La saga Harry Potter, creada por J.K. Rowling, se ha convertido en un auténtico fenómeno. Tras siete libros y varias películas, el mundo mágico no ha parado de crecer con los años. Entre sus expansiones, tenemos la trilogía cinematográfica de Animales Fantásticos, formada por Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos (David Yates, 2016), Los Crímenes de Grindelwald (2018) y la reciente Los Secretos de Dumbledore (2022). Con motivo de la última entrega me ha parecido el momento perfecto para hablar de la música de toda la saga, compuesta por James Newton Howard. Es cierto que estas películas han contado con cierta polémica a lo largo de los años (no entraremos en ella, hay muchas y no estamos aquí para eso), pero no hay duda de que el trabajo musical ha sido excelente.
¿Qué mejor forma de empezar que con la primera canción que nos re-introdujo en el gran mundo mágico? La primera canción que podemos oír en la saga nos presenta varios de los nuevos temas principales. Entre ellos podemos escuchar el tema de la saga, el cual es realmente intenso y glorioso; también está el tema de Grindelwald, mucho más oscuro y contundente; y, para terminar, uno de mis favoritos: el tema de Newt y la maleta. De verdad, soy incapaz de no sonreír cada vez que escucho esta melodía. Como pequeño extra, podemos escuchar un pequeño guiño musical al mítico tema principal de la saga Harry Potter al principio.
Otro de los temas principales que se nos presenta en la primera entrega es el de MACUSA. Nueva York también cuenta con su propio mundo mágico y James Newton Howard es capaz de mostrarlo con una melodía magistral. Nos encontramos ante un momento realmente solemne, glorioso y majestuoso, capaz de sonar con una fuerza única. Sin embargo, también tiene varios toques de jazz que logran ambientarlo a la época de la mejor forma posible. Todo ello se encuentra envuelto por una atmósfera mágica que encaja de maravilla con la saga.
Hay dos temas principales más que me gustaría destacar de esta primera entrega. El primero de ellos el de Tina, uno de los personajes más cercanos a nuestro querido Newt. Se trata de una melodía realmente hermosa y serena. Aunque siempre se presenta de forma pausada, es capaz de transmitir una fuerza con la que es muy difícil resistirse a sonreír de la emoción mientras la escuchas. El otro tema principal es el dedicado a Jacob Kowalski, una melodía mucho más desenfrenada y divertida, con ciertos toques de jazz que son muy destacables.
Si nos introducimos en la segunda entrega de la saga, podemos encontrar a gran parte de estas melodías de nuevo. El desarrollo y evolución que presentan con respecto a la primera entrega es muy destacable. Me gustaría destacar el de Tina, el cual gana todavía más protagonismo y nos ofrece algunos momentos, protagonizados por coros, que son realmente sobresalientes. La melodía sigue sonando igual de hermosa y serena que en la primera entrega, pero ahora presenta todavía más desarrollo y algunos momentos que son capaces de sonar de maravilla.
Uno de los magos más famosos de la historia, Albus Dumbledore, también recibe su propio tema principal en la segunda entrega (no había tenido un tema propio hasta ahora). Me alegra mucho decir que se trata de una melodía a la altura del personaje. Nos encontramos ante un momento realmente solemne y glorioso, capaz de sonar con una fuerza casi majestuosa incluso cuando aun no tiene mucha intensidad. Sin embargo, también resulta emotivo y dramático. Todas estas características se combinan entre sí de la mejor forma posible para ofrecernos uno de los mejores temas de la saga (y no, no estoy exagerando).
Otro de los nuevos temas principales que nos presenta esta entrega es el de Leta Lestrange. Nos encontramos ante una canción realmente hermosa y esperanzadora, con un estilo sereno y muy destacable. Sin embargo, Leta esconde un oscuro secreto y este también queda reflejado en su música a través de momentos mucho más oscuros y misteriosos. Durante estas partes, el uso de los coros resulta que es sencillamente magistral. De verdad, no tengo palabras para describiros. Apenas tienen intensidad pero no necesitan más para lograr estremecer a cualquiera que los escuche (logran transmitir una fuerza desgarradora).
De esta segunda entrega me gustaría destacar toda su parte final. En serio, James Newton Howard nos ofreció uno de los mejores clímax musicales de toda la saga. La guerra está a punto de comenzar y cada uno de nuestros protagonistas debe escoger un bando para el conflicto que se avecina. Esta decisión, junto a sus consecuencias más inmediatas, queda perfectamente reflejado en la música. La fuerza y emoción que es capaz de transmitir la obra durante sus últimas canciones es magistral (de verdad, no exagero cuando digo que logra ponerme los pelos de punta cada vez que oigo la canción que os dejo a continuación).
