2021 está siendo un año histórico por un sinfín de motivos, y cada día parece que hay uno nuevo. Cine incluido. Pero si hay algo que celebrar de verdad en el mundo del séptimo arte este año es el arreón que han dado hacia arriba las mujeres en la industria, algo más claro aún después de la celebración del Festival de Cannes, que acabó la semana pasada con la entrega de una Palma de Oro para la historia.
El Festival de Cannes (certamen cinematográfico con más prestigio a nivel internacional) vivió en el 2021 una edición muy especial tras su parón en 2020. La situación sanitaria obligó a la organización a tomar medidas que supusieron un caos para los asistentes, aunque finalmente salió adelante y se pudo celebrar con cierta ‘normalidad’.
Y no es por ello por lo que fue realmente histórica la 74ª entrega del festival, sino por el gran peso que las mujeres cineastas han ocupado en él. Comenzó la semana con la genial Jodie Foster recogiendo la Palma de Oro de Honor en homenaje a su prodigiosa carrera. Se convirtió así en la segunda mujer en recibir el galardón tras el otorgado a Agnès Varda en 2015.
Ese reconocimiento sería tan solo un presagio de lo que acabaría ocurriendo al término del certamen. En el último día en la capital gala del cine, Spike Lee, presidente del jurado de esta edición, anunció que Titane, la película de Julia Ducournau, era la ganadora de la preciada Palma de Oro del festival. La realizadora francesa se convertía así en la segunda mujer en alzarse con el ansiado premio en sus 74 años de historia, tras el conseguido por Jane Campion en 1993 por El Piano.
2021 nos ha brindado más hitos. Por segunda vez en la historia una mujer logró hacerse con el Oscar a Mejor Directora. Chloé Zhao arrasó en la edición de los Premios de la Academia este año y se sumó a la lista de cineastas laureados en los Oscar, lista en la que tan solo figuraba el nombre de otra mujer, Kathryn Bigelow (En Tierra Hostil, 2009).
Por si fuera poco, Marvel, la productora más popular del momento y cuyas películas copan año tras año las listas de títulos más vistos en cines y con recaudaciones millonarias, ha dado protagonismo doble a la mujer. Por primera vez en la historia una mujer ha dirigido en solitario una entrega del mundo Marvel. Cate Shortland ha liderado el proyecto de Black Widow, que se centra además en un personaje femenino y está coprotagonizada por Scarlett Johansson y Florence Pugh.
Parece que el 2021 ha venido para por fin dejar atrás esas injusticias que hemos vivido tantas veces y que, por ejemplo, se encargó de recordar Natalie Portman con un icónico vestido en la gala de los Oscar de 2020. En esa ocasión, la intérprete lució un atuendo negro en el que estaban grabados los nombres de todas las mujeres que merecían estar nominadas en los premios de ese año pero que la Academia parecía ‘haber olvidado’. Ese y otros muchos tirones de oreja parecen haber despertado y espabilado a la industria en términos generales. Esperemos no estar ante un oasis de reivindicación que dé paso de nuevo al desierto de dominio masculino al que estamos acostumbrados y que nos tenía sumidos en un hastío continuo hasta día de hoy.