Fotograma de 'En las estrellas'.

Crítica – ‘En las estrellas’

Título original: En las estrellas

Año: 2018

Duración: 85 min

País: España

Dirección: Zoe Berriatúa

Guion: Zoe Berriatúa

Música: Iván Palomares

Fotografía: Iván Román

Reparto: Luis Callejo, Jorge Andreu, Macarena Gómez, Ingrid García Jonsson, Kiti Manver,María Morales, José Luis García Pérez, Pablo Turégano, Magüi Mira, Liz Lobato,Toni Rodriguez, Álvaro Roig

Productora: La Bestia Produce / Nadie es perfecto / Pokeepsie Films

Género: Drama / Fantasía

Érase una vez un padre y un hijo. El padre era un borracho empedernido y el hijo ni más ni menos que un escéptico. De esta premisa tan particular podríamos partir para explicar la trama de En las estrellas (Zoe Berriatúa, 2018), segunda película de su director producida de nuevo bajo el sello de Álex de la Iglesia y que conforma una apuesta formulaica pero diferente dentro del ámbito cinematográfico español.

La cinta se inicia como un relato entre la realidad y la fantasía en el que Víctor, un director de cine viudo y en horas bajas, ahoga sus penas en alcohol mientras intenta inculcar a su hijo de nueve años, Ingmar, su pasión por el séptimo arte. Juntos se propondrán rodar una película sobre un escritor que habita en la luna. Se trata del mismo modelo que siguen cintas como La vida es bella en el que un padre intenta maquillar la oscura realidad en la que convive con su primogénito para hacerle la vida más fácil y amena. Sin embargo, Berriatúa, también autor del guion, consigue darle una vuelta de tuerca, haciendo de Ingmar un chaval incapaz de tragarse las historias que su padre le cuenta. En este caso el hijo es el adulto y el niño es el padre. Descubierto este cambio de roles, nos encontramos con una película de una belleza visual tremenda que homenajea a numerosos clásicos del cine y trata de hacernos ver no solo que la magia existe, sino que además se puede proyectar en una gran pantalla.

Fotograma de ‘En las estrellas’.

Destaca la química entre Luis Callejo y Jorge Andreu, padre e hijo en la ficción, que dotan a la película de la dimensión emocional que necesita para no quedarse en una mera fantasía cósmica. El constante viaje entre la dura vida real y la estrambótica película que imagina Víctor en su cabeza, adornado con varios momentos espectrales en los que su mujer fallecida (Macarena Gómez) se le aparece en forma de fantasma del pasado, conforman una pieza dual, casi como si se tratase de dos películas distintas, la mágica y la dramática. Una mezcla de géneros que su director defiende dignamente, invitando al espectador a un curioso viaje por las estrellas con el propósito de aprender a soñar o, al menos, intentarlo.

Lo mejor: El diseño de arte y el guion a medio camino entre el drama y la fantasía.

Lo peor: Su  forma de homenajear al cine no ofrece nada que no hayamos visto antes.

Nota: 8/10