Aura Garrido El asesino de los caprichos
Fuente: Getty Images

Hablamos con Aura Garrido y Daniel Grao de ‘El asesino de los caprichos’

Este octubre se estrena en salas españolas El asesino de los caprichos un thriller policíaco que sigue la investigación de unos asesinatos macabros inspirados en los Caprichos de Goya en un barrio de clase alta de Madrid. Están a cargo de la operación las inspectoras Carmen Cobos (Maribel Verdú) y Eva González (Aura Garrido). A lo largo de la trama, la relación de Carmen con Adrián (Daniel Grao) tendrá repercusiones en la investigación.

Durante su presentación de la película en el Festival de Sitges, aprovechamos para hablar con los actores protagonistas para que nos contaran un poco más del filme y de sus personajes.

Garrido interpreta a una joven inspectora y madre de dos hijos que intenta combinar las responsabilidades que comporta su posición laboral y su vida privada. Por su parte, Grao interpreta a un periodista de guerra que después de lesionarse en el campo de batalla tiene que conformarse con el periodismo ciudadano. Durante la investigación de los «asesinatos de Goya» se aprovecha de su relación con Carmen Cobos para ser el primero en hacer públicos los detalles del caso.

PREGUNTA: ¿Qué fue lo que os llamó más la atención de vuestros personajes cuando leísteis el guión por primera vez?

DANIEL GRAO: Que me liaba con Maribel Verdú (ríe). Me propusieron ser el amante de Maribel Verdú y no me lo pensé dos veces.

AURA GARRIDO: Lo primero que yo vi en el guión y que me gustó mucho es que eran dos mujeres investigando un caso, que no se suele ver. Solemos ver dos hombres o un hombre y una mujer y hay que empezar a normalizar estas cosas. Pero sobretodo, me atrajo el hecho de que los dos personajes son muy diferentes. Son dos mujeres muy diferentes que están forzadas a trabajar juntas y la relación que se establece entre ellas me pareció muy interesante. Y evidentemente, trabajar con Maribel Verdú, que como dice Daniel es lo más.

 'El asesino de los caprichos'
Fotograma de ‘El asesino de los caprichos’

P: Eso os iba a preguntar. ¿Qué tal con Maribel?

AG: Es una mujer increíble, es maravillosa.

DG: Es una niña loca juguetona. Yo había rodado ya Fin con ella hace unos años y ahí ya conocí lo payasa y divertida que es. Muy buen rollo, positiva y siempre aportando buena energía al rodaje cada día. Proponiendo muchas cosas, además. Es un torbellino. Es genial.

P ¿Habéis tenido margen para aportar vosotros en vuestros personajes?

DG: Sí.

AG: Sí, mucho. Gerardo es muy guay porque trabaja desde la calma, desde la paz, desde el dejar que aportes, jugar, probar. Y sí que nos permite mucho trabajar sobre el personaje, cambiar cosas, probar cosas…

DG: Hicimos algún ensayito… Recuerdo un ensayo bastante surrealista en su casa, en el salón, de cómo íbamos a hacer las posturas sexuales Maribel y yo… (ríen)

DG: Y entonces Maribel era en plan “tú, tranquilo. Mira, yo me siento aquí…”. Y fue un momento de “Maribel, ¿puedo proponer yo algo?» (ríe) Y Gerardo, como ya la conoce mucho, dejándola hacer en plan “yo ya sé que con esta loca se va a resolver la secuencia. Pero él da mucho margen, que tú aportes, que estés cómodo.

P: ¿Qué tanto de vosotros hay en vuestros personajes?

DG: Siempre trabajas contigo, entonces siempre hay algo de ti. Y yo creo que interpretar tiene mucho que ver con ecualizarte. De pronto es como ¿qué parte de mí merece la pena rescatar ahora y qué otra ocultar un poquito más? Porque al final el instrumento ahí eres tú, con tus vivencias o con lo que tú has visto vivir. No hace falta que hayas matado a nadie para hacer de asesino pero sí de pronto sacar a relucir una zona más oscura. En este caso concreto, por mi parte hay toda esta cosa más seductora con el personaje de Maribel y ese claroscuro que todos tenemos. Eso de, a veces, venderte más blanco de lo que realmente eres.

AG: Esta pregunta siempre me resulta muy difícil. Yo creo que al final con los personajes pasa como con las personas, que todos tenemos cosas en común y cosas que nos diferencian. Para empezar, que las circunstancias vitales no son las mismas. Mi personaje, por ejemplo, es una tía que le gusta mucho su trabajo y que de muy joven ha trabajado duro para seguir avanzando. Y con eso sí creo que me puedo sentir identificada y lo puedo entender muy bien. La pasión por el trabajo y seguir avanzando y tirar, tirar y tirar, pero que a la vez no quiera renegar de su vida personal. En eso también me reconozco mucho. La vida personal es una parte muy importante y el trabajo no puede serlo todo, aunque me encante. Y esa dificultad de lidiar es, quizás, con lo que más me identifico. Esa dificultad de lidiar con un trabajo muy absorvente, que te encanta, muy vocacional y una vida personal que también quieres cuidar. Es difícil.

