Sasha Cocola en 'Romancero' (Peña, 2023)

‘Romancero’, una fallida serie de terror lorquiana

Título original: Romancero

Año: 2023

País: España

Duración: 6 capítulos (30 minutos)

Dirección: Tomás Peña

Guion: Fernando Navarro

Reparto: Sasha Cocola, Elena Matic, Ricardo Gómez, Alba Flores, Willy Toledo, Belén Cuesta, Julieta Cardinali

Productoras100 Balas, The MediaPro Studio

Género: thriller, terror

Ficha técnica en FilmAffinity

Amazon Prime sigue apostando fuerte por el producto español original -o en colaboración con Mediapro-. En Romancero han permitido que Tomás Peña salte al mundo de las series tras un estelar camino por el videoclip, llegando a dirigir a Rosalía o a Katy Perry.

La serie comienza con Jordán y Cornelia (Sasha Cocola y Elena Matic) huyendo de una jauría humana y de la policía debido a que la chica ha matado al padre de su amigo. Poco a poco y capítulo tras capítulo, se nos va presentando una Andalucía mítica, llena de vampiras y extrañas sectas religiosas, fusionadas con el thriller y el drama.

No es casualidad que la serie se sitúe en Andalucía, más en concreto, en Almería. Es obvio que la serie busca el símil con el famoso poemario de Federico García Lorca, Romancero gitano. La pretensión es crear una cinta de terror netamente española y para ello intenta utilizar el universo lorquiano. La pregunta es: ¿qué universo?

A lo largo de la serie, nos presentan a vampiros, seres sobrenaturales y cultos religiosos bastante extraños. Pero no encontramos esto en su Romancero gitano, más dado al uso de otros elementos como pueden ser la luna o los santos. Donde sí podemos ver algo lorquiano es en el interesante drama personal de Belén Cuesta. Esta interpreta a la madre de Jordán, que ve como en una noche su familia se desmorona y entra en ‘una pena negra‘ como la de Soledad Montoya.

Aun así, la serie durante la mayor parte de sus seis capítulos se desarrolla como un thriller con mucha importancia del personaje de Ricardo Gómez, un policia con muy mala leche, y, en menor medida, de su compañero, interpretado por Willy Toledo. Sin embargo, como casi todo, no termina de funcionar.

En el thriller, tiene poco agarre, poca intensidad. Salvo una escena con unos inmigrantes, la acción está muy alejada de atrapar al espectador. No consigue que durante una persecución se sienta tensión por ver si capturan a los fugitivos. Tampoco durante un asedio a una comisaria de policia percibimos esa pólvora que justo ha estallado.

Aparte, a lo largo de la serie, se pretende dar una intrahistoria a todos los personajes para que sean más interesantes. Aún así, nada se siente como trascendente o necesario. Al menos, nada que no pudiese haberse sugerido a lo largo de los capítulos mientras prosigue la historia.

De hecho, está tan empecinado en esto que explota poco su apartado terrorífico y sobrenatural, que es lo que más llama la atención en su trailer y lo que podía destacarle de otros productos. Como he señalado antes, no se realiza un terror a la española, porque lo que vemos, lo podríamos encontrar en cualquier serie de adolescentes estilo Stranger things (Duffer, 2016). Y todo de una forma muy comedida, sin mucho desenfreno, cuando deberíamos estar viendo momentos verdaderamente sanguinolentos protagonizados por una vampira.

Tampoco su intrahistoria del culto religioso está muy bien desarrollada. Tras haber recibido pequeñas píldoras de información sobre esta a lo largo de los episodios, cuando se convierte en lo principal llega ya tarde para que nos interese. Nos han explicado demasiadas cosas y no hemos prestado atención en esta. Aquí vemos como se desaprovechan los papeles Alba Flores y Julieta Cadinali, a priori muy jugosos.

Todo este desarrollo de las demás tramas tampoco conduce a nada. En el último capítulo todo explota sin ton ni son, con un montaje anticlimático, e, incluso, presentándonos más cosas sobre sus protagonistas que ya nos resulta difícil asimilar.

Al final, nos preguntamos por qué esto es una serie. Son 6 capítulos de media hora, es decir, 3 horas en total. ¿No sería mejor una película de cerca de dos horas en la que la intrahistoria de los personajes sea menos explícita y, de este modo, más ágil? Parece que en la dictadura del contenido es mejor un formato largo, aunque una historia no dé para más.

Alex de la Iglesia en el último programa de Marea nocturna dijo que «en el fantástico admitimos a quien se pasa, admitimos menos a quien no llega«. En esta ocasión, no llega.

Nota: 4/10

Lo mejor: el drama de Belén Cuesta

Lo peor: se pierde por los cerros de Úbeda (y eso que se sitúa en Almería)

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Lo mejor: el drama de Belén Cuesta
Lo peor: se pierde por los cerros de Úbeda (y eso que se sitúa en Almería)
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