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‘Justicia’, réquiem por la tragedia de Hillsborough

Título original: Anne

Año: 2022

Duración: 4 episodios (45 min.)

País: Reino Unido

Dirección: Bruce Goodison

Guion: Kevin Sampson

Música: Samuel Sim

Fotografía: Adam Gillham

Reparto: Maxine Peake, Bobby Schofield, Rob Jarvis, Stephen Walters, David Charles-Cully, Clare Calbraith, Polly Kemp, Raymond Waring, John Mcgrellis, Matthew McNulty, Grant Crookes, Matthew Roberts

Productora: World Productions

Género: Miniserie de TV. Drama. Basado en hechos reales.

Ficha en Filmaffinity

El 15 de abril de 1989 fue un día aciago para la historia de Liverpool, del fútbol inglés, y quizá para el Reino Unido en general. Apenas arrancado el partido de semifinales de la copa entre Nottingham Forest FC. y Liverpool FC., disputado en el estadio de Hillsborough (Sheffield), parte de las gradas cedieron, provocando una avalancha que provocaría 96 muertes. En 2021, a raíz de las dificultades respiratorias crónicas que adquirió aquel fatídico día, murió otra persona, elevando el total a 97 víctimas, todas ellas fans del Liverpool, en la que es una de las mayores tragedias de la historia del fútbol. Y también una de sus mayores injusticias.

Justicia, miniserie de producción británica que llega al streaming español vía Filmin este 25 de marzo, narra, basándose en hechos reales, lo que ocurrió después: la lucha de las familias de las víctimas por la verdad. Las autoridades británicas, en pleno mandato de Margaret Thatcher, culparon en primera instancia a los fans, alegando su supuesta ebriedad y su “condición de hooligans”. No obstante, hubo quien no cedió. Anne Williams (Maxine Peak), madre de uno de los muchos adolescentes que falleció en el partido y protagonista absoluta de la historia, comenzó una lucha que duraría décadas para demostrar que tal versión oficial no era cierta.

Sobre ella se vertebra un doble relato dramático-jurídico, en la carrera por demostrar la inoperabilidad de las autoridades; una carrera con una meta que todavía no ha sido alcanzada hoy en día. Este relato se sustenta principalmente en una puesta en escena sobria, a cargo de Bruce Goodison (Nacido para matar, Damas de guerra), hasta el punto de que a veces puede recordar a un documental. No faltan, por tanto, los arquetípicos recursos de esta clase de dramas basados en hechos reales (imágenes reales del partido, entrevistas, recortes de periódicos o de televisión, etc.), ni tampoco una interpretación a la altura, la de Maxine Peak, que expresa en sus miradas y gestos el dolor de una comunidad entera.

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Maxine Peak como Anne Williams en una escena de ‘Justicia’ (Foto: Filmin)

Justicia, por las condiciones del tema que trata, no es un paseo agradable, y menos aún con el hincapié que se hace en las vidas de sus personajes. Aunque, creo, peca de melodramática en más de una ocasión, cuando subordina toda la parte jurídica -que está mejor narrada y es más dinámica y potente- a ese relato íntimo, familiar, que puede cansar por momentos a pesar de estar bien contado. Sobre todo, porque se centra tan solo en una de las muchas personas posibles, de modo que, a efectos prácticos, solo conocemos a una de las víctimas, aunque haya diálogos o pequeñas subtramas con otras.

Otro punto negativo relacionado con esto que comentamos es su estructura. Las constantes elipsis y saltos temporales, si bien dan cierto dinamismo a la narración, terminan por sentarle mal de forma general. A veces, por ejemplo, se le imprime un dramatismo exagerado a una escena para que en la inmediatamente posterior se anule ese impacto al mostrarnos cómo solucionaron un determinado problema un tiempo después. Dentro del relato tiene sentido, pero para el espectador, fuera de la diégesis y sin algo de tiempo para digerir acontecimientos, resulta chocante.

Justicia se balancea así entre dos puntos: es dura, y sacude emocionalmente al espectador, pero lo hace tanto o tan descaradamente que a veces harta y se hace monótona en su melodrama, aunque suene extraño. Por lo demás, compone un relato potente, con ecos de otras obras parecidas: ya sea de clásicos como Testigo de cargo, o de la también reciente miniserie Dopesick. Un réquiem, vaya, para las víctimas de Hillsborough, que, como reza el histórico himno del conjunto red, nunca caminarán solas.

Lo mejor: El alegato final del último capítulo tiene la potencia emocional suficiente como para golpear duro a cualquiera.

Lo peor: Sus excesos melodramáticos pueden sacar al espectador de la narración.

Nota: 6,5/10