Mangafest Sevilla: más que un evento, una experiencia

Me van a permitir que esta crónica sobre un evento cada vez más generalizado en cuanto a temática sea algo diferente. Algo más personal. Lo cierto es que he tenido la suerte de poder acudir a otro festivales similares en cuanto al propósito, pero el sentimiento que se respiraba en este Mangafest fue bastante particular.

Ya desde el mismo viernes se podía percibir como este evento era algo que mucho de los allí presentes llevaba esperando desde hace tiempo. Con dos pabellones absolutamente llenos (60.000 personas han acudido a este evente, casi na), el Mangafest de Sevilla discurrió de manera sobresaliente. Fue toda una experiencia ver como personajes de diversos universos interactuaban unos con otros, retando al mismo Marvel y su interminable ristra de películas. Uno de los momentos que pude disfrutar fue como Naruto se acercaba a Solaire de Astora, personaje de la saga Dark Souls, y en vez de saludarle de forma normal o pedirle una foto, realizó el gesto de rezo al sol algo que su receptor entendió a la perfección, respondiéndole de la misma forma.

Son estos momentos los que aportan riqueza a tales fiestas. La misma pasión por estas artes se apreciaba en los artistas que exponían sus diversos trabajos, a cada cual más sorprendente que el anterior. Una ventana hacia el exterior para gente que vive esas historias y personajes como propias, incluyéndolas en su propia actividad vital.

A todo esto no podían faltar artistas invitados de la talla de Mario García, voz de Spiderman en España, Laura Pastor, actriz de doblaje de Hermione Granger o Mantis en Guardianes de la Galaxias, y Jesús Barreda, la voz de Chat Noir en Miraculous: Las aventuras de Ladybug. Posteriormente, se unió el gran Jordi Cruz, inmortal presentador de Art Atack y que también ha hecho sus pinitos en el doblaje con el personaje de Fred en la saga Harry Potter. Con un auditorio repleto en ambos casos, las fotos, autográfos, mensajes de voz y demás peticiones, fueron constantes una vez acabaron los actos.

En definitiva, una alabanza a la cultura más popular, ya venga de Japón, China, América o incluso España. Todo mantiene su identidad, pero acaba por fusionarse creando una amalgama de personajes que resulta en una fiesta generalizada. Solo espero que en los próximos años este evento siga creciendo tanto en número de asistentes como de actividades. Bueno, ¿qué digo evento? Mejor que esta experiencia siga trayéndonos tantas alegrías en los próximos años.