En 1993 se estrenó Jurassic Park (Steven Spielberg, 1993) y el cine de dinosaurios cambió para siempre. Tras dos secuelas, El Mundo Perdido (Steven Spielberg, 1997) y Jurassic Park III (Joe Johnston, 2001), la saga cayó un poco en el olvido. Hubo que esperar hasta 2015 para que finalmente regresara, re-bautizada como Jurassic World (Colin Trevorrow, 2015). Esta película supuso el inicio de una nueva trilogía cuyas siguientes entregas serían El Reino Caído (J.A. Bayona, 2018) y Dominion (Colin Trevorrow, 2022). En todas ellas, el encargado de componer su Banda Sonora ha sido Michael Giacchino. Dejando a un lado la calidad de las películas, la música de Giacchino ha sido una gran sucesora para lo escuchado en la saga anterior y por ello haremos un repaso por las tres películas.
Cuando hablamos de la saga Jurassic Park, creo que todos pensamos en la misma melodía: el mítico tema principal, compuesto por John Williams (no negaré que es, probablemente, mi tema principal favorito de la historia de las bandas sonoras). Como era de esperar, esta melodía también hace acto de aparición en la trilogía de Jurassic World. Sin embargo, Giacchino lo adopta y varía de forma muy ingeniosa. Además, en ningún momento abusa de él, casi siempre se utiliza a modo de guiño u homenajes musical. La excepción la encontramos en la primera entrega, donde el compositor dedica una canción entera a dicha melodía.
Sin embargo, este es el tema principal de Jurassic Park y Jurassic World se merece su propia melodía. Por ello, utilizando ciertas y características de la melodía que hemos escuchado antes, Giacchino nos ofrece un nuevo tema para el parque que por fin abrió sus puertas. Nos encontramos ante una melodía realmente solemne y hermoso, con un estilo capaz de transmitir la misma majestuosidad de la melodía original (de hecho, durante la parte final de la canción siguiente podemos ver como se incluye el tema clásico de la mejor manera posible).
Aunque los temas anteriores son capaces de reflejar a la perfección las maravillas del parque jurásico, existen multitud de peligros y amenazas que amenazan a los habitantes. Entre ellos se encuentra la Indominus Rex, el primer híbrido modificado genéticamente. La «malvad» de esta nueva criatura diseñada por el hombre queda perfectamente reflejada en su tema principal. Aunque podemos escuchar esta melodía a largo de toda la obra con diferentes variaciones, es en la Suite Final que nos ofrece el compositor en el disco donde podemos disfrutar de ella en su máximo esplendor (me encanta cuando Giacchino termina sus obras con una Suite exclusiva del disco, pensada para disfrutar de los temas de la obra por separado).
Otro de los grandes temas que nos presenta Giacchino en esta primera entrega es el tema principal de Owen. Este personaje se encuentra muy ligado a los velociraptores y lo mismo ocurre con su música. El tema principal que podemos escuchar en la canción siguiente se vincula tanto a Owen como a los raptores. Cuando suena en su máximo esplendor es capaz de reflejar a la perfección el vínculo que comparten ambos personajes (si entendemos a los raptores como un personaje en sí mismo). Como los raptores son animales peligrosos, esto también queda reflejado en su música, la cual tiene un estilo «salvaje» que encaja de maravilla.
No puedo terminar el comentario sobre la primera entrega sin destacar algunos de sus temas de acción. Aunque hay varios a lo largo de la obra muy destacables (la canción anterior era un buen ejemplo de ello), es en el tramo final donde podemos escuchar los puntos más fuertes. La pista que os dejo a continuación es uno de los puntos más álgidos de la obra. Los coros «explotan» en su máximo esplendor y nos sumergen de lleno en un conjunto realmente intenso y emocionante. ¡¡Incluso podemos escuchar un guiño musical a The Lost World!!
La segunda entrega de la trilogía, El Reino Caído, llegó en el año 2018 y aunque Colin Trevorrow cedió la silla de director a J.A. Bayona, Giacchino continúo como compositor. Aunque la obra continuaba con las mismas características y temas de su predecesora, en términos generales se trataba de una banda sonora mucho más oscura y misteriosa. Esto es algo que queda perfectamente reflejado en su nuevo tema principal, el cual es sencillamente sobrecogedor.
Esta melodía se vincula directamente con uno de los villanos de esta entrega: el Indoraptor. El uso de los coros con la fuerza de la parte instrumental logra ofrecernos un tema capaz de estremecer a cualquiera. Creo que esta melodía es perfecta para reflejar el espíritu general que transmite esta segunda entrega, musicalmente hablando. De hecho, algunas de sus partes parecen sacadas directamente de una película de terror (y eso es algo que me encanta).
En contraposición con este tema principal del Indoraptor, tan oscuro y malvado, tenemos el tema principal de Maisie. Nos encontramos ante una melodía realmente hermosa y «delicada», capaz de transmitir una fuerza muy especial incluso sin tener mucha intensidad. De hecho, el tema tiene algunos ecos del tema principal que contrastan muy bien con el tema del Indoraptor, convirtiendo así a ambas melodías en las dos caras de una misma moneda (me ha gustado mucho como ambos temas se combinan y contrastan a lo largo de toda la obra).
