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Oriol Paulo: «Si Bárbara Lennie no hacía la película yo tampoco.»

Las habitaciones del hotel María Cristina de San Sebastián se convierten en sets de entrevistas durante el festival de cine donostiarra. Y allí fue donde transcurrió la charla distendida que mantuvimos con el director catalán Oriol Paulo. En aquel momento presentaba Los renglones torcidos de Dios en la sección Perlas, ahora llega a cines con la pretensión de arrasar en taquilla.

La película, protagonizada por unos magnéticos Bárbara Lennie y Eduard Fernández, es la adaptación de la novela que recibe el mismo nombre. Escrita en 1979 por Torcuato Luca de Tena, el libro disecciona las entrañas de la mente de Alice Gould, una investigadora privada que ingresa en un sanatorio simulando una paranoia con el objetivo de averiguar pruebas para el caso en el que trabaja.

Ya experimentado en el thriller, Paulo juega con el espectador y se divierte retratando la paranoia. Engaña y engatusa. Retrata la España de entonces y deja espacio para la reflexión. Esto es lo que nos contó sobre la novela, la película y su musa: Bárbara Lennie.

PREGUNTA: ¿Qué piensa Oriol Paulo cuando le ofrecen adaptar Los renglones torcido de Dios?

ORIOL PAULO: Salí corriendo (risas). La leí en su momento, sabía lo que implicaba y me daba miedo tocar el material. Aunque fue en ese proceso de huida donde empecé a pensar en como podría adaptarla. Entonces, con Guillem Clua, comenzamos a trabajar en como plasmar esa novela escrita hace más de 40 años, en una España muy diferente a la actual, en imágenes.  El contexto histórico de la novela lo hemos preservado y nos ha servido para contar muchas cosas de ese país de entonces. Queríamos hacer una película que se sintiera actual para el público pero a la vez respetara el espíritu de la novela.

P: Y lo han conseguido, sobre todo con esa ambigüedad del personaje de Alice Gould. 

OP: El libro tiene todo ese elemento de noir que juega con el lector sobre la ambigüedad del personaje de Alice. Además juega mucho con los diálogos internos de la protagonista y ese fue el mayor reto de adaptación. El pensamiento escrito en la literatura genera parte del dilema al lector pero plasmar eso en pantalla era muy difícil.

P: El dilema que protagoniza una espléndida Bárbara Lennie.

OP: Cuando decido hacer la película, una de las condiciones que me marco, es que ella interprete al personaje protagonista. Si ella no hubiese aceptado yo no la hubiera hecho. En Bárbara está todo lo que Alice Gould tiene. Ella tiene la ambigüedad, la inteligencia y la capacidad dialéctica de Alice. Fue un proceso de trabajo increíble.

P: ¿Y esas secuencias liberadoras de bailes?

OP: Son importante para entender como se siente el personaje de Alice fuera del sanatorio. En la novela ella lo hace desde su pensamiento pero nosotros necesitábamos que el espectador lo visualizara. Desde luego que hay algo de liberación en esas escenas. 

P: No puedo terminar sin antes preguntarle por esa serie de personajes que llenan el plano de una forma escalofriante. 

OP: La figuración es un personaje más de la película. Ellos son los verdaderos renglones torcidos de Dios. Hemos hecho un proceso de casting muy minucioso. Desglosamos el libro entero con todos los personajes y sus patologías, y aunque todos no estén en forma de protagonista, hemos querido que estuvieran presentes de laguna forma. En todas las secuencias están interactuando con lo que sucede en primer plano.

Los renglones torcidos de Dios se estrenará en cines el próximo 6 de octubre.