Aviso de SPOILERS
Los fieles seguidores de Crazy ex-girlfriend estuvieron pegados a sus pantallas el pasado viernes para conocer el desenlace de las aventuras de Rebecca Bunch (Rachel Bloom). Pese a que muchos esperaban un clásico final de musical o comedia romántica, aquellos que comprendieron la evolución de la serie y su protagonista vislumbraron que este es el broche final ideal para la ficción. Una conclusión en la que Rebecca no apuesta por ninguno de sus pretendientes sino por si misma.
Después de un muy logrado mix de las canciones más importantes, narrativamente hablando, para describir la evolución del personaje; la ‘crazy ex-girlfriend’, gracias a la ayuda de su fiel escudera Paula (Donna Lynne Champlin) logra comprender por fin que lo más importante no es el amor sino su felicidad. Ambas coinciden en que la mejor manera de hacerlo es conocerse a si misma con la ayuda de su gran don: imaginar su vida como un musical.
Es por ello que, en lugar de apresurarse a correr a los brazos de alguno de sus pretendientes, aplaza todo para estudiar como trasladar al papel todo lo que lleva dentro. Parafraseando a la Rebecca compositora que la serie nos muestra un año más tarde: «Romantic love is not an ending, it’s just a part of your story».
Esta frase evidencia la evolución y madurez de Rebecca. Una protagonista que nacía en la primera temporada como un personaje prototípico de comedia romántica, una mujer que dejaba su carrera de éxito por perseguir a un antiguo amor, y que capítulo tras capítulo y, gracias a conocerse mejor a sí misma, se ha convertido en un gran ejemplo feminista.
- Temáticas de la temporada
Con su hilarante humor sarcástico, esta cuarta temporada de Crazy ex-girlfriend ha vuelto a traer a la palestra temas muy diversos como: las dificultades para conseguir una representación legal adecuada para las personas sin recursos; los problemas que acarrean lidiar con la fama siendo muy joven o la decadencia de los ‘niños estrella’; las diversas infecciones vaginales o la importancia de dejar un puesto de trabajo cuando no es tu vocación o ya no te aporta nada positivo.
Entre todos ellos cabe destacar la muy realista representación, como ya ocurría en anteriores temporadas, de la inestabilidad mental de Rebecca. La salud mental siempre está presente en Crazy ex-girlfriend y prueba de ello es esta parodia del film La La Land en la que desestigmatizan las enfermedades mentales y recalcan la necesidad de seguir un tratamiento para recuperarse:
- Crecimiento de los personajes
Por otra parte, en esta última temporada también se ha podido constatar la evolución de muchos otros personajes. Han dejado de ser las personas tóxicas, dañadas e inseguras con las que se iniciaba la serie y gracias a ello han logrado el final que se merecían. Por poner algunos ejemplos: Nathaniel (Scott Michael Foster) deja de seguir las ordenes de su padre y se va a trabajar al zoo; Paula planta cara a sus jefes y consigue dar representación legal a personas sin recursos o Valencia (Gabrielle Ruiz) logra su boda soñada siendo ella la que se declara. Además, en esta temporada también se le ha dado más importancia a algunos secundarios como Maya (Esther Povitsky) que protagoniza un capítulo entero parodiando los clichés de las comedias románticas.
No obstante, si hay un personaje que ha cambiado es Greg pero por un motivo totalmente distinto: han traído de vuelta al personaje esta temporada pero con un actor diferente. Pese a las similitudes físicas entre Santino Fontana, quien interpretó a Greg en la primera y segunda temporadas, y Skylar Astin; su diferencia de edad se hace bastante notable en pantalla, así como los diferentes tonos de sus voces. La serie ha sabido resolver este cambio de una manera muy inteligente: reflejar el cambio de tu percepción de una persona cuando llevas tiempo sin verla con un cambio físico.
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El excelente trabajo de Skylar interpretando a un Greg menos tóxico y más comprensivo hacía que muchos fans quisiesen que Rebecca acabase con él. Además, el penúltimo episodio parecía indicar que de los tres pretendientes era la opción de una relación más realista. Sin embargo, los guionistas no se han dejado manejar por las masas y han querido seguir su línea educativa, sorprendiendo al público con un final alejado de clichés románticos.