Escándalos en Bollywood Parte 1 – Las mafias y el caso Bharat Shah

Los abusos de poder en la industria del cine no nos pillan por sorpresa: el último caso del productor Harvey Weinstein es tan solo la punta del iceberg, como indica la actriz Emma Thompson. Las mujeres son acosadas sexualmente en todos los ámbitos, pero en el mundo del espectáculo es todavía más evidente este sexismo. En Bollywood ese poder que en EE.UU. tienen los hombres blancos, lo tienen las mafias.

Lo peor de estos abusos de poder es que cuentan con la complicidad de toda una industria, ya sea por miedo, por deseo de ascender más rápido, o simplemente por pura inmoralidad. Igual de malo es el que comete estas violaciones de derechos como el que permite que éstas sucedan.

Los actores Rani Mukherjee, Salman Khan y Preity Zinta en Chori Chori Chupke Chupke (2001).

En India, uno de los casos más sonados fue el de Bharat Shah en 2003. En 2001 se estrena el éxito Chori Chori Chupke Chupke, y pronto se descubre que esta película fue financiada con dinero proveniente de Chhota Shakeel, mano derecha del líder de D-Company, una de las mayores mafias del sur de Asia. Este dinero fue presuntamente ofrecido al productor Bharat Shah, lo cual le relacionó directamente con su pertenencia a esta banda.

Hasta 13 testigos (incluidas celebridades como Shah Rukh Khan y Salman Khan) hicieron una primera declaración en su contra, admitiendo extorsiones y amenazas, pero poco tiempo después se retractaron y decidieron no colaborar con la fiscalía. La única que reiteró estas declaraciones fue la actriz, Preity Zinta (quien posteriormente sobreviviría a una explosión en Colombo y al tsunami de 2004 en Tailandia), por lo que le dieron protección de testigos y se vio obligada a permanecer fuera del ojo público durante una temporada.

Preity Zinta es una actriz que conoció el momento cumbre de su carrera a principios de siglo con películas como Kal Ho Naa Ho (2003) y Veer-Zaara (2004), así como la ya mencionada Chori Chori Chupke Chupke. En 2006 se convirtió en embajadora de los Godfrey Phillips Bravery Awards por su actuación contra la mafia de Bombay.

Preity Zinta como embajadora de los premios Godfrey Phillips.

¿Cómo de graves eran las amenazas que estas personas recibían como para que personajes poderosos tuvieran el miedo suficiente de retractarse de lo que habían declarado? O quizás la duda debería ser ¿cuánto dinero ofrecieron a cambio de su silencio? ¿Shah Rukh Khan habría llegado a ser lo que es hoy en día si hubiese mantenido sus declaraciones? Nunca lo sabremos, puesto que hay todo un submundo de porquería bajo ese mundo de celebridades que todos adoramos y envidiamos.

Namaste, amigos.