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‘The Last of Us’, «Te seguiré allá donde vayas»

Título original: The Last of Us

Año: 2023.

Duración: 50 min.

País: Estados Unidos.

Dirección: Craig Mazin y Neil Druckmann (Creadores), Peter Hoar, Kantemir Balagov, Ali Abbasi, Jasmila Zbanic, Jeremy Webb, Liza Johnson.

Guión: Craig Mazin, Neil Druckmann. Videojuego: Naughty Dog.

Música: Gustavo Santaolalla, Dave Fleming.

Fotografía: Ksenia Sereda, Eben Bolter, Nadim Carlsen.

Reparto: Pedro Pascal, Bella Ramsey, Anna Torv, Gabriel Luna, Merle Dandridge, Storm Reid, Melanie Lynskey, Scott Shepherd, John Hannah, Nico Parker

Ficha en Filmaffinity

Hace unos años, cuando anunciaron esta serie, el autor de esta crítica se frotaba las manos pensando que podría ser un antes y un después en la historia de las adaptaciones de videojuegos.

Y así ha sido…

The Last of Us (Druckmann, Straley, 2013), el videojuego, ya fue en su momento revolucionario, no tan solo por su jugabilidad sino por su narrativa. La capacidad de emocionar con unos personajes con carisma en un contexto donde el drama humano era la base para crear historias que jugaran con la doble moral constantemente, fue imprescindible para generar debates y reflexiones que llegan hasta hoy gracias a la serie producida por HBO Max.

The Last of Us
Ellie (Bella Ramsey) y Joel (Pedro Pascal) en una escena de ‘The Last of Us’ (Foto: HBO Max)

Craig Mazin, premiado por su asombrosa Chernobyl, se pone al frente de una historia que ya es perfecta. ¿De qué manera se puede igualar o superar el guion propuesto por Druckmann? Pues trabajando codo con codo con el creador de la historia original y viendo qué puede realizar el medio del cine que en el videojuego no se pudo exprimir mejor.

Así, se consigue guardar la esencia del videojuego y se aprovecha el lenguaje cinematográfico para ahondar en algunas historias dentro del mundo postapocalíptico de The Last of Us, por ejemplo el capítulo 3 donde nos enamoramos de los personajes de Bill (Nick Offerman) y Frank (Murray Bartlett), un cortometraje en sí mismo sobre el amor, la humanidad, el tiempo y la muerte. Una obra maestra que, a priori, los más haters dirán que no aporta nada a la serie. Todo lo contrario, desde mi criterio es la columna vertebral para entender las motivaciones de unos personajes que viven sin esperanza en un contexto de barbarie. Por lo tanto, sirve para entender algunas decisiones y cambios que vemos en Joel y Ellie en su viaje.

«It’s okey baby girl»

El mundo de la redes sociales ha hecho que todos nos sintamos expertos en todo. Todos sabemos de todo. Incluso nos sentimos capaces de juzgar el trabajo de una joven actriz antes de verla interpretar dicho personaje. Bella Ramsey ha hecho una interpretación como Ellie fiel al espíritu del personaje, sin parecerse a ella, ha recogido la esencia y la ha hecho suya.

Ramsey incorpora cambios con ligeros matices y con la compañía del gran Pedro Pascal (Joel), donde el desarrollo de su relación va acorde al pasado que hay detrás de cada uno. Ese pasado que pesa, sobre todo a Joel, que se nota en cada gesto, mirada y diálogo con Ellie. Ambos tienen química y se aprecia en planos que dicen más que las palabras que suelta el guión.

Mérito por supuesto también del trabajo de cámara y fotografía, algo que ya vimos en la serie Chernobyl.

The Last of Us
Joel (Pedro Pascal) y Ellie (Bella Ramsey) en una de las escenas más dramáticas de la temporada. (Foto: HBO Max)

«Esta vez no lo ha curado el tiempo»

La primera temporada de The Last of Us tenía todas las papeletas para ser un éxito o la mayor decepción del año. El camino escogido por parte de la serie con respecto al videojuego me ha parecido el más inteligente posible.

Caer en tópicos en una temática como la postapocalíptica donde el terror pasa por escenas de acción y muchos infectados, era demasiado fácil. Los autores se centran en historias de personajes, en diferentes puntos de vista de una situación global que saca el lado más salvaje del ser humano.

De hecho, por momentos, el espectador entiende que el peligro no son los infectados por córdiceps, es la propia humanidad. Esta idea es imprescindible entenderla para valorar el producto creado por Druckmann como algo original tanto dentro del sector de los videojuegos como en televisión.

Lo único que puede achacarse a la serie es el ritmo. Para esta percepción es necesario especificar y diferenciar entre el espectador fan del videojuego al que no lo es. El primero notará que la serie va demasiado deprisa en cuanto a lo que sucede en el juego, en cambio el segundo notará que la serie tiene un ritmo pausado, con mucho diálogo y poca acción y que acelera en el tramo final de manera apresurada. Desde mi humilde opinión, el capítulo final si se nota acelerado. Muchos acontecimientos en apenas treinta minutos, consecuencia de un desarrollo de personajes secundarios en capítulos donde habría que haber recortado algo de metraje.

Recién terminada la serie la valoración general ha sido muy satisfactoria, dejando un vacío bastante grande en lo que queda de año ya que, algo de este nivel vamos a encontrar muy poco de lo que queda en 2023.

Diez años después de su estreno en videojuegos, The Last of Us vuelve a causar debates y polémica en la cultura popular. Y esto es debido a algo que echábamos de menos en el mainstream, un guion bien escrito capaz de hacer reflexionar y poner en tesituras complejas a millones de personas.

En el mundo actual, donde todo va muy deprisa y la capacidad reflexiva del espectador se ha dejado a un segundo plano sustituido por el CGI y fuegos artificiales, The Last of Us ha sido la cura a un mundo audiovisual que ya estaba quedando repetitivo y sin ideas.

Hemos tenido que recurrir a los videojuegos para encontrar una cura. Y no, esta vez no ha sido el tiempo.

Lo mejor: El guion, la ambientación y la interpretación de todos los personajes, sobre todo Pedro Pascal y Bella Ramsey.

Lo peor: El ritmo peca a veces de ir o demasiado lento o demasiado rápido.

Nota: 9/10