Crítica – ‘La venganza de Jane’

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Título: La venganza de Jane

Año: 2016

País: Estados Unidos

Dirección: Gavin O’Connor

Guión: Brian Dufflield, Anthony Tambakis, Joel Edgerton

Reparto: Natalie Portman, Joel Edgerton, Ewan McGregor, Noah Emmerich, Rodrigo Santoro

Fotografía: Mandy Walker

Música: Marcello De Francisci, Lisa Gerrard

Producción: Stone Village Productions, The Wenstein Company, Handsome Charlie, Relativity

Duración: 1h y 38 min

Estreno: 6 mayo

original (1)El director neoyorquino Gavin O,Connor, acostumbrado a bailar entre el mundo televisivo y el cine, vuelve a la pantalla grande después de cinco años, cuando dirigió ‘Warrior’ (2011), además de cosechar atención unos años antes cuando firmó ‘Cuestión de honor’ (2008). Ahora se atreve con el western dramático, con un reparto de lujo, que cuenta con un guión original, en el que ha participado el actor Joel Edgerton, cooprotagonista también en la película.

Natalie Portman interpreta a Jane, una mujer valiente casada con un conocido forajido llamado Bill Hammond (Noah Emmerich). Todo se complica cuando la banda de Bishop (Ewan McGregor) decide ir en busca de su antiguo socio Hammond, por haber asesinado a algunos de sus hombres. Jane defenderá a su familia y su casa, pero no lo hará sola, si no junto a Dan Frost (Joel Edgerton), un antiguo conocido con experiencia de combate.

Con un casting de esta envergadura, uno puede esperar duelos al sol, tanto con pistolas como con interpretaciones memorables, aunque por desgracia éste no va a ser el caso. Destacables son los trabajos de Natalie Portman y su compañero Joel Edgerton, a los que hay que añadir alguno de los componentes del reparto que interpretan a los secuaces de Bishop, con apariciones breves pero intensas. En el otro lado de la balanza se encuentra Ewan McGregor, que encarna al villano de la película, un delincuente peligroso con decenas de perturbados en sus filas. El trabajo de McGregor como forajido y más como jefe de una banda de forajidos, deja mucho que desear. Esperando una amenaza real y peligrosa, el personaje no infunde el terror que se podría esperar. En ningún momento se siente una intimidación destacable por parte de Bishop, que tiene unos socios que dan bastante más miedo que él mismo.

042247.jpg-r_640_600-b_1_D6D6D6-f_jpg-q_x-xxyxxEl argumento parece girar en torno al enfrentamiento de la familia de Jane y la banda de Bishop, pero cuando la acción se desarrolla, nace un drama romántico con tintes de western, que puede decepcionar a aquellos que acudan a ver un duelo de libro. Los flasback salpican la película, relatando la vida tan llena de desgracias por la que ha pasado Jane, unas secuencias que en ciertos momentos entorpecen la acción más que favorecerla, haciendo que una película de hora y media, parezca más larga a ojos del espectador. Con un cambio de tercio poco esperado, la acción de la pólvora y las pistolas queda relegada ante una dramática historia de amor, que se va apoderando de la cinta, de manera que la acción queda ensombrecida y la historia romántica no convence.

Uno de los aspectos más atractivos de los western suelen ser sus paisajes y ‘La venganza de Jane’ no es una excepción. En las filas del equipo técnico, contaron con la mano experimentada de Mandy Walker, directora de fotografía que participó en películas tan épicas como ‘Australia’ (2008) y otras con estéticas tan curiosas como ‘Caperucita Roja ¿A quién tienes miedo?’ (2011). Aquí demuestra que sabe plasmar el oeste, con buenos encuadres, algunos detalles inspirados en el clásico ‘La diligencia’ (1939) y bonitos contrastes que siempre se agradecen con el ambiente del lejano oeste.

maxresdefault (3)En el apartado técnico no hay nada que reprochar a una película que ha adaptado el drama romántico para llevarlo al western clásico. Con menos fortuna se queda el elenco artístico, que ha unido buenas interpretaciones en contraste con otras bastante malas, que desmerecen a una cinta que se queda en el camino. Un drama romántico disfrazado de western, que puede decepcionar al público si espera ver mucha acción y duelos bajo el sol.