Otra de las melodías que nos presenta esta segunda entrega es el tema principal de Wheatley, un cazador contratado por Lockwood para recuperar a los dinosaurios de la isla. Nos encontramos ante una melodía intensa y contundente, capaz de transmitir muchísima fuerza. Una de las cosas que más me han gustado de esta melodía es que no puedo evitar pensar en una «expedición» por un mundo jurásico. Es capaz de transmitir muy bien esta sensación y en eso me recuerda también a The Lost World. Además, durante la parte final podemos escuchar una variación realmente emotiva del tema de Jurassic World. El parque lleva varios años cerrados tras los sucesos ocurridos en la primera película y esta nostalgia la refleja Michael Giacchino en su música de la mejor manera posible, os lo aseguro.
No podemos terminar nuestro recorrido por la segunda entrega sin hablar de la Suite Final (todas las entregas tienen una y eso es algo que me encanta). En esta ocasión, Giacchino nos sumerge de lleno en la obra clásica de John Williams con una gran variación del tema principal, realmente gloriosa y majestuosa. Me gustaría destacar que esta melodía apenas está presente a lo largo de esta segunda entrega, solo en ocasiones muy concretas y nunca desarrollada de forma plena. No es hasta esta Suite final cuando por fin podemos escuchar la melodía en su máximo esplendor. Tras esto, el compositor aprovecha para ofrecernos nuevas variaciones y desarrollos de sus nuevos temas (tanto de World como de esta segunda entrega).
Por culpa de la pandemia, tuvimos que esperar hasta 2022 para disfrutar de la tercera entrega. Dominion fue dirigida de nuevo por Colin Trevorrow y Michael Giacchino se encargó, una vez más, de su banda sonora. Para esta tercera entrega el compositor optó por un estilo más contenido y expectante en su mayoría. Cuando hablo de contenido o expectante no lo digo en el mal sentido, al contrario, creo que son dos características que logran dotar al conjunto de una fuerza muy destacable. Además, el nuevo tema principal de esta entrega, aunque resulta un poco sutil, también muy destacable y casi majestuoso en algunos momentos.
En cuanto a nuevos temas principales, podríamos destacar el de Beta, la hija de Blue. Nos encontramos ante una melodía que es realmente hermosa y animada. La canción es serena pero, al mismo tiempo, logra fluir de una forma que es única. Sin embargo, no olvidemos que nos encontramos ante una cría de raptor. Es un animal peligroso y esto también queda reflejado de la mejor forma posible durante los últimos segundos de la canción que os dejo a continuación.
Otro tema principal nuevo es el de Biosyn, la nueva compañía malvada que anda detrás de la genética en esta tercera entrega. Nos encontramos ante una canción serena y pausada, con un estilo misterioso muy destacable. Como gran parte de esta tercera entrega, el estilo predominante de esta melodía es contenido, lo cual transmite una fuerza muy peculiar. Me ha gustado mucho las referencias al tema de los híbridos y el parque original que incluye la melodía. Es como si ambas melodías hubieran desencadenado en este nuevo tema principal.
Aunque esta tercera entrega se caracteriza por presentar un estilo más contenido en general, también hay momentos en los que explota y suena en su máximo esplendor. Un buen ejemplo de esto lo encontramos en los temas de acción. Cuando el compositor quiere, el conjunto nos sumerge en momentos de acción que son realmente intensos y trepidantes. Estos son capaces de estremecer a cualquiera que los escuche de la emoción que logran transmitir.
La tercera entrega supone, hasta ahora, el final de la trilogía World y esto es algo que también se refleja a su música. Las últimas canciones transmiten mucha emoción y nos ofrecen momentos muy destacables. El compositor recurre a algunas variaciones de los temas originales de Williams para ofrecernos momentos muy emotivos. Con estas últimas pistas, el compositor cierra la trilogía de una forma emotiva y satisfactoria tras tres películas jurásicas.
En definitiva, el trabajo realizado por Michael Giacchino a lo largo de la trilogía es sencillamente magnífico. El compositor toma las características presentadas por John Williams en las dos primeras entregas y las utiliza como base para desarrollar algo nuevo. Las referencias a los temas clásicos son más homenajes que simples reutilizaciones. Giacchino pone especial énfasis en los nuevos temas y se encargada de desarrollarlos de la mejor forma posible en cada una de sus entregas. Además, dentro de que todos tienen el mismo estilo, cada entrega tiene su propia personalidad. Embarcarse en este viaje musical es una auténtica travesía jurásica.
No puedo terminar la entrada sin mencionar la Suite final de la tercera entrega. Todas las obras de la saga terminan con esta Suite y me encanta. En ella podemos escuchar de forma plena el nuevo tema principal de Dominion. Curiosamente, esta melodía apenas aparece a lo largo de la obra, solo en los momentos iniciales (con el logo) y al final (en los créditos). Aun así, se trata de una melodía que es oscura, serena y pausada. Aunque en ningún momento tiene mucha intensidad, resulta tener un estilo casi majestuoso en algunos momentos. Me alegro muchísimo de que el compositor haya desarrollado esta melodía en la Suite y así podamos disfrutarla de forma plena junto a otros temas de esta nueva entrega de la saga jurásica…