Título original: Avatar: The Way of Water
Año: 2022
Duración: 192 min.
País: Estados Unidos
Dirección: James Cameron
Género: Ciencia ficción. Aventuras. Fantástico. Acción
Guión: James Cameron, Rick Jaffa, Amanda Silver.
Música: Simon Franglen
Fotografía: Russell Carpenter
Reparto: Sam Worthington, Zoe Saldana, Sigourney Weaver, Kate Winslet, Stephen Lang, Cliff Curtis, Joel David Moore, Giovanni Ribisi, Edie Falco, CCH Pounder.
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Han pasado trece largos años desde la primera Avatar (2009) y el director de Titanic (1997), Terminator 2 (1991) o Aliens: El regreso (1985) vuelve con la intención de seguir construyendo su particular universo en Pandora con los avances técnicos de vanguardia.
¿Ha conseguido James Cameron sorprender al espectador como hizo allá por el 2009? Aquí un servidor dice rotundamente no. Me explico.
El avance técnico es evidente. Podemos estar deslumbrados con los detalles de los Na’vi y demás criaturas del océano de Pandora. Hay una mejora con respecto a la primera cinta, pero desde mi punta de vista no es suficiente. Una vez más lo visual disfraza las carencias de un guion básico, pobre, previsible y tedioso. Por no hablar de lo pretensiosa que puede resultar la película con su mensaje ecologista.
Cameron ha cambiado lo de talar árboles por la caza de ballenas pero siguiendo la misma estructura narrativa que en 2009. Existen claras tres partes, una hora de planteamiento donde la película consigue meternos de lleno en esa nueva vida de Jake Sully (Sam Worthington) y Neitiri (Zoe Saldana). Un inicio interesante y lleno de acción que consigue atrapar al espectador hasta que llega el nudo de la historia donde, sin duda, la cinta se recrea en sí misma con imágenes al puro estilo National Geographic.
Una hora de película está dedicada a apreciar la belleza de la misma. Aquí, el argumento pasa a un segundo plano, y este es el problema. Es justo en el centro de la película donde veo que sobra metraje. Cuando el espectador ya normaliza lo bello de las imágenes, resulta aburrido ver fotogramas una y otra vez sin un motivo aparente. Esa sensación agónica de «no me estás contando nada».
Y cuando ya estás bostezando, empieza otra vez el drama en los personajes y la acción, casi al final de la obra.
Una película que sirve como base para la expansión de un universo que, de momento, resulta pesado si la intención de Pandora es servir como excusa para recrearse a nivel técnico con un pretencioso mensaje ecologista por detrás.
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Lo mejor: El aspecto visual de la película luce excelente.
Lo peor: El argumento es muy pobre y hace que la cinta sea lenta y tediosa.
Nota: 6/10