Este fin de semana Movistar+ estrena La peste, una de las series de televisión más esperadas del 2018 y que presenta unas expectativas tan altas en el público como lo ha sido su presupuesto.
Ambientada en la Sevilla del siglo XVI, en pleno apogeo del Imperio Español, La peste nos brinda una historia de tintes detectivescos, con pequeñas grandes interpretaciones. El tandem formado por Alberto Rodriguez y Rafael Cobos ha alumbrado una serie que, a pesar de no contar con más de 6 episodios, contagia (nunca mejor dicho) con gran facilidad y sorprende al espectador como pocos productos son capaces de hacer hoy en día. No solo por su increíble factura técnica e histórica, y el gran trabajo que esto ha supuesto, sino, sobretodo, por lograr rescatar de la memoria una Sevilla diferente, una ciudad que representó lo mejor y lo peor del mundo.
Es por ello que ofrecemos a vuestras mercedes cinco razones por las que no podéis perderos esta serie.
- Superproducción española
Diez millones de euros le ha costado a Movistar+ emprender un proyecto de tanta envergadura como es La peste. La plataforma lleva apostando desde hace un año por producciones propias como La zona o Velvet Colección, con las que pretende competir en el mercado audiovisual con las televisiones generalistas y las VOD como Netflix o HBO, recientemente incorporadas a la oferta nacional. Sin embargo, Movistar no solo pretende esto. Con La peste ha conseguido labrar una ficción de tal dimensión y técnica, que perfectamente puede equipararse con otras series internacionales. Demostrando, que en nuestro país, no sirve de nada minusvalorar nuestros productos y que existe la capacidad de llevar a cabo acciones arriesgadas como esta. Algo, realmente valorable.
- Sus pequeños detalles
Algo que llama la atención de La peste es el nivel de detalle que alcanza la serie. La precisión histórica con la que se ha cuidado la ambientación, el realismo de los decorados, el uso de vestuario de la época, etc…Además, cabe señalar que la mención de los personajes a lugares y hechos históricos, hace despertar la curiosidad del espectador por indagar en el pasado que muestra la ficción y comprobar hasta que punto es fiel la serie a la realidad. La peste es, y cito aquí a mi compañera Victoria Mateo, «una serie con la que uno consigue documentarse de forma indirecta sobre la vida del Siglo XVI, con la que aprende a la vez que disfruta y puede desconectar del ritmo de vida que vivimos hoy en día.»
- El equipo de actores
Alberto Rodríguez afirmó que su intención era que el reparto de la serie estuviese compuesto por actores no muy conocidos por el gran público. Movistar dio luz verde al realizador para esto y gracias a ello podemos ver en La peste a interpretes como Pablo Molinero o Patricia Lopez Arnaiz en papeles protagonistas. Sin embargo, el espectador será capaz de reconocer a Paco León o Paco Tous, muy alejados de los registros cómicos donde nos han acostumbrado, y a Manolo Solo, ganador de un Goya a mejor actor de reparto por Tarde para la ira, en papeles secundarios que intervienen de forma activa en la historia principal de la ficción, o que incluso, tienen sus propias subtramas que no hacen sino aumentar el interés por la serie.
- El director
Alberto Rodríguez ha conseguido con La peste afianzar su reconocimiento como embajador del audiovisual andaluz. El realizador sevillano siempre ha tenido muy presente a lo largo de su filmografía su ciudad natal, como podemos ver en filmes como Siete virgenes, Grupo 7, o la laureada La isla mínima. Pero es en La peste donde alcanza un nivel de dirección y precisión técnica que perfectamente puede batirse en duelo con grandes realizadores internacionales y salir victorioso. Rodríguez demuestra que ama su ciudad, que sabe transmitir lo mejor y lo peor de la misma, que sabe combinar los géneros para ofrecer historias novedosas que sirvan de escarmiento para aquellos que piensan que en España estamos encasillados a un tipo de cine en particular.
- …y Sevilla
Como hemos dicho, La peste se puede diferenciar claramente de otras producciones de época rodadas en nuestro país por su elevado presupuesto. Esto ha podido permitir que el equipo de producción recree la ciudad de Sevilla, la gran protagonista de la serie, como nunca antes (podemos decir) se ha visto. De forma que, no solo hace para aquel que conozca la ciudad el sentir con la serie haber retrocedido en el tiempo, sino que logra que se contemple Sevilla desde una nueva óptica, como una ciudad distinta. Con la impresión que en cada esquina, en cada calle, en cada barrio, se esconden historias ocultas y perdidas en el tiempo que merecerían ser rescatadas del olvido.