Título original: Madame Bovary
Año: 2014
Duración: 118 min
País: Reino Unido
Director: Sophie Barthes
Guión: Rose Barreneche, Sophie Barthes (Novela: Gustave Flaubert)
Música: Evgueni Galperine, Sacha Galperine
Fotografía: Andrij Parekh
Reparto: Mia Wasikowska, Ezra Miller, Paul Giamatti, Rhys Ifans, Logan Marshall-Green, Laura Carmichael, Henry Lloyd-Hughes, Olivier Gourmet, Morfydd Clark
Productora: A Company Filmproduktionsgesellschaft / Aleph Motion Pictures / Left Field Ventures
Género: Drama
Ficha en Sensacine
Sophie Barthes (Cold Souls, 2009) se rodea de un generoso reparto para esta nueva adaptación de Madame Bovary, el clásico de Gustave Flaubert que parece no pasar nunca de moda. Entre el casting podemos reconocer caras como la protagonista Mia Wasikowska (Stoker, 2013), Ezra Miller (Tenemos que hablar de Kevin, 2011), Rhys Ifans (Anonymous, 2011), Logan Marshall-Green (La invitación, 2o15) o el incombustible Paul Giamatti (La joven del agua, 2006). Esta vez el guión está en manos de Felipe Marino (The Hallow, 2015) quien firma como Rose Barreneche, además de la propia directora.
La película tiene todo lo que se le presupone a una historia de época: un cuidado maquillaje, un excelente diseño de vestuario y un departamento de arte a la altura de la novela que nos ocupa. Todo ello está al nivel esperado en una producción de este calibre. Tampoco se puede quejar el espectador de las interpretaciones, con una Mia Wasikowska que se maneja muy bien en la montaña rusa que vive Madame Bovary. La actriz es una muy decente protagonista, interpretando con sutileza y carburando sin problemas entre los todos los registros que exige un papel así con toda naturalidad. Le acompaña un casting acertado, dando lo esperado a sus protagonistas y a veces más, como un Rhys Ifans que se maneja como pez en el agua en el papel de Monsieur Lhereux. No. Definitivamente no nos podemos quejar de ninguno de estos apartados.
Y sin embargo, la película se hace tediosa. Aburrida a ratos. Soporífera por momentos. Cuesta seguir las desdichas de Madame Bovary sin mirar la hora, síntoma inequívoco de que algo no acaba de funcionar. Durante la mayoría de la película, lo que es o deja de ser del personaje central apenas me interesa, me es intrascendente. Y no porque haya leído la novela, porque sepa qué va a pasar. No. Simplemente, el guion no me engancha, el ritmo no me atrapa y la peripecia me parece puro trámite.
En definitiva, Sophie Barthes nos deja una adaptación más, a secas. Su Bovary no la recordaré más que a rafagazos, sin tampoco desmerecer en su totalidad. Pero se me queda la espinita de ver cómo hubiera sido la misma historia, con la misma directora y actores, con otra capa de guion.
Lo mejor: Todo el departamento artístico, que como no podía ser de otra forma en una producción de estas características, está de diez.
Lo peor: Cuesta seguirla. Aburrida por momentos. Soporífera otros. La Bovary de Barthes no acaba de engancharme nunca.
Nota: 5/10