Crítica – ‘I am Michael’

Título original: I Am Michael

Año: 2015

Duración: 98 min.

País: Estados Unidos

Director: Justin Kelly

Guion: Benoit Denizet Lewis, Justin Kelly, Stacey Miller

Música: Tim Kvasnosky

Fotografía: Christopher Blauvelt

Reparto: James Franco,  Emma Roberts,  Zachary Quinto,  Leven Rambin,  Daryl Hannah, Avan Jogia,  Lesley Ann Warren,  Charlie Carver,  Devon Graye,  Jenna Leigh Green, Evie Thompson,  Blake Lee

Productora: Gotham Group / RabbitBandini Productions / Thats Hollywood

Género: Drama | Homosexualidad. Cine independiente USA

Ficha en Sensacine

El pasado 23 de junio se daba el pistoletazo al WorldPride Madrid 2017, uno de los mayores movimientos a nivel global para reivindicar los derechos LGTBIQ. Las calles de Madrid se llenaron con más de dos millones y medio de personas llegadas desde distintos puntos del planeta para celebrar el triunfo de la tolerancia y diversidad sexual. Sin embargo, no todo fueron festejos ya que, y a pesar de los 2.200 agentes de policía encargados de velar por la seguridad de los presentes, se produjeron agresiones homófobas. Los protagonistas de I am Michael habrían acudido a Madrid para unirse al movimiento LGTBIQ. Sin pensarlo.

El director del filme, Justin Kelly, plantea I am Michael como una crítica a la dicotomía existente entre religión y homosexualidad con la que se ganó el respeto de todo el Festival de Cine de Sundance 2015. En 2016 escribió y dirigió King Cobra, película de temática similar a su predecesora, que trata sobre la vida y la carrera temprana de Brent Corrigan, estrella del porno gay.

Michael y Bennet eran una pareja ideal.

I am Michael, basada en hechos reales, cuenta la historia de Michal Glatze (James Franco), activista y director de una revista del colectivo LGTBIQ. Michael vive con su pareja, Bennet Nycum (Zachary Quinto), y Tyler (Charlie Carver). Tras sufrir una crisis relacionada con dolencias del corazón, Michael decide abandonar su actual vida, se reconvierte en pastor homófobo aceptando fielmente las sagradas escrituras y contrae matrimonio con Rebekah Fuller (Emma Roberts).

¿Cómo fue posible que Michael Glatze rompiera con su vida, dejara de aceptarse como homosexual y profesara tanto odio después hacia este colectivo? En el filme se explica que el motivo fue la religión. Michael era uno de los que más empeñado estaba en ayudar, principalmente, a jóvenes LGTBIQ que tenían miedo a salir del armario por rechazo de amigos y familiares. De hecho, emprendió un viaje junto a su pareja por todo EE. UU. para realizar un documental en el que quedara plasmado las experiencias de los jóvenes de este colectivo, así como ponente de conferencias para ofrecerles ayuda. Más adelante, empieza a refugiarse en la fe cristiana cuando se recupera, según él, por obra de Dios de una dolencia cardíaca. A partir de ese momento emprende una caza de brujas contra los homosexuales, rechazando su propia condición y confundiendo a sus seguidores.

“¿Qué dios os castigaría por encontrar el amor?”

El cristianismo y el islamismo, por ejemplo, no aceptan la homosexualidad porque según sus libros sagrados ven condenables estas prácticas considerando como pecaminosa la misma orientación, así como una conducta desordenada. Es decir, declaran que la homosexualidad es una enfermedad que se puede subsanar o corregir a través de fe religiosa y la práctica heterosexual. Atendiendo a esto, Michael, al refugiarse en la fe cristiana, rechaza abiertamente su homosexualidad condenando a todos aquellos que la practican. De hecho, un tiempo después de cortar con su expareja Bennet, Michael intenta convencerle de que abandone también su orientación y que rezará para que consiga superarlo. Bennet se queda atónito ante el radical cambio que ha experimentado el protagonista.

A lo largo del filme se evidencia el desorden mental, en el buen sentido de la palabra, que tiene Michael, ya que, durante una etapa de su vida, decide probar el budismo y la meditación para intentar librarse de todos sus “deseos antinaturales gais”, en palabras de él. A pesar de querer reprimir sus deseos homosexuales, no es capaz de conseguirlo, porque una persona no puede dejar de ser quien es de la noche a la mañana.

Michael conoce a Rebekah y se enamoran, renegando definitivamente de su homosexualidad

El trabajo actoral que desempeñan todos los actores y, en especial, James Franco, es digna de aplausos. Te llegas a angustiar, incluso odias al personaje, por sus acciones. Esto significa que ha creado en ti un sentimiento, ya sea para bien o para mal, pero no te ha dejado indiferente.

Es muy triste pensar que, a pesar de las creencias de cada uno, alguien, ya sea un Dios o un ser terrenal, sienta odio hacia dos personas que se quieren y que en absoluto están haciendo nada malo. En pleno siglo XXI siguen existiendo agresiones homófobas a diario, así como penas de muerte en un número considerable de países por ser homosexual.

En definitiva, I am Michael, es una excelente crítica a las ideas que profesa la fe cristiana en relación al odio que esta religión siente hacia el colectivo LGTBIQ. Sería muy acertado que esta película llegara, especialmente, a la mayoría del público joven para crear conciencia y enseñar que nadie en este planeta debería sentir odio hacia dos personas, del mismo género, que forman parte del motor del universo: el amor.

Lo mejor: el tema tratado desde ambas prespectivas.

Lo peor: Entendida de forma errónea puede crear más odio en las personas hacia el colectivo LGTBIQ.

Nota: 8/10