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Escena de ‘El asesino de los caprichos’

P: ¿Habéis aprendido algo de vosotros mismos con este personaje?

AG: Pues que realmente es muy difícil lidiar.

DG: Es muy difícil… (ríe) Y aún no tienes hijos… ¡Espérate!

AG – ¡Y aún no tengo hijos! He aprendido que igual lo de tener hijos me lo replanteo más (ríe)

DG: Yo de mi personaje quizás aprendo que al final ir de cara sale más a cuenta.

P: Aura, tú interpretas a un personaje femenino muy joven, que pese a ello tiene un trabajo con un cargo bastante alto que conlleva muchas responsabilidades. Pero también es madre. ¿Crees que esa es una realidad actual en España?

AG: Habitual, no. Pero sí que hay casos y cada vez más. Pero no es una realidad habitual. Sí que, por ejemplo, cuando nos reunimos con la policía para preguntarles cómo era la realidad de estos casos, les preguntamos: ¿pero esto es posible? Y nos dijeron que sí, que hay mujeres que aprovechan sus bajas maternales, como mi personaje, para estudiarse las oposiciones para ascender. A mi esto me parece una brutalidad. No entiendo de dónde se sacan las fuerzas. Pero bueno, deseo que, poco a poco, llegue el día en el que no tengamos que fijarnos en estas cosas. Y en que nos demos cuenta de que no son algo diferente, no son algo nuevo, no es algo que nos hace plantearnos si en la realidad se pueden hacer o no, sino que es un hecho más. Y sobretodo, porque en los casos en los que tienes la oportunidad de acceder a todo esto – de tener una vida personal, de ser madre si lo eliges y de tener una carrera profesional potente y un puesto de responsabilidad – es tan difícil hacer la conciliación. Es a lo que se enfrenta mi personaje. En los casos a los que llegas a ello es tan complicado y tienes que luchar tanto contra todo…  Creo que también eso es algo muy interesante de lo que habla la peli. Eso sí que no es una realidad

P: Claro, porque no le puedes dar la misma importancia a todo

AG: Sí. Y todavía hoy parece que si eres hombre y estás en la misma situación se te acepta más que no estés tan presente en tu vida personal.

DG: Eso estaba pensando yo. Creo que ahora también se está vendiendo la imagen de “consíguelo todo”, «llega alto en tu trabajo, estate con tu familia…». Pero creo que hay una parte que no es real, no es realista. Sólo que al hombre se le ha permitido que se ausente más y no se le juzga porque se da por hecho que él está más en su carrera profesional que en su familia. Pero si nos olvidamos del género, al final es una cuestión de prioridades. Y que es lícito que tú tengas las que tengas, seas hombre o mujer. Que de pronto te apetezca más poner el acento en tu mundo laboral o ponerlo en tu familia. Pero que sí que va a haber un punto que al mismo nivel no va a poder ser. Vas a tener que elegir, porque no te da la vida para poder llevarlo todo al máximo. Y ahora, a veces, también hay esto de la “superwoman”, que triunfa en su carrera, que además está a tope con su familia… No es realista.

AG: No, no es realista.

P: Y en cuánto a la película, ¿qué creeis que aporta en el panorama del cine de género español?

DG: A mí, lo que me parece interesante es que está contado desde lo intimista, desde lo pequeño. Me interesa mucho la relación de ellas dos, esas dos visiones que tenemos de dos mujeres peleando fuerte en el mundo laboral pero que llevan vidas completamente diferentes. Está contado desde las relaciones de los personajes, no desde la acción trepidante efectista. Creo que eso es casi una excusa para ir viendo cómo funcionan ellas dos en su día a día. Ese mundo pequeño y desde lo pequeño hablar de muchas cosas. Es lo que me parece más interesante.

AG: Yo estoy completamente de acuerdo con él. Creo que lo interesante de esta peli es que es un thriller diferente. Porque además de los casos que en si mismos tienen mucha fuerza – porque es un asesino en serie que imita los Caprichos de Goya, es una cosa muy fuerte verlos personificados – lo más interesante es que no es un thriller al uso, en ese sentido. Como tú decías (a Daniel), se fija en unos personajes y en sus historias y en cómo la trama les inunda, en las relaciones entre ellos… Y ahí creo que es dónde tiene la fuerza.

El asesino de los caprichos está en cartelera española a partir del 18 de octubre.