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Entrevista a David Moragas [en directo]

Hemos entrevistado al guionista, director y actor David Moragas (1993) en directo en motivo del estreno en cines de su primera película, el romance gay americano-catalán A Stormy Night ambientado en Nueva York.

David Moragas estudió comunicación audiovisual en la UPF, donde coincidió con cineastas de la generación de Las Amigas de Ágata, un grupo de cineastas haciendo cine de bajo presupuesto en catalán, y terminó sus estudios cinematográficos en la escuela TISCH School of the Arts de Nueva York.

Podéis leer la crítica aquí y ver la entrevista al final de este artículo.

P: Esto es una historia entre dos chicos en una noche de tormenta en una casa. ¿Qué nos puedes explicar grosso modo para que la gente se ilusione?

R: Pues a ver, para que la gente se ilusione decir que sobretodo es una película relativamente pequeña en cuanto a ambición. La hicimos con muy pocos medios pero eso a la vez te permite una honestidad y una forma de hablar un poco más directa.

P:  Has comentado los pocos medios y me ha venido a la cabeza  que tu primer corto, estaba influido también por el Mumblecore. O sea, que hasta cierto punto esa filosofía ha podido quedar contigo hasta ahora.

R: Sí, totalmente. Me inspira mucho esta idea de hacer las cosas sin esperar a que nadie te dé permiso porque si no, no las haces. Esta filosofía de adaptar lo que tienes a mano para contar una historia me gusta mucho.

P: Claro, no debes esperar a tener grandes infraestructuras para poder explicar historias. Y tú explicas historias.

R: Sobretodo al principio, cuando empiezas tu carrera como director y no eres —por decirlo así de forma directa— no eres absolutamente nadie, vienes de un pueblo muy pequeñito y decides que quieres hacer cine, al principio las puertas de entrada son bastante limitadas. Sobretodo al principio. Después ya no. La idea es que si después puedes encontrar la forma de producir y hacerlo desde una cierta comodidad, pues también hay valor en eso.

David Moragas
David Moragas en el set de su primer corto ‘Only Fools Rush In’.

P: En un momento de la película hablas de los niños de papá… de que, en cierto modo, hay un cierto prejuicio de clase hacia el director de cine. ¿Puede haber sitio para el director hormiguita que trabaja y persevera?

R: Sí. Aún cuesta mucho hablar de quién tiene acceso al arte y quién está haciendo películas hoy en día. Siempre me gusta hablar de este tema, porque la conversación sobre cómo nos ganamos el pan y como llegamos a fin de mes siempre está muy presente en mis grupos de amigos, pero en cambio luego a lo mejor en cine a veces no lo veo representado, sobretodo con el cine dirigido a personas jóvenes. Quería que en la película hubiese un momento en el que se cuestionara todo esto y se hablara de las preferencias (laborales), el alquiler y cómo lo hacen para sobrevivir…

P: Y para elaborar sobre esto hay mucho debate en toda la película. No sólo es una película romántica con toques de comedia, también hay mucha opinión, mucho debate, mucha deconstrucción tuya… ¿no? 

R: Sobretodo me gustaría que quedase constancia de que intento hablar de temas que me preocupan a mi pero también a mis amigos, porque yo siempre digo si he hecho algún curso de guion, si he impartido alguna clase, que es muy importante saber para quién estás escribiendo, porque al final las películas son para que la gente las vea. Yo creo que lo que hay es que una exploración de todos estos temas que hemos hablado en el bar y que tenemos muy presentes.

P:  A veces se te ha comparado con Xavier Dolan, porque eres el escritor de la película pero también eres el director de la película, un escritor-director —esos autores que tanto nos gustan— pero es que también eres el protagonista y también haces carteles de películas. Muy a menudo te estoy viendo hacer carteles…

R: En Nueva York sobre todo estudié bastante diseño gráfico y dirección creativa y, ahí empecé a hacer recursos gráficos para mis amigos, pero llegó un momento que el volumen de trabajo era tan grande…. Entonces cuando me pedían un cartel empecé a pedir cien dólares, y a día de hoy aún es la misma tarifa. Si veo que la persona que hace el corto está forrada y tiene dinero pido más dinero sin ningún tipo de vergüenza, pero si alguien viene y me dice «no tengo dinero» lo hago gratis.

Hacer cine en España es bastante difícil porque no es como en EEUU, donde todo está muy privatizado y, literalmente, hay mucho dinero. Aquí en España si te fijas toda la gente que se dedica al cine en realidad están haciendo un multitasking muy agresivo. Y este sería el trabajo que yo hago de suplemento, me dedico al diseño gráfico y dirección creativa.

