Título original: 1944
Año: 2015
Duración: 100 min
País: Estonia
Director: Elmo Nüganen
Guión: Leo Kunnas
Música: Jaak Jürisson
Fotografía: Rein Kotov, Mart Taniel
Reparto: Märt Pius, Mait Malmsten, Ain Mäeots, Magnús Mariuson, Kristjan Sarv, Maiken Schmidt, Rain Simmul, Ivo Uukkivi, Henrik Kalmet, Marko Leht, Kristjan Üksküla,Tõnu Oja
Productora: Matila Röhr Productions (MRP) / Taska Film
Género: Bélico
Ficha en Sensacine
¿Quién se esconde bajo la carcasa enemiga? ¿A quiénes matamos en una guerra? ¿Existe el lado del bien y el mal en un conflicto armado? ¿Cuál es la sinrazón de matarse entre hermanos? Estas son algunas de las preguntas que Elmo Nüganen (Nombres en mármol, 2002) explora en su última película, 1944, a través del guión de leo Kunnas. Una historia bélica desde dos de los bandos que se enfrentaban en la Estonia ocupada allá por los últimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial.
Generalmente, las películas bélicas adoptan uno de los dos bandos combatientes y a sus soldados como puntos de vista desde los que explorar la oleada de sentimientos y sensaciones desatadas en el fragor de una guerra. Se me ocurren tantos ejemplos que podría tirarme horas numerando ese cine unidireccional al que estamos tan acostumbrados. En otros casos, la experiencia es compartida, y sufres y te alegras con los dos bandos. Un recurso muy usado para esto es dividir en varias partes individuales la experiencia de un todo. Para que nos entendamos, venderlo en un pack ‘bélico’, como es el caso de las aclamadas Banderas de Nuestros Padres (2006) y Cartas desde Iwo Jima (2006), ambas del norteamericano Clint Eastwood. Cada una explorando desde cada uno de los bandos el conflicto. En 1944, Kunnas decide contar en una misma película dos historias. Dos tramas llevadas por dos soldados enemigos. Reúne así esa experiencia compartida en una misma película estructurándola en dos partes conectadas por la muerte, denominador común de toda guerra.
Lo compramos, claro. A estas alturas, con cientos de películas bélicas en nuestras espaldas, cualquier pequeña aportación de frescura, más o menos original, es bien recibida. No nos importa ver de nuevo escaramuzas, asaltos, emboscadas y fuego de metralla si lo que se nos cuenta se hace de forma distinta y, lo más importante, sirve para que lo que realmente subyace tras el barro nos llegue como si fuera la primera vez que vemos una película de este tipo.
Desafortundamente, 1944 se queda a la mitad del intento. Agradecemos el giro y el aire fresco de nuevas caras, pero a medida que se suceden los minutos nos encontramos con una película que pone latente un conflicto desolador, pero tratado de forma muy superficial. El tiempo pasa y la historia cada vez interesa menos, se vuelve más y más plana, previsible y lo peor de todo, intrascendente en todo sus aspectos. Dejan de importarnos sus personajes, sus peripecias y sus sentimientos, y lo único que queremos es firmar una tregua y que se acabe ya la película. Una más, una pena.
Lo mejor: La decisión de dividir la película en dos. Dos historias, dos tramas, dos personajes, dos puntos de vista de una misma guerra. Se agradece entre tanto fuego cruzado.
Lo peor: Pese a este planteamiento estructural, la película cae en los mismos errores que la mayoría de sus primas. Superficial y aburrida.
Nota: 5/10