasado por otros festivales como el de Salónica. Ahora llega a cines en nuestro país, donde se podrá ver a partir del 22 de enero, tras numerosos retrasos causados por la pandemia de la COVID-19.
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Lo mejor: El tratamiento del sonido y la actuación de Justin Alexander Korovkin en un papel bastante exigente para un actor tan joven.
Lo peor: Ciertos elementos anacrónicos y un final que emborrona los aspectos positivos que se nos muestran antes.
Nota: 5/10