Crítica – ‘Los Hollar’

Título original: The Hollars

Año: 2016

Duración: 88 min.

País: Estados Unidos

Director: John Krasinski

Guion: Jim Strouse

Música: Josh Ritter

Fotografía: Eric Alan Edwards

Reparto: John Krasinski, Margo Martindale, Anna Kendrick, Sharlto Copley, Richard Jenkins, Mary Elizabeth Winstead, Josh Groban, Mary Kay Place, Ashley Dyke, Yvonne Angulo, Jennifer Pierce Mathus, Nancy Nave

Productora: Groundswell Productions / Sunday Night / Sycamore Pictures

Género: Comedia, drama, cine independiente

John Krasinski, director y protagonista de esta película, regala al espectador el lado más agridulce de la vida. Con una mezcla de humor fresco y un drama que podría llevar perfectamente el nombre de Margo Martindale, se presenta a Los Hollar. Una familia peculiar que deberá cuidarse mutuamente cuando todo es un desastre.

En el momento en que Sally (Martindale) enferma de un tumor cerebral, su hijo pequeño John vuelve a su ciudad natal. La llegada de John (Krasinski) une de nuevo a la familia en una pequeña habitación de hospital, donde se reflejarán los miedos más escondidos de las personas y los sentimientos más puros de protección familiar.

Es la peor etapa de los Hollar. Mientras el padre de familia (Richard Jenkins) está en bancarrota y se culpa de la enfermedad de su mujer, su hijo mayor Ron (Sharlto Copley) se arrepiente del divorcio y echa de menos a sus hijas. El único que aparentemente tiene una buena vida es John, que tiene un trabajo de dibujante en Nueva York y una novia perfecta (Anna Kendrick) a punto de dar a luz. Lo cierto es que John está en el momento más confuso de su vida y su madre será la única que le hará entender lo que realmente importa.

A pesar de que la estructura que envuelve a Los Hollar es muy sencilla y la trama resulte convencional, es todo un mérito para ser la segunda película de John Krasinski. Consigue justo lo que pretende: contar una historia que ya hemos visto de muchas formas y, aún así, sentir que los Hollar son únicos y que realmente se necesitan los unos a los otros.  El reparto está muy cuidado y las interpretaciones merecen la pena. Sally se convierte en una mujer inolvidable, aunque se encuentre en la cama del hospital la mayor parte del tiempo. A través de su interpretación demuestra que es una gran actriz: consigue hacer reír de corazón cuando resulta complicado y llorar de emoción cuando el amor lo hace todo más fácil. Martindale logra transmitir con una sola mirada.

Es una película suave, sencilla y con un ritmo lento pero aún así conquista por las mismas razones. Cuando la vida te da la espalda, el entorno se percibe de otra manera. John Krasinski plantea a la perfección la sensación de volver a casa, con aquellos que siempre estuvieron allí y ver que, en el fondo, seguimos siendo los mismos. Quizá lo único que no convence del todo son las subtramas que pueden percibirse como incompletas. El personaje de Charlie Day, que interpreta al enfermero de Sally, aporta un humor descarado y absurdo, que Krasinski logra compensar en el final.

Quien piense que Los Hollar es un intento forzado de drama comedia indie, es que no ha percibido la ligera magia y compasión de Krasinski. No es una gran producción, es cierto, pero tiene momentos que perdurarán en la memoria colectiva de los que la hayan visto. Por ejemplo, la escena de la canción Indigo Girls, el corte de pelo de Sally o la última cena en familia. A todos estos momentos frágiles pero encantadores, les acompaña una banda sonora fresca y delicada. La música de John Ritter aporta a Los Hollar un estilo indie muy cálido, que le resta dramatismo a la dura realidad. Esa es la intención en todo momento: demostrar que todo puede salir bien aunque las cosas vayan mal.

En definitiva, Los Hollar sabe transmitir con muy poco y eso es lo que convierte a esta familia en única e inolvidable.

Lo mejor: La interpretación de Margo Martindale, el humor fresco de los Hollar y la ternura de Krasinski

Lo peor: Las subtramas no convencen del todo

Nota: 7/10