El caso Alcàsser vuelve a estar de actualidad 30 años después gracias a 75 días, la ópera prima de Marc Romero. La cinta se sumerge en la investigación de este doloroso crimen que conmovió a todo el país y del que este 2022 se cumplen treinta años.
El actor malagueño Jonás Torres ha sido el encargado de meterse en la piel de Antonio Anglés, principal acusado de violar y asesinar a las tres jóvenes que jamás regresaron a su hogar tras salir un sábado cualquiera por la noche.
Torres comenzó sus estudios de arte dramático en su ciudad natal para luego continuarlos en ciudades como Madrid y Paris. Tras participar en proyectos para microteatro, cabarets y musicales, su primer proyecto para ficción llegó bajo la dirección de Gracia Querejeta, el cortometraje Gramola, en 2016. 75 días es su debut en el cine.
El intérprete hace balance de su trabajo y nos ofrece algunos detalles desconocidos sobre el proceso de preparación y rodaje de la película, que se estrenó el pasado 22 de abril.
PREGUNTA: ¿Cómo te llega la propuesta de 75 días y el personaje de Antonio Anglés?
JONÁS TORRES: De la forma más sencilla y normal, a través de un casting abierto. Lo curioso es que a mí al principio me llegó la separata de Miguel Ricart por un error y yo creé una propuesta para él.
Cuando hice el casting, Marc, el director, me pidió que cambiara la propuesta para que fuera una persona más fría y calculadora, como Antonio Anglés. Me alegro muchísimo de que así fuera.
P: ¿Cómo te enfrentaste al personaje? ¿Fue complicado el proceso de preparación?
JT: Fue un personaje de construcción desde cero. Así como de Miguel Ricard sí existen numerosos documentos para poder documentarte, de Anglés solamente existe un pequeño clip de vídeo en un juzgado pasando por un pasillo y una grabación que repliqué en la película.
Se trataba de hacer un personaje frío, calculador, una persona capaz de cometer o no esos actos. Costó, pero lo creamos proponiendo, el director quitándome cosas y yo aportando mi visión. Cuando fuimos al rodaje llevábamos bastantes ensayos ya.
P: ¿Cuánto tiempo tuvisteis de preparación previo al rodaje?
JT: Previo de preparación tuvimos unos dos meses. Yo ensayé con todos los compañeros con los que me tocaba a mí pasar secuencia antes de realizar la película. La primera secuencia que sale el Anglés, que es la última que grabamos, me acuerdo que teníamos una propuesta muy definida, pero luego cambió totalmente. Tuvimos que improvisar y al final es una de mis secuencias favoritas de toda la película.
P: ¿Qué ha sido lo más complicado de meterse en la piel de Anglés?
JT: A mí lo que más me costó es su energía, yo soy puro nervio y Anglés es una persona que se contiene mucho, que piensa mucho lo que va a hacer antes de actuar, aunque después le de ese arrebato. Queríamos jugar a eso, que no supieras por donde iba a salir, que siempre sintieras ese peligro cuando apareciera en la escena.
P: ¿Hubo alguna escena en concreto que te costase especialmente o qué recuerdes por su dureza?
JT: Lo más complicado fue mantener esa presencia, tanto física como emocional. Me acuerdo de alguna de las secuencias que hicimos con las niñas que fueron muy cansadas a nivel físico. Eran jornadas duras de rodaje durante toda la noche, tenía que cogerlas una y otra vez. Aunque estuviera cuadrado por movimientos, al final siempre que te dejas llevar por la emoción, se escapaba alguna patada o pisotón. Eso fue lo más difícil, mantener la calma y no agotarme físicamente, ya que es un personaje que en determinadas ocasiones gasta mucha energía.
P: ¿Cómo recuerdas tú el caso Alcàsser? Era algo que ya conocías bastante o has descubierto mucho más con la película
JT: Cuando me llegó la separata del casting no sabía absolutamente nada del caso, ya que sucedió cuando tenía dos años. Entonces realmente no tenía ningún tipo de conocimiento previo al caso Alcasser, sí que recuerdo que me marcó mucho la desaparición de Rocío Wannikhof, que ocurrió en mi tierra y hubo una gran conmoción. Entonces sí que me puedo poner en la piel de cómo lo puede llegar a vivir el pueblo. En ese sentido puedo llegar a hacerme suposiciones, pero no tenía conocimiento previo.
De hecho, cuando me puse a investigar con la separata, flipé cuando vi que en YouTube están los vídeos originales de esos programas en los que solo importaba hacer audiencia y daba igual el dolor familiar. Después, viendo la crudeza con la que trataban los medios, me costó hasta dormir el primer día.
P: ¿Has ido informándote de cómo ha evolucionado el caso en este tiempo?
JT: No soy una persona que suela sentir morbo por seguir este tipo de casos, sí que me he enterado de cómo ha seguido el caso por hacer entrevistas o porque me comenta la gente.
P: Imagino que al interpretar al principal culpable uno se pone de otra manera en la piel de las familias.
JT: Por supuesto, lo primero que se nos planteó desde dirección es que es una película que se hacía con todo el respeto y como homenaje, por así decirlo, a las familias, que fueron las que más sufrieron con todo esto. Es una película hecha con muchísimo respeto, que no busca el morbo, de hecho, el nombre de las víctimas está cambiado y el físico de las actrices que las interpretan querían que fuera totalmente diferente, los únicos dos nombres originales del propio caso son los de los dos acusados.
