Título original: Room
País: Estados Unidos
Año: 2015
Dirección: Lenny Abrahamson
Guión: Emma Donoghue (novela y adaptación)
Reparto: Brie Larson, Jacob Tremblay, Sean Bridgers, Wendy Crewson, William H. Macy, Joan Allen, Tom McCamus
Fotografía: Danny Cohen
Música: Stephen Rennicks
Duración: 1 h y 58 min
Estreno: 26 febrero
Cuatro nominaciones a los Oscar son los que acumula «La habitación», que lucha en algunas de las categorías más apreciadas de la Academia como mejor película, mejor actriz principal y mejor dirección. Ha conseguido colarse entre grandes producciones como «El renacido» o «Mad Max : Furia en la carretera«, con una propuesta sincera pero arrolladora.
Dirigida por Lenny Abrahamson, adapta la novela inspirada en los terribles casos reales de Natascha Kampusch y el «Monstruo de Amstetten«, con mucha repercusión en los medios de comunicación. En ésta historia tenemos a Jack, un niño de cinco años que vive encerrado con su madre desde que nació, en una pequeña habitación. Su captor, al que llaman Viejo Nick (forma anglosajona de referirse al Demonio), secuestró a su madre hace siete años y desde entonces, es el único lugar que conocen. Allí inventan miles de formas de vivir de la mejor manera un secuestro forzado, haciendo que la infancia de Jack sea lo mejor posible mientras el Viejo Nick no está.
Aquellos que sufran de claustrofobia pueden estar tranquilos, ya que dentro de esa minúscula habitación hay un mundo entero. Por increíble que parezca, las paredes se separan cuando se observa la «celda» a través de los ojos del pequeño Jack y el tiempo pasa volando. Puede que parezca difícil mantener la atención del espectador cuando restringes la acción en un lugar tan limitado, pero los ojos de un niño pueden hacer que los adultos vean más allá de lo evidente. La primera hora de la película pasa en un suspiro, pero lo más llamativo de la cinta es su capacidad de emocionar, no sólo hacia la tristeza, si no hacia un torbellino de emociones que hará pasar al público por la tranquilidad, la pena, la frustración, el asco, el miedo y la esperanza, en menos de dos horas.
La interpretación de Brie Larson como la madre coraje que parece mantenerse en pie únicamente por su hijo, es verdaderamente desgarradora. Con su justa nominación al Oscar a mejor actriz principal, se deja retratar de una manera tan cruda y natural, que no muchas actrices se atreverían a aceptar. Una madre con mayúsculas es lo que consigue reflejar Larson, sin dudar en una sola escena, con una química tremenda con el pequeño Jack.
Resulta sorprendente que la fantástica interpretación de Jack, a cargo de Jacob Tremblay no tenga más atención que la de su compañera de reparto. El jovencísimo actor que es el narrador durante toda la película, hace un trabajo monumental y casi increíble. El gran director Alfred Hitchcock dejó muchas frases para la posteridad y en una de ellas dijo «Nunca se debe trabajar ni con niños, ni con animales«, pero Tremblay demuestra su gran capacidad para encarnar a ese niño burbuja, algo que también tiene mucho que decir de la gran dirección de actores de la película.
Sin un espejo donde mirarse ni nada que no sea de primera necesidad, incluso el simple echo de poder ver el horizonte, es un sueño para ella y una fantasía para el pequeño Jack, que ni siquiera sabe qué espera ver ahí fuera.
El amor de una madre puede convertir en sueño una pesadilla, si de éso depende la felicidad de su hijo. Muchas son las emociones y sensaciones que ofrece «La habitación», con un drama disfrazado para la mirada de un niño, que recuerda de la manera más dura que los problemas del día a día no son nada y hay que valorar lo que de verdad importa.