Nombre original – Esterno notte
Año – 2022
Duración – 300 minutos
País – Italia
Dirección – Marco Bellocchio
Guion – Marco Bellocchio, Stefano Bises, Ludovica Rampoldi, Davide Serino
Música – Fabio Massimo Capogrosso
Fotografía – Francesco Di Giacomo
Reparto – Fabrizio Gifuni, Margherita Buy, Toni Servillo, Fausto Russo Alesi, Daniela Marra, Gabriel Montesi, Bebo Storti, Federico Torre, Mattia Bisonni, Fabrizio Conti
Productoras – The Apartment, Kavac Film, arte, Radiotelevisione Italiana (RAI)
Género – drama, thriller, político
Tres minutos y sabemos que esto va a ser diferente a todo lo que nos han mostrado. Tres minutos y la serie nos dice que a Aldo Moro, secretario general de la Democracia Cristiana italiana y ex-primer ministro por partida doble, no lo mató el grupo terrorista Brigate Rosse, sino que lo hizo su propio partido. Así es, sin medias tintas.
Por poner un poco en situación, a mediados de los 70 en Italia se vivía un periodo extremadamente convulso con mucha conflictividad social, estudiantes revolucionados, crisis económica y la aparición de grupos terroristas. En esta tesitura, Aldo Moro como secretario general de la DC tendió la mano al Partido Comunista de Enrico Berlinguer (alejado ya de la órbita soviética, habiendo acogido el eurocomunismo y como segundo grupo político más votado) para formar un gobierno apoyado por ellos para la «solidaridad nacional«. Justo el día en el que se iba a explicitar el apoyo comunista al gobierno de Giulio Andreotti en el parlamento, las Brigadas Rojas secuestraron a Aldo Moro y se paralizó momentaneamente el acuerdo.
Bellocchio vuelve a abordar este suceso determinante en la política italiana otra vez tras Buenos días, noche (2003). La película se centraba sobre todo en la célula terrorista que secuestró a Moro y en su evolución durante los días que lo tenían oculto en un piso de Roma. Esta, muy influyente y comentada cuando se estrenó, se queda como un aproximamiento tímido en comparación de lo que da ahora el veterano director italiano en su nueva miniserie.
En seis capítulos de aproximadamente una hora, se cuenta desde todas las perspectivas posibles el suceso. Cada capítulo está protagonizado por un elemento de la ecuación: el Gobierno (y, por ende, el grupo democristiano), el Papa, la mujer de Aldo Moro, el mismo secuestrado y los terroristas. Todo para ofrecer mayor profundidad al evento y, sobre todo, para dar luz de las actuaciones de cada uno y cuestionar el relato oficial. De esta forma, no sale muy bien parada la Democracia Cristiana, como en la maravillosa Il divo (Sorrentino, 2008)
En este punto puede que sea donde una persona con una mente crítica dude más. No se deja muy claro en qué se basan para crear esta serie y no es un artefacto político poco relevante, sino incendiario.
De todos modos, la serie consigue definir a Italia como país, tan dado a la burla como al esperpento. Refleja un verdadero show alrededor de un evento tan fuerte que anticiparía cómo se ha vivido la política en la última mitad de siglo en la nación del Renacimiento. Y para ello, Bellocchio se sirve del thriller para transitar por un laberinto en el que hay tantos intereses partidistas y personales que nos hace avanzar por caminos equivocados a drede. Hasta el último momento no se resuelve todo el enigma.
Lo que sí está claro es que en tono, en una ambientación setentera muy fidedigna, en una fotografía sobria y en las actuaciones, acierta. Transitan por la mini-serie grandes nombres del cine italiano: Margheritta Buy, recurrente en la filmografia de Nanni Moretti; Toni Servillo, en la de Paolo Sorrentino; Fabrizio Gifuni, ganador de un premio David di Donatello y excelso encarnando a Moro. Pero hay que apuntar, sobre todo, a una desconocida Daniela Marra que hace un papel brillante como terrorista que se cuestiona todas sus creencias y su sacrificio por la causa. Consigue crear un personaje con una coraza que poco a poco empieza a agrietarse y con el que podemos ver una humanidad cuestionada.
Exterior noche ya ha triunfado en Italia y fuera, con su presencia en Cannes y el Premio Europeo por Narrativa Innovadora en los últimos EFA, y no es extraño. El realizador de El traidor (2019) ha creado una serie accesible, interesante, adictiva y, por ende, de mucha calidad. Sus seis capítulos son ya historia del thriller político, casi a la altura de Z (Costa-Gavras, 1969).
«Bajo la penumbra de un farol se dormirán
Todas las cosas que quedaron por decir, se dormirán«
Porque te vas – Jeanette
Nota: 8/10
Lo mejor: su uso del thriller para crear un laberinto político
Lo peor: se puede dudar de la historia al no saber en qué se basa