En la 65 Semana de Cine de Valladolid se estrenó Puppy Love, la primera película de Michael Maxxis. La cinta, vista el domingo, pertenece a la Sección Oficial, pero fuera de concurso.
El filme de Maxxis cuenta la historia de un joven con discapacidad llamado Morgan que, al no tener amigos y no llevarse muy bien con su hermano, decide pagar a una prostituta para que sea su amiga.
Michael Maxxis ha realizado varios videoclips para famosos grupos y cantantes. Uno de sus video musicales más conocidos es Ex’s and Oh’s, de Elle King. Tras su paso por la SEMINCI nos hemos reunido con él para hablar de su ópera prima.
P: ¿De dónde viene esta historia de amor tan poco común?
R: Creo que hay conceptos y temas universales en los que la mayoría de las películas se basan, como el tema del amor. En mi caso, esta historia está inspirada en mi primo Morgan. Es un chico único y muy inspirador. Él me habló de este periodo de su vida en el que se mudó a la gran ciudad, no tenía ningún amigo y su hermano era muy duro con él. Así que decidió contratar a una prostituta para que fuese su amiga. No estaba interesado en el sexo, simplemente busca a alguien para ir al cine y pasar el rato. Esta prostituta era drogadicta y él quería hacer que dejase las drogas. Nada más escuchar esta historia supe que querría hacer una película que contase esta experiencia.
P: Has dicho que la película está basada en tu primo, ¿qué clase de relación mantienes con él?
R: Mi madre y su madre estaban muy unidas y soy hijo único, por lo que fue lo más parecido a un hermano que he tenido nunca. Su madre en la vida real es muy maja y adorable, así que ahí difiere un poco con la película. Él y yo estamos muy unidos. Es un chico muy gracioso, sobre todo de pequeño, todo me hacia partirme de risa.
P: ¿Cómo relacionas el encuentro con el puercoespín y la historia de amor entre los dos protagonistas?
R: El encuentro con el puercoespín fue real, pasó de verdad. Cuando estaba investigando sobre la película llevé a Morgan a Hawaii para alejarnos de todas las distracciones y en ese viaje me contó muchas historias sobre su vida. Una de ellas era cuando una vez casi atropella un puercoespín que estaba en la carretera e intentó reanimarlo y ayudarlo, pero decidió que no sufriese más y con su ordenador portátil de más de mil dólares le aporreó para matarlo y se lo llevó de la carretera para enterrarlo. En esta versión de la película no aparece el entierro, pero había una segunda versión en la que sí aparecía, pero decidimos quitarla al final. Aunque ahora cuando veo la película noto que me falta ese entierro que da a entender que es una persona muy buena e inocente.
P: ¿Por qué elegiste a Hopper Penn y a Paz de la Huerta para que formasen parte de la película?
R: Estuvimos con el casting mucho tiempo y, de hecho, me estresé bastante porque pensé que no iba a encontrar a nadie para el papel. No quería coger a nadie que hiciese el clásico discapacitado mental con la cara desfigurada o con la voz distorsionada. No encontraba a nadie. Pero al final, el director de casting, Jory Weitz, me sugirió a Hopper y quedé con él y lo vi. Tenía la esencia de mi primo Morgan. Era esa persona dulce, leal y amigable que yo veía para la película. Además, él también ha tenido una vida muy “rocky”, llena de historias que encajaban con el personaje. Aunque Hopper es hijo de padres de Hollywood, no ha tenido nunca una vida fácil y segura. Tenía todo lo necesario para el papel, no tuvo que hacer una gran transformación.
En cuanto a Paz, cuando la conoces te quedas alucinando. Ella es tan intensa y exótica que piensas: vale, esta chica es muy impredecible, voy a dejarla improvisar y a ver a dónde va esto. El personaje cambió mucho desde que lo tenía pensado hasta el momento de rodar. Pasé mucho tiempo en el vecindario conociendo a prostitutas. Las recogía en mi coche y muchas me dejaban entrevistarlas, otras no querían. La mayoría de ellas eran muy tímidas y por eso decidí escribir el personaje como una mujer más callada y reservada. Pero luego ella le dio un toque mucho más dinámico y con más vida. Sin duda alguna, le dio un aire diferente a la película.
P: ¿Crees que tu experiencia como director para videoclips ha influenciado tu manera de representar las cosas en Puppy Love?
R: La verdad es que soy una persona que siempre analizo mi trayectoria y mis experiencias como cineasta. Me he dado cuenta que de los videoclips se quedan varios hábitos malos. Se trata de un tipo de realización bastante peligrosa para llevarla acabo en un largometraje.
Tenía que ser muy consciente en no inspirarme tanto en mis videos musicales porque en un videoclip siempre puedes hacer algo más loco o equivocarte y transformarlo en algo más experimental, pero en el cine no puedes. Tiene que parecer verdadero, las actuaciones tienen que ser muy precisas. No puedes de repente hacer lo que quieras. Tienes que ser muy perfeccionista desde que empiezas la escena hasta que la acabas. Los movimientos de cámara, el diseño, las actuaciones, la estética… es mucho más complicado. Es posible que haya influido, en parte, a la estética de la película, pero he intentado huir también de lo que ya había hecho en mis videos musicales.
P: También has estado haciendo un contenido audiovisual más innovador como tu proyecto con Billy Talent. ¿De qué manera crees que lo visual aporta algo a la música?
R: [Pausa larga] Una cosa que siempre he hecho cuando tengo que realizar un videoclip es cerrar los ojos, tumbarme en el sofá con la música a tope y ver a dónde me lleva esa canción. Cuanto menos consciente soy de lo que estoy pensando, mejor es la idea. Hay que dejarse llevar por completo. Si pienso mucho en cosas que me han pasado o que he visto limito mucho mis ideas. La música me inspira muchísimo a la hora de crear. Y no creo que me pase solo a mí. Cuando vas en el autobús o estás en la ducha la música expande tu imaginación y tus pensamientos.
P: ¿Planteas quedarte en la gran pantalla?
R: He hecho un par de videos musicales desde que hice Puppy Love. Lo que es interesante es que antes de dirigir la película tenía una naturaleza un tanto cowboy a la hora de dirigir videoclips. Coger el avión, llevar la cámara, grabas… Pero hacer un largometraje es algo mucho más difícil y se aprende mucho más. Todo se aprende con más detalle. Mi pasión en realidad es hacer el formato largo de película así que ahora tengo cuatro proyectos escritos desde que empezó todo esto del Covid. Estoy obsesionado con hacer películas. Sin embargo, cuando a veces me llaman para hacer un videoclip y es de una canción original que me gusta, no puedo decir que no. Los videos musicales me permiten experimentar. Si quiero investigar y probar algo, primero puedo hacerlo en este otro tipo de formato.
https://www.youtube.com/watch?v=0f399KWjyZk&feature=youtu.be