Entre los días 9 y 18 de junio ha tenido lugar la decimotercera edición del Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos de Valencia, el Humans Fest, organizado por la Fundación por la Justicia.
A lo largo de estos días se han proyectado alrededor de medio centenar de películas, cortos y documentales. Abordándose la compleja realidad de temas como la defensa de los derechos humanos, las consecuencias sociales de las guerras, las migraciones, y la situación de los refugiados.
En su última jornada, se celebró la gala de premiación en la que resultó ganadora la película holandesa Along the way (Mijke DeJong, 2022). Una historia sobre dos hermanas afganas de 19 años, que tras perder a su familia en la frontera entre Turquía e Irán, han de enfrentarse a duras decisiones.
Como en anteriores ediciones, se han llevado a cabo todo tipo de actividades complementarias a la proyección de largometrajes de la Sección Oficial, así como de los documentales y cortos de cine social. Coloquios y mesas redondas con activistas y directores, proyecciones al aire libre y presencia en otros espacios públicos (talleres y exposiciones). Actividades paralelas que han dinamizado el desarrollo y la actividad sociocultural de este festival.
La jornada inaugural dio paso a la proyección del documental Para Sama (Waad al-Kateab, 2019) sobre las consecuencias de la guerra en Siria, seguido de múltiples producciones procedentes de todo el mundo. Entre ellas, la película española La voluntaria (Nely Reguera, 2022) o documentales de relevancia internacional como Bring it to the people (Luis Palomino, 2021) o el premiadísimo Flee (J.P. Rasmussen, 2021) que sirvió para cerrar el certamen.
Asimismo se han podido ver algunas propuestas interesantes en la Sección Oficial:
- La Pampa (Dorian Fernández-Moris, Perú, 2022)
Una historia que trata de mostrar la cruda realidad de esta región peruana. Al igual que otras zonas alejadas de la gran urbe, posee una realidad social compleja y sin amparo de la ley.
El Amazonas, la mitología y el misticismo de la zona es fuente de inspiración para su joven director, habituado al género del terror (Secreto Matusita o Cementerio General). Si bien alterna con producciones de calado social como La pampa, o futuros proyectos sobre las dificultades de este ámbito rural amazónico del cual él mismo procede.
En esta ocasión refleja un suceso «crudamente real y verídico». Una chica (Reina, Luz Pinedo) consigue escapar de uno de los prostibares en donde se encuentra captiva, y pretende reencontrarse con su familia. Pedro (Fernando Bacilio) a modo también de redención personal, acabará por ayudar a esta niña invisible a encontrar su camino a casa. Una especie de ‘road trip‘ por el mundo rural amazónico peruano. Nos permite visibilizar las duras condiciones de vida del entorno, y la gran problemática socioeconómica del mismo. La trata de blancas, la explotación infantil y sexual, la minería ilegal y la pobreza.
Una película que se estrena en Europa en este certamen. Por cierto, superando no pocas dificultades como las propias amenazas de las mafias locales para entorpecer e impedir el rodaje de la misma.
Lo mejor: las no pocas injusticias sociales que se muestran del mundo rural de esta región amazónica peruana.
Lo peor: el sonido ambiente y la música son algo ensordecedores en comparación con algunos diálogos inaudibles.
Nota: 6/10
- Tan lejos como pueda caminar (As far as I can walk), (Stefan Arsenijević, Serbia, 2021)
Basada en un poema épico serbio del Medioevo, narra la determinación de Samita (Ibrahim Koma). Un decidido joven africano que se apresura sin pensárselo en busca de su mujer, agraviado por la incertidumbre del abandono y el desamor que siente.
Tanto él como su mujer (Ababuo, Nancy Mensah-Offei) son un matrimonio que se encuentra en régimen de migrantes económicos. Se hallan atrapados en Serbia sin poder regularizar su situación, ni poder acceder a territorio de la Unión Europea. Fruto de esa desesperación, ella decide intentar huir para encontrarse a si misma, todavía aspira a ejercer de actriz en Inglaterra.
Lanzarse a la búsqueda de su mujer implica una dura travesía por la denominada Ruta de los Balcanes asumiendo innumerables riesgos. Nos muestra con detalle el complejo tránsito de las migraciones por las diferentes fronteras. Largas caminatas, «descansos» a la intemperie, huidas de controles policiales y mafias del transporte.
Una historia de amor, no sólo épica sino también contemporánea. Desgraciadamente, los sueños personales y deseos de los protagonistas, han de confrontarse con la dura realidad que les toca vivir.
Lo mejor: otra dura realidad social, y no sólo por el complejo tránsito migratorio de los protagonistas.
Lo peor: una excesiva travesía por los campos de Serbia y Hungría, transitando menos por la emotividad de la pareja.
Nota: 6/10
- Sinjar (Anna Bofarull, España, 2022)
Consta de tres historias con un nexo en común, mujeres valientes víctimas de la barbarie y el fanatismo religioso. La problemática que genera la radicalización religiosa y sus consecuencias sociales especialmente en personas vulnerables. Algo que de no ser por la pandemia quizá continuaría siendo uno de los aspectos más preocupantes del panorama internacional.
La guerra de Siria, la aparición del Estado Islámico y sus consecuencias son el hilo argumental por el que se persigue (literalmente, mediante una agitada cámara en movimiento) a tres mujeres. En diferentes lugares y de modos diferentes, pero sufriendo las repercusiones de todo ello.
Gracias a un realismo cuasi documental, con actrices y extras que han tenido vivencias auténticas como las que se relatan, resulta conmovedora y desgarradora a partes iguales. Y es que buena parte de la historia se ha enriquecido gracias al rodaje en las localizaciones y la gente del lugar, con testimonios e historias personales.
Hablamos de casos como el de una mujer de la minoría yazidí (y sus hijos) obligada a ser sirviente y esclava sexual en Iraq, una joven que consigue escapar del Daesh y se une al ejército kurdo, o una madre de Barcelona que ve cómo su hijo radicalizado se marcha para unirse al frente de Siria.
En definitiva, es un retrato bastante fidedigno del problema de la mujer en Oriente Medio y del radicalismo religioso.
Lo mejor: muestra de manera desgarradora y conmovedora cómo el fanatismo religioso vulnera la libertad y dignidad de mujeres y niños.
Lo peor: el movimiento de cámara tras de las protagonistas puede ser agotador en ocasiones.
Nota: 7/10