20:30. Un móvil con conexión a Internet y yo. Diversas revistas femeninas retransmiten en directo, a través de sus perfiles sociales, la alfombra roja de los Goya. Aquel sábado de febrero conseguí llegar tarde a una cita, pero también un doctorado en el vestido de –la maravillosa- Leticia Dolera.
¿Qué tendrán las galas de la industria cinematográfica que enganchan tanto? ¿Será el glamour, el lujo? ¿Será ese sueño repentino de formar parte del sector, a pesar de no haber hecho ni un mero curso estival en interpretación? La cuestión es que, por un momento, consigues rozar Hollywood con la punta de los dedos; y si es luciendo un bonito traje, mucho mejor.
La razón es sencilla, dicha fascinación no es más que el resultado del uso adecuado de dos mundos: el cine y la moda. Una relación de pura conveniencia que, en gran parte de los casos, comienza en el momento en que un diseñador paga miles de dólares a un personaje público por vestir su marca durante “la gran noche”.
Pero no solo de alfombras se puede vivir. La magia empieza en la butaca de la sala, justo cuando -entre palomitas y refrescos- la pantalla te muestra a unos perfectos Brad Pitt y Marion Cotillard. Tan elegantes y Aliados, que rezas a Chanel con la esperanza de que se vuelvan a llevar los años 40.
Leí una vez que “el éxito de una película está en que, al finalizar, queramos vestir como uno de los personajes”. No me cabe la menor duda de la veracidad de la cita y de la importancia del estilista en la recepción final de cualquier obra audiovisual. Prueba a preguntárselo a una enamorada del aclamado vestido verde de Expiación, o también a aquel que se pasó las siete temporadas de Mad Men embelesado por el look dandy de Don Draper.
Aun así, si todavía sigues mostrándote reticente a hablar sobre moda en una web como 35milímetros, vengo dispuesta a convencerte. En ocasiones, la influencia que ejerce un ámbito sobre el otro es tal que Star Wars cierra desfiles de Rodarte.
¿Qué tal ahora?
Si te interesa la moda, el vestuario escénico, los grandes eventos… y quieres continuar profundizando en todo lo que rodea al cine o las series de televisión: quédate por La claqueta roja.