‘Liar’ nacía como una miniserie pero, debido a su éxito, Sundance TV ya ha anunciado que trabaja en una segunda temporada de la ficción.
Título: Liar
Año: 2017
País: Reino Unido
Guión: Harry Williams, Jack Wiliams.
Música: Glenn Gregory
Fotografía: Matt Gray
Reparto: Ioan Gruffudd, Joanne Froggatt, Zoe Tapper, Warren Brown, Shelley Conn,Richie Campbell, Jamie Flatters, Danny Webb, Adjoa Andoh.
Productora: Sundance Television
Género: Thriller Psicológico
¿Hay siempre dos caras de la misma historia? Esta es la pregunta que nos hace HBO España en la sipnósis de la miniserie ‘Liar’, una de sus grandes apuestas para esta temporada otoñal. Viendo su primer capítulo podría parecer que también va a ser esta es la incógnita en torno a la cual los hermanos Williams quieren hacer girar la trama de su serie. Explorar las contradictorias percepciones que tienen los protagonistas de un mismo evento y descubrir cual de ellos miente. Cual es la víctima y cual es el verdugo o si realmente hay una tercera persona en discordia que ha sido la causante de todo el problema. Esto nos llevaría a pensar que estamos ante un nuevo thriller detectivesco, de los tan habituales en Reino Unido. Sin embargo, tan solo viendo un par de capítulos más nos damos cuenta de que la historia de fondo de ‘Liar’ va mucho más allá.
‘Liar’ es mucho más que el juego del gato y el ratón que se establece entre Laura (Joanne Froggatt) y Andrew (Ioan Gruffudd) cuando tras una cita, ella se despierta segura de que él la ha violado y decide denunciarlo judicialmente y acabar con su reputación por medio de sus redes sociales. Lo más interesante es que se produce una elipsis en la narrativa de la ficción, ofreciendo a los espectadores la ‘polémica’ cita en pequeñas dosis mediante flashbacks a lo largo de varios episodios. Los hermanos Williams introducen de lleno al espectador en la psicología de estos personajes, lo cual combinado con los citados saltos temporales llevan a una continua duda sobre las intenciones y las versiones que ambos cuentan. Y podrían perfectamente haber resuelto esta miniserie basándose en esta estrategia argumental hasta el final, pero ‘Liar’ no se queda en algo tan banal.
En los últimos minutos del tercer capítulo se nos revela la verdad: todo lo que Laura contaba es verdad. Pero ¿por qué el espectador no la cree? Esta es realmente la incógnita que ‘Liar’ pretende que resolvamos. Vivimos en una sociedad tan machista que como durante estos primeros capítulos se nos vende a Laura como una lunática (consiguiendo que el espectador no cree empatía con ella) y a Andrew como el perfecto caballero (guapo, considerado, con una carrera de éxito, adinerado, soltero, etc.) nos hacen dudar de la verdadera víctima, pues no vemos que con ese perfil él tuviera necesidad de violarla. No es hasta que vemos la verdad delante de nuestras narices cuando creemos a Laura, saliéndose la serie del cliché de la ‘falsa denuncia’ o del prototipo del abusador y llevándonos a esa posición incomoda en la que nos cuestionamos muchas cosas sobre el funcionamiento de la sociedad en la que vivimos.
La ficción nos muestra la cruda realidad: cómo las victimas de violación, o incluso acosos sexuales de menos importancia, si no disponen de pruebas incriminatorias (grabaciones, testigos, marcas de forcejeo, etc), se ven desamparadas ante una legislación y una justicia que no las ayuda a sentirse a salvo. Tristemente, la historia de ‘Liar’ no nos puede resultar más familiar ni estar más de actualidad, sobre todo con todo el movimiento que se ha llevado a cabo a través de redes sociales, a raíz de la denuncia por abusos al productor cinematográfico Harvey Wenstein. Bajo el hastag #MeToo muchas mujeres de diversas edades, profesiones y status social han hecho públicas situaciones de acoso sexual que han vivido y en las que se han sentido desprotegidas por no saber como actuar para denunciarlo.
Sin embargo, ‘Liar’ lleva esta temática a un territorio desconocido, introduciendo de lleno al espectador en la piel de Laura y el resto de víctimas de Andrew. De esta manera hacen a la audiencia partícipe de su desesperación ante la injusta situación de que él no pague de ninguna forma por los atroces actos cometidos. Todo por el simple hecho de que ellas no puedan demostrarlos. ¿Acaso su palabra vale más solo por ser hombre y de éxito? Es por ello que ese final en el que alguno de los personajes, se omite otra vez quien, se toma la justicia por su mano parecía redondo y casi poético. No obstante, unos buenos índices de audiencia han hecho que Sundance transforme su miniserie en una serie, dándole una segunda temporada. Puede que esto, pese a que le genere ingresos a la productora, estropee el mensaje que los hermanos Williams querían trasladar a la audiencia tratando esta temática tan controvertida.
Es necesario destacar la espléndida fotografía de ‘Liar’: esas imágenes aéreas del entorno costero de Kent, con sus paisajes de aspecto peculiar, sus marismas y sus muelles arquitectónicos. Un entorno natural y apacible que recuerda mucho al de otro conocido thriller policial británico: ‘Broadchurch’. También es importante apuntar el complejo entramado de subtramas que, pese a desarrollarse por completo no se hacen pesadas ni le quitan protagonismo al trascendental tema principal.
En definitiva, no es la serie de género policial del año, pero, su no excesivo numero de capítulos, hacen muy recomendable su visionado al menos para cuestionarnos qué es lo que estamos haciendo mal y cómo hay que actuar para que se produzca un cambio real.
Lo mejor: Abordar un tema social tan complicado
Lo peor: Que no se contenten en dejarlo en una miniserie con mensaje claro y final semiabierto y la hayan renovado
Nota: 7/10