Título original: Gladiator II
Año: 2024
País: Estados Unidos
Dirección: Ridley Scott
Guion: David Scarpa. Personajes: David Franzoni
Reparto: Paul Mescal, Pedro Pascal, Denzel Washington, Connie Nielsen, Joseph Quinn, Fred Hechinger
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: John Mathieson
Productoras: Scott Free Productions, Red Wagon Productions, Paramount Pictures
Género: Acción. Aventuras. Drama
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El próximo 15 de noviembre se estrena uno de los proyectos cinematográficos más importantes del 2024. El director Ridley Scott, 24 años después, presenta la secuela de una de sus películas más recordadas: Gladiator. De esta manera, los amantes de los largometrajes que tratan sobre el Imperio romano, tienen una nueva motivación para acudir al cine.
Hunno (Paul Mescal) es un hombre que vive junto a su mujer en una ciudad del norte del continente africano. Un día, sus tierras son conquistadas por las tropas romanas lideradas por el general Marcus Acacius (Pedro Pascal) y Hunno es llevado como esclavo a Roma, que está gobernada de una forma tiránica. Una vez allí, Macrinus (Denzel Washington) lo compra para su escuela de gladiadores. Hunno, deberá encontrar su identidad perdida mientras siente la arena del edificio más emblemático de la ciudad: el Coliseo.
David Scarpa repite como guionista, tras escribir la fallida Napoleón (2023), y realiza un trabajo más notable. Sin entrar en exactitudes históricas, no tengo tanto conocimiento sobre la época romana; la estructura narrativa es muchísimo mejor. Para mí, el fallo de Napoleón era que la historia estaba muy mal contada porque no había continuidad, parecían escenas dispersas sin conexión entre ellas. Pues bien, en Gladiator II esto no sucede. Scarpa ha trabajado mejor la estructura del guion y eso se nota en el resultado final.
Los personajes están bien construidos y cada uno representa un valor muy determinado: la ira, la fuerza, la lealtad, la nostalgia, la locura, el poder y la ambición. Queda como ejercicio del espectador relacionar a los personajes con las cualidades anteriormente presentadas; os propongo ese juego. Lo que da mucha vivacidad a la película es que estos dotes siempre están contrapuestos, es decir, en escena siempre hay dos personajes que personifican valores que son contradictorios. Esto es, la ambición y la lealtad, la fuerza y el honor, la nostalgia y la ira…
El mensaje principal del proyecto, a mi parecer, queda muy claro: no se puede ejercer la tiranía contra el pueblo porque, a la larga, éste se sublevará y exigirá que el poder sea para ellos. Dicho de otra manera, gobernar sólo por la fuerza no es la solución. El pueblo no lo permitirá. Sin honor, y de forma tiránica y autoritaria, no se puede dirigir Roma.
Quiero destacar tanto el personaje como la actuación de Denzel Washington. Realiza una de las mejores interpretaciones de su exitosa carrera y dota a la película de un tono que la convierte en un film notable. Él es quien personifica todo lo que un político debe tener, desgraciadamente, para triunfar. Como él dice «esto es política, amigo». Su personaje va adquiriendo importancia poco a poco y, desde la sombra, consigue acaparar toda la luz del set de rodaje. Vale la pena ver la película sólo por ver a Denzel Washington, está espectacular.
Por otro lado, en el apartado técnico, se nota el incremento de financiación que ha habido y la modernización de la tecnología. En esta secuela, Ridley ha podido hacer algunas escenas que en Gladiator no pudo: ha hecho una lucha contra un rinoceronte, ha creado una batalla naval dentro del Coliseo y ha enfrentado a los gladiadores con unos animales monstruosos. Estas nuevas secuencias elevan el nivel de la película y potencian la atmósfera envolvente y perturbadora de la antigua Roma. Haciendo un juego de palabras, éstas son «colosales».
Como punto negativo, y que para mí arruina gran parte de la experiencia, es que ya todo el mundo que haya visto el tráiler de la película o haya leído información sobre ella, es muy probable que ya sepa el gran giro de guion que se presenta en el largometraje: quién es realmente Hunno. Para mí, este es un error muy grande porque acaba con el suspense, el público ya sabe -de antemano- lo que va a suceder. Por ello, la película se vuelve muy previsible y pierde mucho impacto.
Como conclusión, Gladiator II es una notable secuela que tiene como principal virtud el personaje de Denzel Washington y las escenas rodadas en el Coliseo y como elementos negativos la revelación del principal giro de guion en la propia sinopsis de la película.