El cine tiene distintos habitáculos imaginarios y sentimentales donde encuentra comodidad y bienestar. Uno de estos recónditos lugares no físicos es el romanticismo, y ya sea con traje de comedia o vestido de drama, el séptimo arte tiene un idílico romance con el amor, con quien ha escrito numerosas páginas doradas a lo largo de su historia dejando relatos francamente inolvidables para muchos espectadores.
El amor, dicen, es el vínculo más poderoso del universo, el cual es complejo, porque viene, siembra raíces, hipnotiza, se va, machaca, deshumaniza y olvida, y luego vuelve, y cuando lo hace varía y cambia, y se disfraza. Y lo que al principio es un cuento de hadas luego se acaba tornando en una prisión onírica, que martiriza con su necesidad de ser otra vez consumido.
‘Like Crazy’, la película de los fotogramas de la imagen, es una película de sentimientos por doquier, de reconciliarte u odiar el cine, de añorar o de fortalecer ideales, de soñadores y de realistas. Cine que evoca, que rememora y que teletransporta, pero que amarga, hace daño y raspa. Cine que hace llorar, a románticos o a renegados del sentimiento. Cine de un amor juvenil maduro. Cine real, puro y sentido. ‘Like Crazy’ eres tú aquella vez, eres tú ahora, eres tú más pronto que tarde.