Título original: La Cordillera
Año: 2017
Duración: 114 min.
País: Argentina
Director: Santiago Mitre
Guion: Santiago Mitre
Música: Alberto Iglesias
Fotografía: Javier Juliá
Reparto: Ricardo Darín, Dolores Fonzi, Érica Rivas, Gerardo Romano, Paulina García, Alfredo Castro, Daniel Giménez Cacho, Elena Anaya, Leonardo Franco, Christian Slater
Productora: Coproducción Argentina-Francia-España; Kramer, Sigman Films / La Unión de los Ríos / Telefé / Telefonica Studios / Maneki Films / Mod Producciones
Género: Thriller. Política.
Justo redacto esta crítica sabiendo que, esta noche, La cordillera se proyecta en el Festival de Cine de San Sebastián en homenaje a Ricardo Darín, que recibe el Premio Donostia. De hecho, Darín es uno de los pocos puntos fuertes que podemos salvar de este largometraje; el resto tiende de una cuerda floja. Muy floja.
La cordillera es igual de larga y extensa que la cadena de montañas sudamericana –la que le da nombre al filme–. La lentitud de desarrollo de la cinta da pie a la abertura de un puñado de tramas las cuales no acaban de cuajar del todo bien. Algunas tocan aires dramáticos mientras otras optan por algo de acción. Pero, si describo la película, la califico como un intento de thriller político. Solo intento. Eso si, más político que thriller.
Es curioso plantear una trama en el que el espectador descubre como los problemas personales del presidente de Argentina afectan a su política, pero no hace falta mezclar tanto lloro y llanto familiar. Algo desbordante. Suerte que la interpretación de Darín, sublime como nos tiene acostumbrados, sostiene el largometraje. Un presidente bien llevado, con su elegancia y su serenidad. Con su madurez y delicadeza. Porque así es Ricardo en persona. Aunque también hablar de su mano derecha, Dolores Fonzi, un personaje algo contenido y sumiso. Una buena interpretación, aunque La cordillera es sin duda Ricardo.
Pese al ritmo monótono y poco frenético del largometraje, La cordillera entretiene. Y se agradece. Sus escasos momentos de tensión política distraen. En ese caso sí, un thriller bien trabajado. Aunque en verdad, la cinta de Santiago Mitre es una fiesta de países sudamericanos. Si quieren saber sobre que tipo de guateque les estoy hablando, pasen por ella y disfruten de la velada.
Lo mejor: Darín y su (ya habitual) majestuosidad interpretativa.
Lo peor: La lentitud de desarrollo ralentiza una trama interesante.
Nota: 6,5/10