
A capa y espada, como un caballero de fantasía, Fernando Colomo ha defendido una de sus obras, la peor valorada de su carrera por muchas personas. «La verdad es que la película no es nada cutre, porque en su momento fue la más cara del cine español. Pero sí que es rara, atípica total, y no tuvo un recorrido comercial como se esperaba», describe el director de cine, que rememora lo cerca que estuvo de la ruina después del estreno.
El motivo de esta desdicha quizá se debió a la arriesgada propuesta, que aunaba fantasía medieval con ciencia ficción y extraterrestres. Los efectos especiales, adelantados a su época, y un reparto que contaba con estrellas de la talla de Harvey Keitel, Klaus Kinski, Fernando Rey y Miguel Bosé, la convirtieron en la película española más cara del momento, pero no la más vista. «Tampoco es que fuera un fracaso en la taquilla española -asegura Fernando Colomo-, porque quedó la séptima, pero, claro, comparado con el presupuesto que tenía, tendría que haber sido la primera y con mucha diferencia». La recuperación del director madrileño vino después con La vida alegre (1987), cinta con la que pudo pagar sus deudas y volver a consolidarse como autor.
Hablamos de El caballero del dragón (1985), una película que regresa gracias a CutreCon 14. Y es que, el festival de cine ‘cutre’, ha querido homenajear al cineasta español con la exposición El Caballero del Dragón: La Épica Suicida de Fernando Colomo, que podrá visitarse en la Facultad de Ciencias de la Información del 29 de enero al 28 de febrero. Y en el mismo lugar, a las 16:30 horas del miércoles 5 de febrero, se proyectará una versión inédita de la película, restaurada en 4k.