P: Tú también eres pluriempleado, vaya.

R: Yo soy autónomo, y como autónomo estoy dado de alta como productor, como guionista, como diseñador gráfico… Lo hago todo.

P: Vamos a llegar a ahí, a cómo llegaste a Nueva York. ¿Tú crees que estamos teniendo una fuga de cerebros en el cine o simplemente, intentamos apuntar tan arriba como podemos y nos vamos al estranjero directamente? ¿Que es lo que está ocurriendo aquí?

R: Estudié en la Pompeu Fabra. Yo había soñado mucho con dirigir cine pero se acababa la carrera y pensaba, buá, ahora toca ponerme a llevar las redes sociales de una empresa, de una start-up, tal cual. Y entonces un profesor me dijo «hombre, ¿por qué no complementas tus estudios —que en la Pompeu son un poco teóricos— con algo un poco más práctico?» Y me dijo: «creo que te iría muy bien irte a Estados Unidos», y me enseñó unas becas… Están las de La Caixa, están las de Full Right… También la Fundación SGAE ofrece unas becas para ir a estudiar al extranjero, y de beca en beca, porque empalmé dos becas, me fui a hacer el máster en Estados Unidos.

La beca de La Caixa está muy bien porque te pagan todo, o sea, te pagan los billetes de vuelo, el piso, te dan dinero, te pagan los estudios. Y ahí sí me di cuenta de que ¡Jo! ¡es que cada año dan como 40 becas! Entre todos, científicos y demás… Son 40 perfiles que se van.

Me acuerdo que, cuando hacías la entrevista decían que para seducir un poco el panel tenías que decirles que después querías volver. Yo genuinamente quería volver, pero me he dado cuenta de que la mayoría de gente se queda en Estados Unidos. No sé si se llama «fuga de cerebros», yo puedo hablar desde la perspectiva más funcional, y es que en Estados Unidos la gente cobra más.  Hay más ventanas de exhibición. Hay más sitios donde proyectar, más festivales, más todo, más absolutamente todo.


La entrevista continúa por teléfono: 

P: ¿Como ha sido estrenar tu primera película en 2020?

R: 2020 ha sido un año absurdo y completamente loco, ha sido un reto tras otro. También diré que todo era una sorpresa. Las selecciones en festivales no me las esperaba. Me hacen mucha ilusión, pero no me las esperaba.  Entonces (algunos festivales) también me decían algo y luego no ocurrían. Tampoco era una gran decepción porque para mí el sueño era terminar la película y llegar al público.

Después del D’A ya estaba súper contento, porque pensaba que había hecho lo que tenía que hacer, he hecho una película y mucha gente la ha visto. Y después todo lo que ha ocurrido han sido suertes y cosas bonitas. Ahora en diciembre por fin podemos estrenar, lo haremos en condiciones un poco «especiales» porque los cines están todos al 30% y no será un estreno como el que me había prometido el mundo, pero no importa porque habrán más pelis.

P: ¿Entre escribir, dirigir y actuar, con qué te quedas?

R: Yo actuar, no quiero hacerlo. Lo hice para esta peli porque era mas fácil hacerlo yo que volar a un actor de España, traerlo a Nueva York y tener una cabeza más que alimentar. Jacob Perkins, el otro chico, es actor y se nota mucho, es sublime. Y la gente me pregunta «como actor qué quieres hacer», y es que no quiero ser actor, y es que entre escribir y dirigir a mi me gusta mucho más escribir, yo sería feliz sólo escribiendo. También me doy cuenta que en España, la figura del autor va mucho de la mano escribir y dirigir, así que voy a asumir las dos responsabilidades siempre que me dejen.

A Stormy Night
Marcos y Alan en ‘A Stormy Night’

P: ¿Te das cuenta de que hay gente que no va a poder separar al protagonista Marcos de David Moragas?

R: Ya.. La gente pensará que soy un borde, pero es que el personaje era un poco borde. Pero bueno, me da igual, yo siempre digo que yo tengo las ideas que se comparten en los debates entre los dos (personajes), y luego después cada personaje es único. Hay una exageración de los rasgos de actitud, pero en ningún caso me representa.

Hay una cuestión que sí que creo que nos ha jugado a favor que es esta noción del cineasta sin recursos que se pone en pantalla que hemos visto en otros ejemplos de cine bajo presupuesto: Lena Dunham, los Hermanos Duplass, Amy Schumer. Creo que eso sí que juega a favor.

P:  Has hecho lo que hizo Elena Martín, también.

