Sobre la historia natural de la destrucción
Sobre la historia natural de la destrucción (2022)

Crítica – ‘Sobre la historia natural de la destrucción’

Título original: Die Naturgeschichte der Zerstörung

Año: 2022

Duración: 112 min.

País: Alemania

Dirección: Sergei Loznitsa

Guion: basado en W.G. Sebald

Productora: Coproducción Alemania-Lituania-Países Bajos

Género: Documental

Ficha en Filmaffinity

La gente que habitó los eventos que narran nuestros libros de historia, además de hacer historia, también hicieron la compra, fueron a la plaza los domingos, bailaron y vivieron. Todo esto sucedió, ciertamente, entre destrucción y destrucción, cuando la vida ofrecía una tregua del que quizá sea el estado natural del ser humano.

Sergei Loznitsa (Donbass), que ya nos tiene acostumbrados a este tipo de documentales observacionales compuestos por material de archivo extraídos de horas y horas de metraje encontrado, decide iniciar el filme en este momento de interludio en el que la vida se desarrolla con tranquilidad. No pasa mucho tiempo, no obstante, hasta que es perturbado por el tema principal del metraje: la guerra.

En una bella y terrorífica secuencia que se encuentra en el punto medio entre lo histórico y lo poético, Loznitsa nos muestra un ataque aéreo nocturno en el que decenas de bombarderos lanzan sus explosivos contra las ciudades enemigas. Desde las alturas, las ciudades parecen hormigueros luminosos, o un mar de estrellas distantes acompañadas por fuegos artificiales que, en realidad, son las bombas que caen del cielo hasta estallar en las calles, avenidas y plazas de ciudades plagadas de gente que grita y huye. Este es un claro ejemplo de la mayor virtud técnica de la película: la magistral comunión entre la imagen y el sonido. En la pantalla: la abstracta y lírica imagen de los aviones flotando en aquel espacio indefinido que podría ser un lienzo de Pollock. En nuestros oídos: el caos de las explosiones, los motores, la desesperación de la gente, las bocinas. Es el cielo contra la tierra, lo divino contra lo humano, la perspectiva del opresor contra el sufrimiento del oprimido.

Cuando la aviación se marcha y el día llega con su luz reveladora, descubrimos las consecuencias de la guerra: todo ha quedado destruido y, entre los discursos vacíos y la propaganda política que se irá sucediendo, las ruinas van ocupando todo lo que alguna vez fue ciudad.

Sobre la historia natural de la destrucción
Fotograma de ‘Sobre la historia natural de la destrucción’ (2022)

Vuelve a rehuir el realizador bielorruso -como ya haría en El juicio (2018) o en Funeral de Estado (2019)- de cualquier voz en off o narrador que pueda contextualizar o acompañar los eventos que presenciamos. Así, nos deja solos y desamparados ante la sucesión de momentos, personajes y tragedias que nos muestra compiladas en un montaje fino y quirúrgico. A falta de esta figura de narrador, la increíble reconstrucción de los sonidos y voces, creando un paisaje sonoro de un altísimo nivel, nos sitúan verdaderamente allí, dentro de las imágenes, en los salones de conferencia, las calles transitadas o el interior de un avión militar cargado de bombas.

Sobre la historia natural de la destrucción cierra con imágenes aéreas, similares a las que la abrieron, pero que esta vez muestran la ciudad completamente destrozada. Los fantasmagóricos edificios, de exquisita arquitectura, han quedado como esqueletos, muertos pero aún en pie. Más tarde, el pueblo se encargará de derribarlos, reconstruirlos y restaurarlos. Es la historia natural de la reparación.

Sobre la historia natural de la destrucción se estrena en Filmin el próximo 9 de diciembre

_

Lo mejor: en el contexto actual, con las tensiones internacionales existentes, la película suscita reflexiones interesantes y necesarias sobre las consecuencias de la guerra. Además, el rico material de archivo es revelador e impactante a partes iguales.

Lo peor: cae en algún punto muerto de intensidad cerca de la mitad del metraje.

Nota: 7.5/10