‘Empieza el baile’, un tango de muerte

Título original: Empieza el baile

Año: 2023

Duración: 98 min

País: Argentina

Dirección: Marina Seresesky

Guion: Marina Seresesky

Música: Nicolás Guerschberg

Fotografía: Federico Rivares

Reparto: Darío Grandinetti, Mercedes Morán, Jorge Marrale, Pastora Vega, Agostina Pozzi, Lautaro Zera, Marcelo Xicarts, Carolina Sobisch

Compañías: Coproducción Argentina-España; Meridional Producciones, Oeste Films, Patagonik, El Gatoverde Producciones, Áralan Films, Habitación 1520 Producciones, Sur Films, Reina de Pike

Género: Comedia. Drama. Road Movie

Ficha completa en Filmaffinity

No es fácil admitir que nos hacemos mayores. Confesémoslo: el estilo de vida mundano con sus excesos y sus vicios, la sobrecarga de trabajo y las inyecciones de estrés en las carreras hacia el metro nos dejan poco tiempo para replantearnos lo longevo y lo provechoso de nuestra andadura por el mundo. Y es así, sumidos en una rutina mecanizada con regusto a cafeína, cuando nos cae el primer jarro de agua fría en la cabeza. Suena el teléfono. El mundo parece congelarse. Quien llama es la muerte o, a modo de cortesía, la enfermedad. Empieza el baile.

Así de desprevenido coge el teléfono Carlos, el protagonista de la nueva película de Marina Seresesky. El bailarín retirado de tango deberá volar de Madrid a su ciudad natal, Buenos Aires, donde se reunirá con su ex pareja de profesión, Margarita, y su amigo Pichuquito. Con ellos iniciará un inesperado viaje cruzando todo el país que les valdrá para afrontar el pasado, la vejez y, sobre todo, el futuro inmediato.

En este road movie, la directora porteña nos hace escarmentar con un desdichado presente fruto de pasados tiempos felices y alocados. Así se alía de nuevo con el drama y la comedia, géneros que han marcado sus anteriores largometrajes: La puerta abierta (2016) y Lo nunca visto (2019). Ambas contaban con Carmen Machi como habitual; sin embargo, en esta ocasión Seresesky cuenta enteramente con actores argentinos entre sus personajes principales: Darío Grandinetti, Mercedes Morán y Jorge Marrale. Y es que el acento y el humor de la pampa reinan en toda la película, potenciando escandalosamente los giros humorísticos y enterneciendo con su musicalidad los momentos emotivos.

Empieza el baile
Fotografía de Empieza el baile (material de prensa página oficial del Festival de Málaga)

A las cosas importantes hay que darles un final bonito” dicen en algún momento de la película. Y tanto. Una sucesión de planos abiertos, pintados en azul y en marrones áridos, acunan a los protagonistas en los momentos más difíciles. La naturaleza argentina se muestra sin tapujos, algo así como en Trigal, drama de la mexicana Anabel Caso que se estrenaba junto a Empieza el baile en el Festival de Málaga. La fotografía es el punto fuerte de la película, junto a interpretaciones cargadas de identidad y al exitoso desarrollo de los personajes. En esta ocasión, los actores rebañan al máximo la profundidad de sus personajes, y nosotros no echamos de menos a Carmen Machi en la gran pantalla.

El viaje de Carlos y Margarita es una paradójica sátira; cuanto más camino recorren, menos tiempo queda, pero más humor. La crueldad y la broma cada vez se superponen más, aunque a menudo amenazan con descarriar, especialmente cuando un amasijo de sucesos inverosímiles se agolpa apenas a unos minutos del clímax de la comedia argentina. De repente, Seresesky se excede con el absurdo, pero afortunadamente sus prudentes actores y la pampa argentina vienen a rescatarnos y llevarnos con éxito al desenlace final.

La coproducción entre España y Argentina podrá verse en cines desde el 5 de abril. El pasado mes de marzo, la película competía por la Biznaga de Oro y finalmente salió airosa consiguiendo el Premio del Público y la Biznaga de Plata a la Mejor interpretación masculina de reparto para Marrale.

Argentina, talento y atisbos de catástrofe salvados a tiempo son los verdaderos protagonistas de Empieza el baile. Una película sobre finales, donde drama y, sobre todo, comedia quedan reducidos a la vida misma. Y que concluye con algo que ya predecía Hemingway: “Dicen que las simientes de todo lo que haremos están en nosotros, pero a mí me parece que en los que bromean c on la vida las simientes están cubiertas con mejor tierra y más abono”.

Lo mejor: las interpretaciones cargadas de personalidad de los tres actores experimentados.

Lo peor: los giros cómicos del guion son en ocasiones excesivos y amenazan la suspensión de incredulidad del espectador.

Nota: 7/10