R: Yo creo que la gracia de ver Julia Ist era ver a Elena interpretando y dirigiendo. Tenia gancho. No sé qué habría pasado si la protagonista de Julia Ist hubiera sido otra actriz.

P:  Claro, al final, poniéndote de protagonista, estás «firmando» la película como resultado de tu reflexión personal.

R: Me pregunto que ocurrirá el viernes, que tenemos otro corto que lo estreno directamente en Filmin, en ese corto, que se llama Detox, es dónde puse en práctica la dinámica que quiero poder practicar en el futuro, que es trabajar con actores de la talla de Oriol Pla o Guillem Barbossa. Le va a gustar a la gente o qué?

P:  ¿Como es vivir el día a día desde una identidad al margen de lo normativo? Marcos dices que es un poco «borde», aunque también acaba siendo vulnerable. Hay una fachada, y detrás de esa fachada –y la de todos- parece que haya una angustia. Una angustia que cubrimos a veces con el sexo. ¿Hasta qué punto estamos todos angustiados dentro del colectivo?

R: Me acuerdo que en un Q&A que hicimos en Madrid, hice hincapié en una cuestión que me pareció como muy surrealista. Cuando naces fuera de la norma, naces mintiendo o te pasas muchos años mintiendo. Conozco amigos que me dicen «yo casi no tuve que salir del armario». Creo que es falso. Aunque no sea por parte del entorno familiar, la sociedad sí que te exige formar parte de dicha norma. Entonces, este tema de la angustia me apasiona. Aunque no sé como llamarlo, tampoco es angustia. Es la idea de qué hacemos con este asunto que hay que sanar y que es un poco tabú.

P:  Mentirse a una mismo, la homofobia interiorizada, la hiper masculinidad del ambiente…

R: A la gente le gusta decir que ya está, que todos tenemos derechos y que todos somos libres, pero queda mucho trabajo por hacer, y uno de estos trabajos es tener esta noción tan presente, un ejemplo que es un poco extremo, es que mentir a unos padres… Es algo bastante fuerte. Cuando tienes una identidad fuera de la norma, tienes que hacerlo cada día de tu vida; estás mintiendo a todo el mundo incluso a ti mismo a veces.

Como no va a dejar una herida eso? Creo que hay mucho espacio para profundizar. Hay un artículo que salió hace poco, que hablaba de los ratios de depresión en el colectivo y que estaban por los aires. Trastornos de ansiedad. Como para no haberlos.

P: La homosexualidad sigue siendo un tabú como para que siempre sea un gran paso hablar de esto. Las que hablan siempre son películas descarnadas, con demasiado sentimiento incluso. Como si el cine siguiera en shock. Una cosa que para mí cambió el juego fue esa naturalidad en A Stormy Night.

R: Una vez un amigo y dijo «estoy harto de ver películas de temática gay o con personajes que representan al colectivo que tratan del trauma de salir del armario.» Y pensé en esta paradoja de que nos aborrece verlo en pantalla pero a la vez negarlo sería un error. Esa actitud un poco dismissive (evitativa) con el tema de salir del armario y vivir fuera de la norma también pude llegar a ser un poco peligrosa. Pensé «no quiero que sea una película sobre salir del armario, porque no va a ir de esto», pero a la vez, como vamos a tratar varios temas no seria verosímil no hablar de esto en ningún momento.

Porque además, no sé si a ti te pasa, pero ahora que llega la navidad para mi es EL tema. Éstos días se me rompe el corazón porque tengo tantos amigos que dicen: no, es que mi novio lo celebra tal, y yo lo celebro tal. Y como es que no lo pasáis juntos? ¡Y es que ni se plantea! Entonces veo que negarlo o evitarlo tan a adrede tampoco sería verosímil. También depende de la película que estés haciendo.

P: Metes un choque de culturas entre un americano y un español, aunque a veces español y a veces catalán. ¿Por qué usaste esas frases en catalán?

R: Estaba repitiendo el tipo de comportamientos que los catalanes tenemos en EEUU. Y así es como yo he vivido la forma de identificarme, pero fíjate que esta cuestión aquí en España está tan politizada que ha generado dudas. Dicen que es tan raro cuando dices que tu personaje es Español, pero es que bueno, mi personaje es Español, «pero es que hablas catalán», pero bueno es que mi personaje es catalán.

Cuando fuí a EEUU, y estuve ahí tres años, acabé compartiendo espacio y conversaciones con culturas tan diversas que dejé de prestarle atención, y llegué a España y era todo un tema. Muy divertido verlo.

a stormy night
Fotograma de ‘A Stormy Night’ (2020)

P:  Yo no he conocido romance gay en catalán ni en el cine ni en la realidad. Creo que esto también toca con la normatividad. No está todavía visibilizado que nosotros usemos el catalán en nuestras relaciones.