Una vez comentadas (y escuchadas) algunas de las principales características de las dos primeras entregas, ha llegado el momento de adentrarnos en la música de la tercera parte. Todas las características y temas principales de las anteriores vuelven a hacer acto de aparición en esta con nuevos desarrollos y evoluciones. Todas ellas resultan muy destacables y permiten que la saga evolucione de la mejor forma posible. Un gran ejemplo lo encontramos en el tema de Tina, el cual aparece muy poco en esta nueva película (por motivos de argumento) pero cuando lo hace es que es capaz de arrebatar una sonrisa a cualquiera que lo escuche.
Como es evidente, también nos encontramos ante varios temas principales nuevos que se introducen en esta tercera entrega. Uno de ellos es el tema de Eulalie Hicks, también conocida como Lally a secas. Nos encontramos ante una melodía realmente alegre y animada, pero también muy ingeniosa. Logra sonar muy bien incluso sin aumentar mucho su intensidad en ningún momento. Nótese en la canción siguiente que, en la parte final de esta, también podemos escuchar una nueva variación del tema de Jacob que se integra muy bien con el de Lally.
Otro de los nuevos temas principales que me han parecido muy destacables es el de la criatura mágica Qilin. Estos seres tienen la capacidad de ver en el interior del alma de las personas y determinar cuáles son buenas de corazón y cuáles no. Su melodía logra reflejar esto de una forma magnífica. Nos encontramos ante un tema realmente sereno y emotivo, capaz de transmitir muchísima fuerza sin elevar mucho su intensidad en ningún momento (tampoco lo necesita).
Aunque no es un personaje nuevo, Grindelwald cuenta con un nuevo tema principal en esta tercera entrega. Más que un tema principal para el personaje, me atrevería a decir que más bien se trata de un tema principal para el plan que ha orquestado el personaje. Nos encontramos ante una melodía que evoca el tema de entregas anteriores, pero resulta mucho más solemne y majestuoso. Eso sí, sigue sonando igual de oscuro y malvado, ¡¡Y me encanta la combinación!!.
La acción también juega un papel muy importante en esta tercera entrega. Puede que no resulte tan abundante como en las películas anteriores pero eso no impide que nos ofrezca algunos momentos musicales realmente destacables. El compositor es capaz de transmitir muchísima fuerza y emoción mientras alterna partes más intensas con otras más «calmadas» (y lo escribo entre comillas porque siguen sonando dentro de la acción de la mejor forma posible). Esto permite que los conjuntos fluyan de una forma que es realmente destacable, de verdad.
Huelga decir que James Newton Howard recupera algunas melodías y momentos musicales de la saga Harry Potter, compuestos concretamente por John Williams. Sin embargo, en ningún momento se abusa de ellos. Al contrario, siempre están usados en momentos muy específicos, perfectamente integrados con las nuevas melodías para que en ningún momento acaparen el protagonismo del conjunto. Esto es algo que ocurre a lo largo de toda la saga de Animales Fantásticos y esta entrega no es una excepción, como podemos oír a continuación.
En definitiva, puedo decir con total seguridad que James Newton Howard ha hecho un trabajo excepcional con esta saga de películas (dejando las polémicas y gustos a un lado, creo que nadie podrá negar que la música de las tres entregas resulta magistral de principio a fin). Nos encontramos ante una trilogía musical que se integra de maravilla en el mundo musical presentado en Harry Potter que, al mismo tiempo, logra tener su propia personalidad. La enorme cantidad y variedad de temas que se nos presentan a lo largo de las tres películas, al igual que su desarrollo de una entrega a otro, resulta que es sencillamente sobrecogedor. En pocas palabras: poco o nada tiene que envidiar la saga de Animales Fantásticos a la de Harry Potter, en lo que a música se refiere. James Newton Howard nos presenta una trilogía magistral.
Para terminar la entrada, me gustaría hablar de la canción cantada que suena durante los créditos finales de la tercera entrega. La canción, interpretada por Gregory Porter, nos sumerge de lleno en un conjunto realmente emotivo y hermoso. Las canciones cantadas no son muy abundantes dentro de la saga mágica (y menos utilizadas de forma extradiegética). Esto provoca que la canción se convierta así en una especie de «final» simbólico para la trilogía. ¿Qué nos deparará el futuro del mundo mágico? ¿Más entregas de Animales Fantásticos o serán películas de otra cosa? Pronto lo averiguaremos, pero espero que se encuentre tan bien acompañado musicalmente como lo han hecho estas películas con James Newton Howard…