Título original: Gli anni più belli
Año: 2020
Duración: 129 min.
País: Italia
Dirección: Gabriele Muccino
Guión: Gabriele Muccino, Paolo Costella
Fotografía: Eloi Molí
Música: Nicola Piovani
Reparto: Pierfrancesco Favino, Micaela Ramazzotti, Kim Rossi Stuart, Claudio Santamaria, Francesco Centorame, Andrea Pittorino, Nicoletta Romanoff, Paola Sotgiu, Francesco Acquaroli
Productora: RAI Cinema, Lucky Lotus Production, Leone Film Group
Género: Drama | Felicidad | Amistad
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En esta historia de enredos hallamos relaciones de amor, amistad y desencuentros en el pequeño círculo de cuatro personas. Cuatro amigos que se conocen desde una adolescencia ambientada en la Italia de los años 1980. Unas trayectorias vitales que trascurren ante nuestros ojos hasta la actualidad, a trompicones por los golpes que da la vida. Giulio, Gemma, Paolo y Riccardo se conocen desde casi siempre. Por ese motivo comparten todo tipo de aventuras y desventuras. Y como en la vida misma, saborean las mieles y sinsabores de tantas y tantas alegrías y decepciones.
Gabriele Muccino regresa al cine italiano tras un periodo de producciones estadounidenses dirigiendo películas más que notables como En busca de la felicidad, Siete almas o De padres a hijas. En esta ocasión pretende mantener el tono lacrimógeno y sentimental en la historia, con ese matiz agridulce a la vez que sensible y emotivo de sus obras. Vuelve con un claro aroma del estilo narrativo a la italiana (‘italianata‘). Recurre a alguno de los actores más habituales de sus películas como Claudio Santamaria o Pierfrancesco Favino (Bésame otra vez o En casa todos bien). Este último comparte protagonismo con los otros tres aun siendo uno de los actores italianos más estelares por su proyección internacional en cintas como Ángeles y demonios, Guerra mundial Z o Rush. Sin olvidarnos de sus dramas políticos patrios de buen nivel como Suburra, El traidor o Piazza Fontana: La conspiración italiana.
Desde la efervescencia de los personajes infantojuveniles hasta su versión madura que reflexionan y se encuentran y desencuentran en la actualidad: todo es intensidad, discusiones, gritos y voces con aspavientos con esa manera tan italiana de afrontar los problemas. La música es a base de melodías romanticonas para recordarnos que este es un film de esencia pura italiana. Para acentuarlo tenemos la Roma de siempre, con guiños a los grandes escenarios cinematográficos como la Fontana di Trevi, la Piazza Navona o varias escalinatas interminables.
Que sí, que Muccino tiró de un gran Will Smith y nos encadiló con esas emotivas historias sobre la importancia de la felicidad. Pero aquí el drama es más a la italiana, es intenso y los problemas se magnifican a la manera latina.
La vida es así para Gabriele Muccino, es cruda y real además de imperfecta. Pero nunca es tarde para reencontrarse de nuevo con ella a pesar de los remordimientos, los grandes errores y las malas decisiones. La madurez permite a los personajes valorar sus vidas y su felicidad desde la perspectiva de todas esas pruebas y errores que les ha traído hasta el momento actual. La felicidad ha pasado muchas veces por delante de ellos sin que hayan reparado muy bien en ella, o le hayan dedicado toda la intensidad necesaria para lograrla.
Giulio (Pierfrancesco Favino) es el más ambicioso y exitoso de los cuatro. Alcanza el éxito profesional como abogado y empresario de prestigio y con ello la riqueza. Sin embargo, el dinero y el éxito está lejos de proporcionarle la felicidad. Gemma (Micaela Ramazzotti) tan errante y tan insatisfecha siempre, vaga por la vida sin rumbo claro. Los otros dos amigos, Riccardo (Claudio Santamaria) y Paolo (Kim Rossi Stuart) son los más bonachones, quieren y no pueden ser felices. Sin embargo, todos ellos a medida que maduran, se van reencontrando consigo mismos y con la esencia verdadera de la felicidad.
Es una película sin grandes pretensiones, quizá no tan notable como algunas de las citadas del director. No obstante, está llena de sentimientos encontrados, impulsos y decisiones difíciles como la propia vida real. ¿¡Quién no se ha equivocado ni ha sufrido en esta vida!?
La narración lineal desde los años 1980 hasta la actualidad puede parecer muy típica, pero lo que destaca de sobremanera son los momentos de esos encuentros entre el cuarteto protagonista. Sus conversaciones y vivencias juntos. No es que se trate de diálogos tan profundos como los de otras películas al estilo de Una noche en Miami (Regina King, 2020) o Regreso a Ítaca (Laurent Cantet, 2014). Pero las intrincadas relaciones entre los cuatro, los giros de sus vidas y las rebuscadas coincidencias de la vida misma mantendrán interesado al espectador en las dos horas del metraje.
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Lo mejor: valorar y reencontrar la auténtica felicidad a pesar de errores, fatalidades, arrepentimientos y malas decisiones.
Lo peor: la poco creíble caracterización de los protagonistas en su etapa veinte y treintañera, y algunas rebuscadas coincidencias y giros en las historias.
Nota: 6,5/10