R: ¡Ah, ya! Mis amigos dicen que hago cine «gai», con «i» como en catalán. Y cuando me preguntan mi identidad yo siempre digo «jo soc gai». Me encanta esto. Tengo muchas ganas de que se estrene el corto que rodamos (Detox) también porque representa el tipo de cine que voy a hacer ahora desde Cataluña. Y creo que a la gente le choca mucho ver interpretar a un personaje gai, porque no estamos acostumbrados. Hay un poco de representación, un poquito, en televisión.

A TV3, en este sentido, les aplaudo porque lo han intentado y ha funcionado bastante bien, pero en el cine no hay. Hay muchos cineastas catalanes gays, hay muy pocos cineastas catalanes haciendo cine sobre el colectivo gay. En el fondo es un colectivo diminuto, el del hombre gay blanco de clase media que yo represento.

P: Y la normatividad, cuando se vuelve homonormatividad, ¡también puede ser excluyente!

R: Sí. Lo has dicho tu mejor que yo. Creo que se habla de esto un poco en la película porque había que extrapolarlo al tema del cine de temática gay. Para mí que los personajes sean gays no quiere decir que la temática lo sea. ¿Qué quiere decir eso! Para mí es una comedia romántica, al igual que la película que estoy haciendo ahora es un thriller y ya andan diciendo que es un thriller gay. ¿Qué os pasa? También hay personajes racializados en la peli y eso no lo hace un thriller racializado.

P: Crees que si hubieras escrito este guion en 2020, Marcos se hubiera hecho un Onlyfans?

R: ¡Sí…! A ver lo que hace Marcos va un poco en esa línea. Marcos está inspirado en un cineasta que se llama Charlies Matthews (?), que tiene unas películas que se llaman «En el hotel«… Es un tío que hacía documentales esencialmente acostándose con chicos y luego grabándoles y hacía éste tipo de documental, que ahora está muy presente en el universo Onlyfans. Lo que pasa es que lo que me gusta de Marcos es que el tiene toda esta vocación pero lo hace con la carga de que no está fuera del armario. No sé si seria un Onlyfans, porque se expondría quizás mucho, pero en el futuro creo que a Marcos le encantaría tener un Onlyfans. Aunque creo que no es muy exhibicionista.

P: ¿Se puede hacer cine erótico y no ser exhibicionista? ¿Tu te sentirías inspirado a probar el cine erótico?

R: ¡Claro! Hay muchos directores que hacen eso. Noel Alejandro, Sam Morris … Y sí, mi siguiente película va a ser bastante así. Hay una noción que no he podido tratar mucho en A Stormy Night, que es la del deseo… Se apunta solo un poco. Pero en mi siguiente película voy a full. Yo ya propuse a la productora de contratar actores de otras industrias, como la del cine erótico. Pero creo que al final no será posible, porque (suspiro) cuesta mucho hacer cine en este país que se salga un poco de lo financiable.

Tienes que pedir ayudas y subvenciones, del ICEC, del ICAA, de TV3, TVE… Aunque nos gusta jugar a que no, tienes que cumplir una línea editorial, tienes que tener ciertos actores, cumplir ciertas pautas… Por ejemplo no se puede rodar en blanco y negro, es lo primero que te dicen que quieren cambiar, porque no funciona en la televisión pública. Lo primero que se puso sobre la mesa (con la nueva película) fue, bueno, ahora como lo financias esto con actores porno haciendo cine comercial en España. (Rebufa) Me tumbaron la idea.

P: ¿Poco a poco y sin quererlo no sé si tienes miedo a irte encerrando en un nicho comercial?

R:Con Oberon media ya estoy haciendo una película pasando por todos estos filtros de la indústria, y eso me da un poco de miedo porque por un lado como cineasta en España quiero cobrar dinero por hacer películas, no puedo hacer siempre cine como A Stormy Night. Pero ahora ya empiezo a darme cuenta de que hay mucha belleza en hacer una película como A Stormy Night en la que literalmente puedes hacer lo que te dé la gana. Yo creo que hay algo ahí que se está gestando.

No me extrañaría que de ahora a que rodemos la siguiente película me ponga a hacer cortos. También por eso he decidido estrenar Detox ahora, para saber si a la gente le gusta y lo ve. No sé, porque si esto gusta a lo mejor puedo hacer más cosas así, y podría hacer películas industriales pero seguir experimentando con el medio, porque para mí  experimentar es muy importante, si no no haces nada.

