Se ha repetido tanto eso de que hoy en Berlín se habla euskera que apenas el titular tiene fuerza. Pero, como si no fuéramos conocedores de ello, volvamos a repetirlo las veces que haga falta. Y es que el cine español no solo muestra su diversidad en las temáticas de sus historias, sino que también en sus lenguas. Y de esta forma 20.000 especies de abejas, la ópera prima de Estibaliz Urresola, llega a la Sección Oficial de la Berlinale siendo la única opción española en la lucha por el Oso de Oro.
«Cada vez hay autores más jóvenes que pertenecen a otras realidades y a otras visiones más diversas y eclécticas», defiende la directora cuando se le pregunta por las escasas historias sobre la transexualidad en el cine español. Y es que la película sigue los pasos de Cocó, que intenta entender porqué su alrededor insiste en llamarle Aitor cuando él no se reconoce ni en ese nombre ni en la mirada de los demás. «En la niñez se configuran muchos de los programas psicológicos que van a estar operando durante toda la vida, incluso algunos nos acaban limitando en la edad adulta», asegura Urresola.
20.000 especies de abejas es todo lo transgresor que a muchos todavía les cuesta asimilar. La directora novel trata con sutileza y elegancia una historia tan humana como sensible, retratando silencios cómplices y miradas conmovedoras. «La mirada del otro juega un papel fundamental en la respuesta del quiénes somos. Ver como se generan esas intersecciones entre la identidad como una experiencia íntima y personal, y la identidad como una construcción a partir de la relación con el otro».
La casualidad ha hecho que el largometraje llegue al mismo tiempo que la aprobación de la Ley Trans pero Urresola ya trabajaba hace unos años en la historia que retrata: «Escribí la película en 2018 cuando la sociedad todavía no tenía ni tanto conocimiento ni tantas herramientas para hablar sobre ese tipo de realidades». Por aquel entonces, uno de los propósitos que tenía el largometraje era el de proponer una reflexión colectiva sobre la transexualidad. «Por suerte esa reflexión ha ido madurando y se ha aprobado la ley mientras la película se ha ido gestando en paralelo», comenta orgullosa la cineasta.
Estibaliz llega a Berlín sabiendo que es la primera directora española que compite en sección oficial con una ópera prima aunque su amplio rodaje como cortometrajista le augura mucha experiencia. Siempre ha sentido especial debilidad por la infancia y el culmen es el relato que ofrece en su primera película: «Cocó pone en jaque y cuestiona la propia identidad de la madre y descubre que ella misma es un producto de la falta del reconocimiento familiar y del legado que arrastra».
20.000 especies de abejas es la búsqueda de la identidad y la muestra de que los sentimientos encerrados abocan al engaño. Un viaje que fortalece y empodera, que conmueve y te obliga a su reflexión. Uno de los debuts más intensos de los últimos años, y es que como dice la cineasta «cada vez hay autores más jóvenes con visiones más diversas».
20.000 especies de abejas se estrenará en cines el próximo 21 de abril.