P: La crítica hacia la investigación es algo que invade todo el guion de la película, de hecho, encontramos alusiones directas a algunos elementos ¿Cómo surge esto?
JT: Es una película que deja muy clara la posición del director. La Guardia Civil y la Policía Nacional han colaborado para su realización. También me consta que Marc tuvo acceso a sumarios originales del caso. Él empezó a hacer esta película porque su hermano, que falleció, era criminólogo.
P: Los espectadores van a descubrir algunas cosas qué no sabían del caso ¿verdad?
JT: La obra deja clara algunas circunstancias que la gente no sabe que existían de verdad, como la homosexualidad de Antonio Angles. Tú estás acusando a una persona de una violación a tres menores, cuando hay pruebas más que evidentes de que era homosexual, y esto siempre se ha mantenido al margen.
Asimismo, los espectadores también van a poder ser conscientes de algunas de las pruebas que fueron eliminadas. Se ponen en balanza muchísimos datos que el espectador no tiene. Es una película que te invita a pensar sobre los fallos en este caso.
P: Durante el rodaje o el proceso de preparación ¿Tuviste algún tipo de contacto con el entorno de Anglés o los afectados por el caso?
JT: Yo soy un actor que preparo mis trabajos por mi propia cuenta, por lo que realmente no realicé este tipo de investigación. Sé que Jon Manresa se puso en contacto con la hermana de Ricart y estuvieron hablando bastante. Además, antes de estrenar la película se hizo un pase privado y la vio Fernando, el padre de una de las niñas. Le gustó bastante y le sorprendió, ese significa que la película se hizo desde el respeto. Para mí eso es muy importante.
P: ¿Cómo ha sido la reacción del público? Parece que ha gustado bastante.
JT: La verdad es que los comentarios que me han llegado con los espectadores hacen referencia a ese trabajo de contención a nivel interpretativo, cuando luego me han visto cómo soy como persona les ha sorprendido. Realmente creo que la gente que no supiera lo de la homosexualidad de Anglés, lo que va a hacer es reflexionar, que al final es lo que busca cualquier obra.
P: ¿Cómo ha sido trabajar con tus compañeros?
JT: Estoy super contento de haber podido trabajar con compañeros de la talla con Macarena Gómez o Antonia San Juan, aunque salvo con Macarena no coincidí en secuencias con la mayoría de los más conocidos, porque nuestras tramas están separadas.
P: Tu personaje cuenta con unas complicadas secuencias con Macarena Gómez ¿Cómo las habéis afrontado?
JT: Trabajar con Macarena fue un placer por su disponibilidad, desde el primer momento ella me facilitó esta secuencia que era muy difícil de hacer, pudimos jugar con el físico, dejarnos llevar por el personaje. Fue una jornada de rodaje muy dura, ella tuvo que estar prácticamente atada durante casi un día entero. Además, tuvimos que trabajar con un perro domesticado que, obviamente, es algo que te impone.
JT: ¿Cómo se preparan este tipo de escenas llenas de violencia?
Cada actor tenemos nuestros trucos, lo que me servía era escuchar música rap en alto volumen, me conectaba con esa violencia que necesitaba. Me preparaba mentalmente con lo que íbamos a hacer.
P: ¿Qué ha supuesto para ti la participación en ’75 días’?
JT: A día de hoy me ha salido alguna oportunidad laboral, aunque no puedo contar mucho. A nivel de crítica, estoy recibiendo muchísimo cariño.
Por el momento, la película está ahí y espero que reciba muchos frutos. Igual, al no ser un actor no tan conocido por el gran público, todavía no estoy recibiendo ese impulso que te puede dar el trabajar con algún director muy consagrado, como puede ser Almdóvar. Pero nos está dando cosas muy buenas.
Yo llevo trabajando en series de televisión desde hace mucho tiempo, pero esta película me ha dado la posibilidad de hacer un papel protagonista, que suele ser más complicado al no ser muy conocido.
P: La cinta cuenta con una secuencia de sexo de tu personaje ¿Cómo la viviste en rodaje?
JT: Las afrontamos de la forma más natural posible, yo que suelo ser bastante pudoroso me costó, pero la disponibilidad de mi compañero Alberto me ayudo mucho. Yo pensaba que me iba a costar mucho más y era la escena que más miedo me daba, porque nunca había hecho una escena de desnudo. Fue muy liviana y natural.
P: La película tardo bastante en estrenarse ¿Cómo has vivido esa espera?
JT: Sí, terminamos de rodar en enero de 2019, iba a estrenarse en el festival de Málaga de 2020, pero por la Covid-19 no pudo ser. Finalmente, se decidió esperar y por fin ha visto la luz. Estamos contentísimos de que ya se pudiera ver.
P: ¿Qué dirías que es lo que más puede sorprender a los espectadores?
JT: Yo creo que la gente se va a ir pensando de la sala, no es una película que te deje plano, es una película que te va a invitar a investigar, a despejar muchas incógnitas. Es una película que invita a la reflexión, es lo más destacado de esta obra.