Las comparaciones son odiosas, pero es cierto que, si son para bien, se llevan mucho mejor. Y este es uno de esos casos. Berto Romero ha sorprendido a muchos y a conquistado a otros tantos con su pequeña y gran incursión seriéfila en Movistar +, Mira lo que has hecho. Seis capítulos para condensar la tragicomedia de la llegada de un recién nacido a la vida de una pareja. Una tragicomedia de la que Larry David estaría orgulloso.
¿Quién? Larry David es uno de los referentes en comedia más influyentes en la actualidad. Sus producciones e ideas han marcado a generaciones de humoristas de antes y ahora. Con su “comedia sobre nada”, Seinfeld, Larry David revolucionó el formato sitcom. Un legado de consecuencias titánicas que años después retomaría con Curb your enthusiasm, una sátira espléndida y autobiográfica de la que Berto Romero ha parecido tomar buena nota para construir sobre sus cimientos una sólida historia propia.
Y es que Mira lo que has hecho toma ciertos e interesantes paralelismos con Curb your enthusiasm:
- Esta historia está basada en hechos reales…
Uno de los aspectos más gratificantes de Curb your enthusiasm es que el propio Larry David se interpreta así mismo con todas las consecuencias. Su vida está marcada por los éxitos y fracasos reales que acontecieron en su propia vida, y aún desfigurada por la comedia, son situaciones basadas en hechos reales. Berto ha calcado de forma notable este modelo, tomando su propia vida, personal y profesional, y más importante, su experiencia como padre, para crear su obra.
- No pinto nada aquí
Si bien Larry David creó a su personaje como un individuo ajeno y extraño a su propio contexto social, Berto Romero construye a su Berto Romero siguiendo esas pautas. Este Berto, como aquel Larry, ve lo cotidiano con una actitud cínica, desapasionada, completamente desconectado de “lo correcto”, lo que le lleva a aislarse del ambiente que le rodea, creando situaciones hilarantes para nosotros pero incomprendidas por sus semejantes.
- Mandan ellas
Larry David configuró una dinámica muy atractiva con su esposa en su ficción (Cheryl Hines). Ella hacía contrapeso frente a los desvaríos del desquiciado Larry David, aunque ahí no quedaba la cosa. David no quiso copiar un eje Homer-Marge Simpson, y llevó a Cheryl un paso más allá, haciendo que le acompañase en muchas de sus cruzadas quijotescas y poniéndose de su lado contra lo absurdo de lo cotidiano. De este doble juego sale auténtico oro en Mira lo que has hecho, gracias a que Berto cede un valioso espacio de su personaje a Eva Ugarte, logrando una balanza de humor muy de agradecer.
- El valioso secundario
Algo que ambas comedias consiguen romper con respecto al humor tradicional en televisión es en el uso de sus secundarios. Si bien en las sitcoms que todos conocemos existe una especie de cuota para llenar en cuanto a personajes secundarios, Curb your enthusiasm y Mira lo que has hecho emplean a sus personajes de segunda fila tan solo cuando la narración lo requiere, en situaciones muy concretas y calculadas. Frente a los usos extendidos de secundarios en series como Friends o Big Bang Theory, donde la aparición de un actor secundario implicada la construcción de una trama que girase en torno a él en ese episodio al menos, en estos dos casos sus llegadas son esporádicas, con absoluta libertad para otorgarle escenas puntuales que hacen de motor de la historia, sin necesidad de mayor recorrido en la trama ni en su conclusión.
- Pero, sobre todo, el absurdo como meta
Los desenlaces de Curb your enthusiasm, como lo fueran los de Seinfeld, llegan de lo absurdo. Que una comedia se base en lo absurdo resulta redundante, pero en estos casos se cruza la línea al resolver las tramas por arte de magia sin pudor ninguno. Es cierto que Mira lo que has hecho tiene más cuidado a la hora de desenlazar sus conflictos, pero la influencia de Larry David aquí también se hace de notar.
- Y sin embargo…
Mira lo que has hecho es un pequeño prodigio en nuestra televisión. Berto Romero ha importado un humor nunca antes visto en España, para moldearlo a su forma y semejanza, sabiendo qué aspectos tomar prestado, cuales rechazar y, más inteligentemente aún, cuáles adaptar.