Aquí tienes cineastas como Albert Serra que es una mente brillante. Ha conseguido hacer algo que para mí es un sueño, que es poder hacer el cine que le da la gana pero pasando por el sistema de subvenciones públicas. Pero para hacer lo que ha hecho Albert para empezar tienes que ser un tío hetero. No sé si es hetero o no. Pero la confianza con la que parece que habla yo no la tengo.

P: Bueno, antes he sacado a Elena Martín, porque si no fue a tu clase, cerca estubo. Y ella en cierto modo representa un cine de bajo presupuesto subvencionable. Fuísteis a la misma universidad, también con Alba Cros, no sé si en la misma promoción.

R: Por orden nos graduamos Alba Cros, Elena Martín y yo. Yo era íntimo de Alba, de hecho yo salgo en Las Amigas de Ágata (2015), también hice sonido un día… Ósea somos muy amigos con Alba Cros, de hecho ella filmó las partes que salen de Barcelona hechas con una cámara diferente. Y se lo pedí a ella para hacer un guiño a esa película. Y después Elena tiene un cameo para hacer un guiño al cine de Elena Martín.

P: ¿Consideras que formas parte de la generación de Las Amigas de Ágata?

R: Sí, total, yo soy el amigo gay de Ágata.

P: Eso te libera un poco ¿no? ¿Presentarte como dentro del cine catalán hasta cierto punto te puede ayudar más que exponerte como director de cine gay?

R: Ahora está pasando una cosa bastante heavy, y que formaba de mi plan secreto de reventar puertas. Ahora ya por primera vez estoy escuchando a grandes productores usar esto como un reclamo, que para mí era impensable: «El cineasta catalán que hace cine sobre identidades no normativas». Yo siempre digo que son paradojas del capitalismo. Estar siempre dando la vara con querer hacer cine que no sea normativo y en el hacer resistencia… Y después se dan cuenta y le dan la vuelta a la tortilla.

David Moragas cocinando
David Moragas «dándole la vuelta a la tortilla» en el set de ‘A Stormy Night’

¿Como es posible que el festival más importante de cine gay en España no tenga películas españolas? En el festival Lesgaicinema, había un montón de películas argentinas… Pero una española, que era A Stormy Night. Los de Lesgaicinema escribieron a mis productores felicitándoles de haber tomado esa dirección tan arriesgada con mi película, y después de eso todo el mundo se sumó al carro. «Venga, más de esto!» Es muy divertido y te lo puedo decir que hasta hace muy poco yo estaba luchando por mi visión, realmente estoy viendo delante de mis ojos como está cambiando todo…

Entre tu y yo, cuando empecé a hacer prensa para A Stormy Night se me aconsejaba no hacer mucho hincapié en que era una película gay porque se pensaba que eso iba a limitar la audiencia. Y ahora Filmin, manda una nota de prensa a todos los medios diciendo que es la gran película gay española del año. ¡Cómo ha cambiado el panorama!

P: ¿Y qué problema hay, en reventar puertas, si tenemos un estilo de vida propio y mucho que aportar? Esta película se desencadena por un beso, cuando normalmente el beso es el desenlace. ¿Qué frescura tiene eso dentro de un romance?

R: No tengo ninguna vergüenza en decir que eso me lo copié de Nothing Hill. También el plano está un poco robado de Nothing Hill, era un guiño a una comedia romántica, eso que a mi me gustaba tanto, pero tiene otra lectura cuando son dos hombres, y me encanta que sea así. El otro día me decían «parece que van a follar todo el rato», y dije, a ver, que es un besito.

P: ¿Por qué estamos proyectando que si hay dos personajes gays en la misma escena, tienen que enrollarse?

R: Yo te lo digo. En el cine heteronormativo el romance se explora desde la contención, desde la idea del sexo como algo sucio que llega en un momento muy concreto de la película… Así es también como los heteros viven las relaciones porque es lo que han visto en las películas.

A veces hablo con mis amigos heteros, que tienen como 16 citas y entonces dicen: bueno, no sé, a lo mejor hoy nos acostamos… ¿Lo habrán visto en las pelis? Porque no tiene ningún sentido que lo hagas así. Mientras los heteros han tenido mucha representación, los gays nada. Y como hemos consumido ese ideal, pues simulamos lo que tenemos.

P: Claro, tu sin miedo hablas de la libertad sexual e incluso poliamor, que es algo muy nuevo, pero que existe.

R: Y en todas partes, no es exclusivo de los gays. A ver si llega el día en que Nancy Meyers haga una película sobre este tema. Yo la estoy esperando.